VICE MX - SPORTSRSS feed for https://www.vice.com/es/topic/sportshttps://www.vice.com/es%2Ftopic%2Fsports%3Flocale%3Des_mxesMon, 11 Jun 2018 15:15:00 GMT<![CDATA[A 20 años de 'La copa de la vida', la canción más trascendental de los mundiales]]>https://www.vice.com/es_mx/article/j5ka5k/a-20-anos-de-la-copa-de-la-vida-la-cancion-mas-trascendental-de-los-mundialesMon, 11 Jun 2018 15:15:00 GMTLa condición sine qua non para que una canción cumpla la gigante tarea de ser la banda sonora del algún Mundial es que te tiene que meter dentro del estadio, en algún domingo soleado a eso de las cuatro de la tarde subiendo las escaleras para entrar a ver el último partido del año de tu equipo y rogar que no pierda.

Te tiene que hacer sentir calor, junto a muchos otros seres humanos a tu lado, con audífonos escuchando por radio la narración del agónico partido, ya que si perdemos descendemos. Padres, hijos y desconocidos cantando la misma canción a todo pulmón y así ser uno más de la barra brava. Luego te sientas, y algún vendedor pasa a centímetros de tus pies y amaga con pisar tus zapatos, mientras de su boca salen gritos que anuncian el precio absurdamente sobrevalorado de cervezas light. En diagonal de tu asiento tienes a algún abuelo hablando de México 1986 y del penal que erró Sócrates. Todo esto, mientras ves al central de tu equipo ser expulsado debido a una entrada por detrás en el minuto 23 del primer tiempo. 67 minutos para aguantar el 0-0 que los salva de descender. Si una canción que se dice que es la que todo el planeta va a escuchar durante el mes y medio que dura el Mundial no te hace sentir esto que leíste arriba, pues mejor cámbiale.

Hace días, Nicky Jam y Will Smith lanzaron "Leave It Up", la canción oficial del Mundial de Rusia 2018. Antes, J Balvin y Telemundo sacaron su propia canción para la copa; y Maluma por supuesto que también hizo lo mismo con Jason Derulo y Coca Cola. Es una ligera confusión, para muchos, ya que probablemente todo el dinero que hay detrás de "tener una canción para el Mundial", hace que las grandes marcas o televisoras contraten artistas y les encarguen alguna canción de dos o tres minutitos para pasar durante sus transmisiones o comerciales. Pero oficial, solo hay una, y este año es la del ex Príncipe del rap y Nicky Jam.

Ver la historia de las últimas canciones mundialistas, despierta cierta nostalgia, como si todo lo que sucedía antes solo por ser tiempo pasado era mejor. Pero en este caso, seguro hay un poco más de razón. Para que una canción tenga éxito como soundtrack del evento más importante de los deportes en el mundo, además, tiene que contar con un Mundial igual de bueno. Los recuerdos futbolísticos que estarán ligados a cada acorde de la canción, y deberían formar un hermoso rompecabezas histórico que en retrospectiva nos haga sentir como si en ese preciso momento nada más importaba que la pelota.

Hoy, junio de 2018, estamos a 20 años de la canción más trascendental de la historia de los mundiales de futbol: "La copa de la vida". Fue compuesta por Luis Gómez Escolar, Desmond Child y Robi Draco Rosa; algo más bien parecido a un dream team musical. "Tengo que admitir que el desafío me puso un poco nervioso, pero el enorme potencial de crecimiento para mi carrera fue tal que decidí aceptarlo", dijo Ricky Martin sobre oportunidad de interpretar la canción en su biografía oficial. Después de la decisión, Martin se reunió con K. C. Porter, Robi Rosa y Desmond Child e inmediatamente comenzó a trabajar en la canción. "Fue una oportunidad única para presentar los encantos de la música latina al resto del mundo".

Ya hubo latinos que interpretaron las canciones oficiales de los mundiales antes que Ricky: Los Ramblers en Chile, Los Hermanos Zavala y la Orquesta Sinfónica Municipal de Buenos Aires; pero ninguno tuvo la importancia y transcendencia de "La copa de la vida" en un momento donde la música latina aún no tenía el auge que tiene hoy en día el idioma de Cortázar en las listas de popularidad en el mundo. La canción logró discos de oro y de platino en toda Europa, y llegó al puesto #45 en el Billboard Hot 100. Incluso cuando Ricky la cantó en vivo, en los Grammy gringos en 1999, Madonna, Sting y los Rolling Stones lo llamaron para felicitarlo. Y sí, puedo ver al viejo Keith Richards bailando un poco fuera de tiempo mientras escuchaba la percusión de la rola. Además, fue la canción que catapultó a Ricky Martin a convertirse en una estrella latina internacional y fue uno de los que colocó las primeras piedras para que hoy en día en la punta de la pirámide puedan estar los J Balvin y Bad Bunnys de hoy en día. Ricky Martin es una estrella latina OG y no voy a discutir esto.

Esta presentación fue un parte aguas importantísimo. Ricky tenía unos pantalones de cuero que probablemente en esa época estaban de moda, y metió en media presentación a unos percusionistas. Entraron por el medio del teatro entre todos los asistentes con instrumentos de percusión guindados al pecho como si fuese una desfile de la escuela. Ya luego de eso se montaron en el escenario junto a Ricky unas especies de hadas gigantes, y con eso sentir aún más que estás dentro de una especie de sueño lisérgico latino y futbolero. Al final del día era la visión de Ricky para poder hacerles entender que el Mundial era una fiesta importantísima a los gringos, que en esa época aún no andaban muy metidos en el futbol. Y bueno, aún hoy en día le dicen "soccer". Aquí comulgo con Zlatan Ibrahimovic en el programa de Jimmy Kimmel: "It's Football". Obvio sí. Ricky terminó esa noche ganando un Grammy por Best Pop Latin Perfomance, con "Vuelve". Gran noche.

"La copa de la vida" es una celebración a la música latina en todos los sentidos, con momentos altísimos que realmente te hacen sentir en una especie de fiesta a la que todos estamos invitados. Producir este tipo de canciones no es fácil, y para muestra están los intentos por replicar el feeling de esta canción en otros mundiales. O sea, ¿hay alguien que recuerde "Waka Waka" por alguna otra razón que no sea que la cante Shakira? Vamos, fue un fail descomunal, errar el arco cuando ya driblaste al portero y solamente tenías que empujarla con el empeine. Pero por querer usar la parte externa del pie pasó besando el palo. Algo así le pasó a Shakira. Aunque se llevó a Piqué campeón del mundo a su casa. Todo bien.

Por eso, a 20 años de "La copa de la vida", es importante recordar la línea trascendental que trazó para la música latina y la historia de las canciones de los mundiales de futbol. Con tan solo escuchar la canción, recuerdo a Laurent Blanc darle un beso en la calva de Fabien Barthez antes de cada pitazo inicial de Francia 1998, a los hermanos Laudrup bailar, a Inglaterra perder por penales contra Argentina (otra vez) con un David Beckham expulsado, A Davor Zucker enamorar a medio mundo con esa selección hermosa de Croacia, y a Ronaldo convulsionar antes de la final en el Saint Denis contra Francia y un Zidane inspirado.

Vía mediamax.am

Ojalá en algún momento encontremos más "La copa de la vida" y menos "Waka Waka".

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j5ka5kDiego UrdanetaPablo DuarteMundial 2018SportssoundtrackRicky Martinmundialrusia 2018
<![CDATA[Bienvenidos a Rusia: estas son las 7 peores mascotas de los Mundiales de futbol]]>https://www.vice.com/es_mx/article/evkawe/bienvenidos-a-rusia-estas-son-las-7-peores-mascotas-de-los-mundiales-de-futbolWed, 06 Jun 2018 16:00:00 GMTSiento que las mascotas son el invento más importante alrededor de los Mundiales de futbol en este planeta dominado por el capitalismo tardío. Las inventaron los ingleses en 1966, con Willie: un león con playera del Reino Unido, y su profesión es futbolista. Nació el 11 de enero de 1931, y fue creado por Reg Hoye. Desde entonces, han existido trece mascotas en total, y nunca olvidaré la primera que vi con cierta emoción: Footix, de Francia 1998. Ver a ese gallo despertaba en mí unas ganas tremendas de buscar una Tricolore y patearla con mis amigos. Además, Footix era una especie de gallo buena onda, como que al verlo directamente a los ojos sentías que todo iba a estar bien, y que el Mundial era lo único que importaba en tu vida por dos meses.

Willie, mascota de Inglaterra 1966. Vía Twitter de FIFA

En 1998 era un niño de nueve años, con ninguna responsabilidad más que llenar el álbum Panini de ese año y hacer lo posible desde mi trinchera para que Inglaterra ganara el mundial. Mi amor por David Beckham llegaba a niveles terribles; hasta me teñí el cabello como él. Creía en Papá Noel, y pensaba que lo más importante en la vida era que a mi equipo le fuera bien. No sabía que existían otras mascotas de los Mundiales, y pensaba que todas eran como mi preciado Footix. Incluso recuerdo que hice una fila de largas horas para poder comprar un reloj con forma del balón del Mundial, y que dentro de él estaba Footix. Ese reloj funcionó un chingo de tiempo y fue hermoso despertarme con Footix recordándome que había Mundial ese día.

Ya tengo 28 años, y sé lo culera que es la vida: deudas por pagar, amores no correspondidos, y una insoportable cantidad de repeticiones diarias que hacen que nuestra existencia en este plano terrenal sea más y más aburrida. Les digo todo esto porque gracias a haber crecido, quizás la venda que los Mundiales creaban en mis ojos se cayó y por fin pude ver lo terrible de algunas mascotas del Mundial. Es muy parecido a cuando te dicen que Papá Noel son tus padres: justo en ese preciso momento te conviertes en adulto.

En honor al próximo Mundial de Rusia 2018, ranqueamos muy objetivamente las 7 peores mascotas desde 1996; año en el que Willie apareció por primera vez y ayudó a que su país de origen fuese campeón del mundo. Y vaya, que para lograr que Inglaterra gane un mundial hay que ser bien pinche mago.

Vía FIFA.com

GAUCHITO MUNDIALITO 1978

Estas cosas me ponen de mal humor. ¿Quizás al diseñador (Manuel García Ferré) le pidieron crear la mascota más cliché posible? Es como si hacen un mundial en México y le ponen "taquito de pastor mundial" a la mascota. Imagínenlo: dos tortillas pateando un trompo de pastor. Y bueno, de mirarlo directamente a los ojos siento que me está vigilando fríamente, y que si lo dejo dentro de mi recámara en el preciso momento que cierre mis ojos; Gauchito Mundialito sacará una navaja y me cortará la yugular. De verlo siento escalofríos y creo que es como el primo sureño de Chucky.

Pero bueno, Argentina ganó el Mundial de 1978. Quizás Gauchito Mundialito hechizó a todos los demás equipos y logró que Mario Kempes destruyera a todos. Podría ser.

JUANITO 1970

Vía FIFA.com

Bueno, Juanito podría ser primo segundo de Gauchito Mundialito. O sea, ¿no hay otros nombres mexicanos? ¿Juanito, Pedrito, Miguelito y ya? Juan González Martínez, publicista, es el creador del tan innovador Juanito. ¿Por qué no un águila comiendo tacos? Hubiese sido muchísimo mejor. Al menos aún se hablaría de que en algún Mundial hubo un águila mexicana que comía tacos. Eso está mucho más chingón que Juanito.

KAZ, ATO Y NIK 2002

Vía FIFA.com

Hielocos. Solo pienso en hielocos dentro de mi botella de Coca Cola al ver estas mascotas. Además, es como si mis hielocos en vez de andar enfriando mi refresco, decidieron salir un fin de semana a un festival y consumieron todo el ácido posible. Vieron a Tame Impala, se acostaron en la grama, e incluso se hicieron unos selfies con personas que no conocían haciendo la señal de paz con sus dedos. Luego del festival, pidieron un Uber a su Airbnb y charlaron sobre el verdadero propósito de la vida con el conductor del auto. Incluso le pidieron que bajaran las ventanillas del auto porque Nik estaba teniendo un mal viaje. Ya luego llegaron a su habitación compartida, durmieron, y al otro día se hicieron la foto que ven arriba. Por eso tienen los ojos así.

Los tres juntos se hacen llamar "The Spheriks", algo que me suena más a una banda de indie sueco que a tres mascotas de un Mundial de futbol. Y bueno, si se preguntan cómo escogieron a estas mascotas, sepan que fueron elegidas en una votación en McDonald's de Corea del Sur y Japón. ¿Ya ven lo que hacen tantas Big Mac's? Coman bien.

Vía FIFA.com

GOLEO Y PILLE 2006

Les comparto la descripción de Wikipedia sobre esta mascota: "Goleo VI, comúnmente conocido como Goleo y Pille fueron las mascotas oficiales de la Copa Mundial de la FIFA 2006 en Alemania. Goleo toma la forma de un león, y nunca se encuentra lejos de su compañero, Pille, una pelota de futbol que habla". Pues, ¿en qué cabeza cabe que un león más bien parecido a Alf y una pelota raramente feliz y que habla, hacían una buena mascota? Los alemanes inventaron el Mercedes-Benz y vienen a quitar toda nuestra admiración con Goleo y Pille. Sigan haciendo autos y ganando Mundiales. Listo.

Vía FIFA.com

ZABIVAKA 2018

Tengo miedo de hablar mal de esta mascota. Estoy seguro que Putin me está viendo y que probablemente me vaya mal luego de publicar este texto. Perdón, pero siento que podrían haber hecho un mejor trabajo, señor Putin. ¿Por qué no mejor pusieron a Konni, su perrito hermoso? Estoy seguro que hubiese sido una decisión aplaudida por toda Rusia. Claro que sí. O sea, miren al lindo de Konni y díganme que no hubiese sido adorable. Además, las mascotas de Putin tienen una página en Wikipedia. Eso ya merece un premio.

Vía FIFA.com

ZAKUMI 2014

Sigo con la poca originalidad. Zakumi viene del mismo equipo que Juanito y Gauchito Mundialito. Quizás tienen un grupo de WhatsApp y no nos hemos dado cuenta. Probablemente hablan de lo miserable que son sus vidas post Mundiales; y platican de qué tan bien le va a cada uno en sus terapias de psicoanálisis. Zakumi al menos tiene una cara feliz, un espíritu salvaje, pareciera que está muy feliz de su momento de estrellato por tener a todo el mundo viendo su linda carita. Pero bueno, bienvenido a la realidad querido Zakumi: todo lo bueno siempre termina. Siempre. Siempre.

Vía FIFA.com

NARANJITO 1982

Y bueno, hemos llegado al puesto de honor. Bienvenido, Naranjito. El as de ases; el sudor de Lebron James debajo de sus axilas luego de tratar que Cleveland derrote a Golden State, las lágrimas de Karius luego de regalarle la final de la Champions League al Real Madrid, y los mails que envió un agente de Cristiano Ronaldo para encontrar a una madre perfecta y digna de tener sus hermosos espermatozoides dentro de su vientre. Eso es mi buen Naranjito. Me quedan muchas preguntas: ¿en España se comen muchas naranjas? ¿El sol hace que todos los seres humanos que viven en España tengan los cachetes naranjitas y por eso decidieron poner una naranja como mascota del Mundial de futbol? O ya sé: de seguro veían cómo a los jugadores de futbol en sus entrenamientos les daban naranjas peladas, para combatir la deshidratación. ¿Ya ven? Todo siempre tiene una respuesta lógica, mis queridos compatriotas del planeta.

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evkaweDiego UrdanetaPablo DuarteMundial 2018fifafutbolmascotasSportsmundialRusia
<![CDATA[“Ellos se van, nosotros aquí siempre estaremos”: la despedida del Tri al lado de los vendedores del Azteca]]>https://www.vice.com/es_mx/article/qvnzwm/ellos-se-van-nosotros-aqui-siempre-estaremos-la-despedida-del-tri-al-lado-de-los-vendedores-del-aztecaTue, 05 Jun 2018 20:30:00 GMTTímidas voces, acostumbradas a gritar, me susurraron algo acerca del legado que habla por tantos mexicanos: la importancia del futbol. Mencionan productos por los que no sienten particular orgullo, pero se les puede ver como guardianes del espectáculo. Aunque creen que no se trata de ellos, sin miedo a equivocarme, afirmo que sí. Con reserva y sin vanagloriarse divulgando sus nombres reales, tres personajes a los que nombraré Jorge, Claudia y Jonathan, no dejan su labor por un segundo: “Estos cacahuates no se van a vender solos, güero”, me dice cuando le pido un minuto a Jonathan. No lo culpo; mi petición fue ridícula y eso me costó una fuente. Aprendo la lección y queda patente que aun cuando el espectáculo de las canchas sea volátil y pueda llegar a ser incluso aburrido, el de ellos tiene que ser impecable.

La selección mexicana le ganó a su similar de Escocia 1-0 el pasado 2 de junio. Fue su último partido en el país antes de partir a Dinamarca para enfrentar a los locales y empezar la única competencia deportiva que, cada cuatro años, me ha hecho llorar porque me rehúso a aceptar que tenemos una maldición o que no seamos tan grandes como mis expectativas. El funesto escenario de los sueños rotos, los penales marcados que no eran y la gloria (imaginaria para mí) de no terminar llorando: el Mundial.

Estadio Azteca en el 2015. Fotografía vía Wikimedia Commons, por Marvin 520.

Después de comprar un boleto que excedió el precio impreso en el papel por más de 50%, entré, por primera vez solo al estadio que coronó a los más grandes: Pelé y Maradona. Me pregunto si lo que realmente le hace falta a esta generación de futbolistas, a Messi y Cristiano, es que pisen la tierra azteca para entrar al Olimpo de manera definitiva. Volver este estadio me lo dijo con categoría e ímpetu: aquí existe un elemento que rebasa la gloria momentánea y la congela en el tiempo.

“Los años pasan y pues sí, la afición cambia, yo siento que ahora vienen con más miedo. La inseguridad ya nos llegó a nosotros también”, dice con desaliento Claudia mientras vacía dos cervezas en un vaso. “La verdad no recuerdo si estuve en el último partido de despedida, pero seguro sí: llevo trabajando en el Azteca por más de 23 años. Me parece que la gente ya no alienta igual que antes, bueno, digo, siempre hay gente que viene muy emocionada y así, pero ya no es lo mismo”. Claudia voltea a los lados, dejándome saber que nuestra breve entrevista había terminado. No insisto y le pido una foto que también me niega –los tres me la negaron. La emoción, aún así, transpira de las temblorosas manos de Claudia; me comenta que quiere ponerse a vender para poder ver el partido, aunque sea por encima del hombro. El anonimato en especie se convierte en el ingrediente más importante de asistir al estadio, y se pone patente reconociendo que venimos todos aquí, incluyendo los vendedores, a despojarnos de la individualidad y convertirnos en sociedad. Todos estamos presentes para ser elementos de tan sólo el primer capítulo de la magnífica tragedia griega que es el amor a la selección mexicana: el héroe trágico, los jugadores; el coro, los aficionados; los dramaturgos, los policías y vendedores; y Dios, el balón.

Foto por el autor.

“Luego la gente cree que a nosotros no nos importa ni nada, que ‘chamba es chamba’ y ya, pero no es así, cuando juega la Selección todos estamos viendo qué está pasando”, me dice Jorge mientras prepara un esquite de 30 pesos a un aficionado. Trato de seguirle el paso pero, evidentemente, es perfectamente imposible. Por suerte, me lo vuelvo a encontrar diez minutos después en el túnel. “Llevo muchos, muchos años trabajando aquí, en el Estadio Azteca, y he visto las cosas más tristes y alegres que le han pasado a la selección”, afirmándome que si alguien realmente está escribiendo la historia de la tragedia son ellos que están ahí no sólo para disfrutar, sino para permitir que los demás disfruten también. “No sé si la gente ha ido viendo de manera diferente este tipo de partidos, pero para mí siempre es lo mismo: trabajo y pasión. Me gusta estar aquí, ellos –los jugadores– se van, nosotros aquí siempre estaremos, apoyando con nuestro trabajo y nuestra pasión por el equipo”.

Dentro de 86,000 voces que pueden estar gritando dentro del estadio más grande de México, es ineludible escuchas las suyas; gritos de guerra, aliados de la venta, que hacen de la comuna hippie un lugar íntimo y personal. Escalando por los reducidos espacios, fríamente calculando donde pondrán el siguiente paso entre las piernas, las espaldas y las gradas y cargando con hasta unos 8 kilos de peso muerto en sus cabezas, hombros o cinturas, siempre encuentran la manera de acercarte a ti, a tu lugar, como si tu presencia en el estadio debería ser privilegiada. Siempre, al final del partido, puedes reconocer al arduo trabajador que cuidó a todos y cada uno de su zona, sin permitir que se escape una venta ni que se quede nadie sin su cambio. Dentro de la masa, encuentran la manera de satisfacer al individuo y, al mismo tiempo, no permitirle olvidar que es uno más de todos los fanáticos. Un momento de respiro en la tormenta que se da a partir de un sorbo de cerveza.

Hacia la recta final del partido dejo mi lugar para verlo desde el túnel. El partido, la selección y el prospecto del mundial me inundan de nuevo. El juego en sí no fue un buen recordatorio de lo que es disfrutar de un buen fútbol –ni cerca está de ser la mejor versión de México que he visto. Sin embargo, con un buen sabor recordé cómo me despojé de mis prejuicios y me uní a la catarsis colectiva cuando Gio volvió a anotar después de dos años sin gol con el Tri. Incluso en el gol anulado a mediados del segundo tiempo que hizo que se bañara en cerveza mi adorada playera del Cuau, no recibí "el cubetazo" con enojo ni busqué ningún culpable. Por supuesto que mojarse es parte de ser uno más del estadio. Incluso, por el hecho de que me cayó una parte considerable, todos alrededor redujeron el frío de la chela (gracias a Dios) con simpatía y chistes. Una camaradería hecha a partir de simpatía por la cómica desgracia del estadio. Por un momento, las criticas de meses atrás a Osorio, la Copa América, Concacaf, La Liga, todo se vuelve irrelevante: me siento listo para volver a competir en el mundial, no como espectador tercero sino como vital parte del engranaje que hace que cualquier deporte exista: el fanático. Con orgullo y desaliento, como diría Carlos Fuentes, volví a creer en México.

A punto de marcharme con las reflexiones finales, veo que dos policías granaderos y una vendedora de cerveza gritan con emoción una jugada cerca del gol, prácticamente abrazándose entre sí. Resiento mis limitadas capacidades de fotógrafo por no poder capturar el momento, pero algo me dice que de cualquier manera, no hubiera podido. ¿Quién vive los partidos si no son ellos? Como mexicanos, como trabajadores, con las gotas de sudor que escurren de su frente delineando sus ojos y transformándose en lágrimas de alegría por saber que algo más grande que ellos podrá representar un sentimiento que no puede explicar ningún académico pretencioso. La profunda honestidad de su sentimiento y los dos minutos cuando se detienen de su labor profesional – su cara de seriedad, calculadora y móvil – establece de una vez por todas algo que ni Maradona ni Pelé, ni Cristiano ni Messi, ni Jorge Negrete ni El Vasco Aguirre saben, pero que esta tierra tiene una profecía: si quieres ser el más grande, tendrás que pisar el Estadio Azteca. Pero no el pasto, sino las gradas y servirle a alguien una cerveza que llevas cargando sobre tu cabeza.

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qvnzwmSergio Pérez GavilánPablo DuartefutbolEstadio AztecamexicovendedoresMundial 2018SportsVICE Sports
<![CDATA[¿Y si la "Canelo-GGG" no resulta tan emocionante como esperamos?]]>https://www.vice.com/es_mx/article/a3kd7p/y-si-la-canelo-ggg-no-resulta-tan-emocionante-como-esperamosThu, 14 Sep 2017 22:14:07 GMTEl boxeo tuvo que esperar dos años para que los equipos de Saúl Álvarez y Gennady Golovkin dejaran sus diferencia de lado -cualesquiera que hayan sido- y firmaran el contrato de su pelea. El escenario está listo, las predicciones y las apuestas también. El campeón absoluto de los medianos enfrentará su prueba más dura hasta el momento ante un rival más joven y peligroso; el retador peleará, por primera vez, ante un rival más grande, con más pegada, y con más carisma y humildad; gran parte de sus compatriotas estarán en su contra.

Se ha dicho que el choque del 16 de septiembre en la T-Mobile Arena de Las Vegas salvará al boxeo. Valdría la pena preguntarse de qué o de quién. Los aficionados de ocasión suele confundir la carga emocional sobre el ring con el éxito de una pelea. Para el fanático que prende el televisor todos los fines de semana, el éxito de una contienda radica en el despliegue técnico de los dos protagonistas, es decir en la justicia que se le hace a un deporte tan exigente, acogido por esa mística que no se encuentra en ningún otro lugar. La emoción vendrá sola, pero no es la prioridad. A diferencia del futbol, donde se suele decir que un gol es un gol como sea que haya entrado a la red, aquel que consigue ganar de forma burda en el boxeo no suele tener el mismo respeto. Incluso premia a los caídos que lucharon con dignidad hasta el último campanazo.

Foto: Joe Camporeale-USA TODAY Sports.

Si "Canelo" y "GGG" no cumplen las expectativas que han abarrotado sus conferencias de prensa y las numerosas previas de las televisoras, el boxeo -como deporte y no como industria- no tendría por qué reclamarles; siempre y cuando le sean justos a éste. Existe la gran posibilidad de ver a un Saúl Álvarez cauteloso y muy activo recorriendo el ring con el uno-dos, explotando el golpeo desde todos los ángulos posibles, a ratos valentón en el intercambio pero sólo para complacer al público; tiene razones de más para no disputarle al kazajo en la corta distancia. "Canelo" tiene la velocidad y la potencia de su lado, pero existe una gran incógnita, ¿cómo aguantará los impactos de Golovkin? Porque, a quien no lo sabe, no existe pelea de la que se salga "limpio", y considerando que el kazajo posee el mayor porcentaje de nocauts en toda la historia de los pesos medianos bastaría un golpe, en teoría, para poner en aprietos al mexicano. Mosley, Trout, Cotto, Mayweather, Lara, Angulo, Khan, Smith, nadie ha tenido la ventaja de la pegada sobre Álvarez.

Para Golovkin sólo existe un plan de pelea, el único que conoce y que le ha dado resultados: ir hacia el frente, meter presión, acorralar a su rival contra las cuerdas, soltar las manos y esperar que el vendaval termine por minar al rival en turno o conectar un golpe en seco que concluya la contienda. Es cierto, la chispa de la juventud en el cuerpo de "GGG" desapareció hace unos ayeres y con ello la velocidad de piernas y manos -en realidad el kazajo nunca ha sido un esteta del ring-, pero tiene el aguante que muchos querrían tener; Amir Khan es el ejemplo más inmediato y verdadero. Golovkin acosará desde el principio a "Canelo", siempre y cuando pueda encontrar la distancia y quitarse el constante uno-dos del mexicano. No le importará recibir con tal de conectar aunque sea un breve combinación de golpes.

Foto: Joe Camporeale-USA TODAY Sports

Y es aquí que quizás la pelea no alcance el climax constante que se espera. Habrá momentos en que ambos se fajen por las inevitables grietas en la estrategia de cada uno, pero no porque así lo quieran. Espero equivocarme. Si la emoción que ronda en el imaginario de los fans antes de la contienda no hace acto de presencia, no pasará nada con el boxeo: no hay que olvidar que los boxeadores también son de carne y hueso, y bajo esta premisa, a nadie que esté compuesto por estos dos elementos le gusta recibir golpes. Floyd Mayweather Jr. demostró que no se necesita sangrar, ni "emocionante" en el sentido que los seguidores de ocasión utiliza el término, para poder ser exitoso en este deporte. Francamente, el estadounidense fue quien más justicia le hizo a aquella frase de Muhammad Ali, "Float like a butterfly, sting like a bee".

En el ámbito comercial, la cartelera no debería tener problemas para romper récords de PPV y asistencia. La T-Mobile Arena vendió todas sus localidades en cuestión de horas. Pero eso no nos importa. Si la calidad de las peleas se midiera por la cantidad de dinero generadas, entonces la Mayweather-McGregor sería la primera en la lista. Afortunadamente, no es el caso.

Por último, no hay que olvidar que el boxeo no empieza ni termina con Saúl Álvarez y Gennady Golovkin. Hace unos días vimos cómo los reflectores del pugilismo voltearon la mirada hacia la divisiones pequeñas, luego de que Rungvisai recetara un tremendo nocaut a "Chocolatito" González, Cuadras y Estrada presumieran el afamado estilo mexicano de pelea, y Naoya Inoue demostrará por qué le apodan "Monstruo" en Japón. El talento desde superpluma hasta wélter dará mucho de qué hablar en los próximos años. Esto nunca se acaba.

Si "Canelo" da una cátedra a Golovkin desprovista de "emoción", está bien, su estrategia habrá rendido frutos. Si Golovkin noquea a Álvarez, está bien, su único plan de pelea habrá sido más efectivo que nunca. Si ambos rehuyen al espectáculo, entonces la culpa no será del boxeo, sino nuestra por creer lo que siempre nos vendieron.

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a3kd7pJuan RegisStaff de VICE Sportsboxeocanelogggpelea del añoSportsVICE Sports
<![CDATA[Brady, Goodell, Ezekiel Elliott, Belichick, y Jerry Jones protagonizan la parodia de "Eso"]]>https://www.vice.com/es_mx/article/mb7a7a/brady-goodell-ezekiel-elliott-belichick-y-jerry-jones-protagonizan-la-parodia-de-esoThu, 14 Sep 2017 17:36:03 GMTNi siquiera "Eso" se salva de Roger Goodell y sus polémicas decisiones al frente de la NFL. Las suspensiones de Tom Brady, al arranque de la temporada pasada, y de Ezekiel Elliott este año (la cual todavía no entra en efecto) han hecho de Goodell un personaje temido por todos los jugadores. Cualquier movimiento en falso podría desatar la locura del comisionado de la NFL y terminar suspendido seis partidos.

Para aprovechar el estreno de "Eso" en varias parte de América, el sitio The Kicker publicó una parodia de la esperada película con Roger Goodell como el payaso comeniños, y Tom Brady, Bill Belichick, Ezekiel Elliott, y Jerry Jones -dueño de los Cowboys de Dallas- como los niños atormentados por este peculiar personaje.

"Todos están suspendidos y tú también lo estarás".

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mb7a7aStaff de VICE SportsJuan RegisNFLitFutbol americanoSportsVICE Sports
<![CDATA[No existe una racha ganadora de 26 partidos en la MLB ]]>https://www.vice.com/es_mx/article/9k3w55/no-existe-una-racha-ganadora-de-26-partidos-en-la-mlbThu, 14 Sep 2017 16:41:06 GMTAnoche, los Indians de Cleveland ganaron otra vez y acrecentaron su increíble racha de 21 victorias consecutivas, cifra récord en la Liga Americana que empató a los Cubs de Chicago de 1935 con más partidos ganados al hilo. Nótese que jamás mencioné "en la historia de la MLB" al inicio de la oración subordinada. ¿Por qué? Porque existe un debate sobre este tema que sigue alimentándose por los desquiciados aficionados al beisbol que discuten por todo.

(Por ejemplo, Barry Bonds conectó 73 cuadrangulares en 2001 y por alguna razón, conforme Giancarlo Stanton se aproxima a 60 en esta temporada, la gente quiere debatir si Stanton será el "verdadero" poseedor del récord en una sola temporada si supera los 61 batazos de Roger Maris, cifra que no es de récord).

De cualquier forma, en los últimos días ha habido una inmensa discusión acerca del récord de victorias consecutivas en la MLB. Es posible que los Indianas continúen con su paso arrollador y todo el debate se vaya a la basura, aunque francamente ya debería haber pasado: los Giants de Nueva York de 1916 no tienen una racha de 26 partidos ganados.

Hace casi 101 años, los Giants dominaron la temporada, ganando 17 partidos consecutivos en mayo de 1916. Más adelante en la campaña tropezaron, antes de acumular una racha de 12 victorias al hilo. Su siguiente partido, el 18 de septiembre, lo empataron 1-1 con Pittsburgh. Después, los Giants ganaron otros 14 partidos consecutivos antes de perder el invicto ante los Braves el 30 de septiembre. Por alguna razón se les otorgó una racha de 26 juegos sin conocer la derrota, a pesar de que dicha racha contiene 27 partidos.

No sé cómo pueden argumentar que una racha de partidos ganados "consecutivamente" está dividida por un juego que por definición no fue una victoria. No sé cómo cualquier persona en su sano juicio puede estar de acuerdo con este punto de vista. Desde luego, no es una derrota, pero si estamos hablando de victorias seguidas el récord no cuenta si hay un empate de por medio. En ningún momento, los Giants de 1916 ganaron 26 partidos al hilo.

El dominicano, José Ramírez, entiende a lo que me refiero:

"Cuando escucho que un empate es parte de una racha ganadora"

¿Se trata de semántica? No, todo se reduce a los significados de las palabras. Primero "consecutivo" que significa algo que sucede sin interrupción, continuo. Segundo, "partidos"; esta es fácil. Finalmente, "ganar", es decir todo lo contrario a un empate o una derrota. Vamos, no se trata de física cuántica.

Los Indians de Cleveland tienen un récord de 90-56 y le pisan los talones a los Dodgers con la segunda mejor marca en el beisbol. Los Giants de 1916 terminaron en la cuarta posición de la National League.

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<![CDATA[Duro mensaje en Fenway Park: "El racismo es tan estadounidense como el beisbol" ]]>https://www.vice.com/es_mx/article/43adwj/duro-mensaje-en-fenway-park-el-racismo-es-tan-estadounidense-como-el-beisbolThu, 14 Sep 2017 16:02:00 GMTCorría la cuarta entrada del partido entre Red Sox y Athletics -los de Oakland arriba en la pizarra seis carreras a dos-, cuando del Green Monster, aquella pared gigantesca de color verde característica del Fenway Park, surgió una pancarta de color negro con letras en blanco. El mensaje que encerraba fue contundente: "El racismo es tan estadounidense como el beisbol".

El racismo en los Estados Unidos se ha convertido en el tema por excelencia de la opinión pública, luego de las diversas protestas organizadas por supremacistas blancos y grupos de odio, y el infame ninguneo del presidente Donald Trump ante estos actos. El deporte se ha convertido en un aliado de los activistas y lo han utilizado como una plataforma para exigir un cambio en los demás. Colin Kaepernick comenzó este movimiento en la NFL, y desde entonces varios deportistas profesionales han seguido su ejemplo. Algunos fans parecen haber entendido el mensaje. La noche del miércoles, el beisbol de Grandes Ligas se unió a este movimiento.

En la cuarta entrada del partido en el Fenway Park, tres jóvenes sostuvieron una pancarta con un mensaje que estamos seguros incomodó a más de uno: "El racismo es tan estadounidense como el beisbol". El grupo de jóvenes tuvo que abandonar el estadio por las políticas del equipo que prohiben desplegar todo tipo de pancartas en las instalaciones. De acuerdo con ESPN, los abucheos no se hicieron esperar cuando la policía y la seguridad del inmueble escoltaron a los autores de la pancarta. Una vez afuera, uno de los manifestantes aseguró sentirse inspirado por el movimiento Black Lives Matter.

El jugador del cuadro de Boston, Mookie Betts, opinó sobre el incidente. "No hay lugar para eso. Que lo hagan otro día". El vocero de los Red Sox comunicó que los jóvenes no fueron arrestados. Solamente eso faltaba, ser arrestado por ejercer tu derecho a la libre expresión. El grupo negó tener algún vínculo con Antifa o Antifa Boston, y envió una carta a la cadena CSN para explicar la razón de su protesta:

"Queremos recordarle a todos que así como el beisbol es fundamental para la cultura e historia estadounidense, el racismo también lo es. Las personas blancas deben despertar a la realidad antes de que la supremacía blanca puede desmantelarse verdaderamente. Suplicamos a cualquiera que esté interesado en aprender más [sobre el tema] a contactar a su organización de justicia racial más cercana".

Si no es ahora, ¿entonces cuándo, Mookie Betts?

Los Red Sox perdieron 7-3.

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<![CDATA[La jugada del año: Dos vueltas y un pase de touchdown a ciegas ]]>https://www.vice.com/es_mx/article/8x8954/la-jugada-del-ano-dos-vueltas-y-un-pase-de-touchdown-a-ciegasWed, 13 Sep 2017 21:41:44 GMTLa noche del lunes, el mariscal de campo de primer año, Ambrose Fletcher, identificado por lehighvalleylive.com, tenía 20 segundos en el reloj para sacar una jugada y se encontraba a 10 yardas de la zona de anotación, mientras un defensivo se aferraba a su cintura. Fletcher dio dos vueltas completas para evitar ser capturado y cuando se creía que la jugada había concluido, el ágil quarterback lanzó un espiral casi perfecto a su compañero Patrick Gill para sumar otro touchdown.

La jugada posee una cualidad extraña, como se se trata de algo premeditado, pero no existe posibilidad de replicar algo así ni aunque se intentara 100 veces. Esperamos que sea promovido al primer equipo.

La escuela Freedom High derrotó a Easton, 13-12.

[Crédito del video: @lightsonree]

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<![CDATA[Tamales y refresco de dieta: Así debutó Randy Moss en la NFL]]>https://www.vice.com/es_mx/article/qvj4wq/tamales-y-refresco-de-dieta-asi-debuto-randy-moss-en-la-nflWed, 13 Sep 2017 17:41:02 GMTDicen que los vestidores de cualquier equipo deportivo profesional encierran más historias que las contadas en el campo de juego. A los jugadores estrella solemos recordarlos por las jugadas o errores que sellaron una victoria o una derrota, pero olvidamos que una vez concluidos sus actos de heroísmo o profunda vergüenza, todo vuelve, relativamente, a la normalidad.

Cris Carter, exreceptor abierto de Minnesota, Filadelfia, y Miami, reveló en el programa First Things First lo que Randy Moss, legendario receptor de la NFL y en ese entonces compañero de equipo de Carter, comió antes de su debut en la NFL con los Vikings. "Tengo muchas historias sobre Randy Moss... Es el tipo más rudo con el que he jugado, y mira que jugué al lado de varios jugadores del Salón de la Fama, pero en el día a día era el mejor atleta", dice Carter antes de contar su peculiar historia.

"En su primer partido de la NFL contra el gran equipo de Tampa Bay de Tony Dungy, [Moss] no llegó a la comida antes del partido, estaba en su cuarto con sus amigos jugando videojuegos, y se le hacía tarde para ir al estadio... Entonces le pregunto, '¿Dónde has estado todo este tiempo? No fuiste a pasar lista en la comida del equipo, cuando no estás me llaman a mí para saber dónde estás. ¿Qué comiste antes del partido?' Me mostró una caja de tamales calientes y una Coca-Cola de dieta. Hizo pedazos a Tampa Bay. Ok, todo bien. Después fui con Denny Green y con el chef del equipo y les dije, 'escuchen, necesitamos tamales y refresco de dieta para todos porque sí funciona. Randy Moss".

Moss completó cuatro de cinco pases para 95 yardas y anotó dos touchdowns gracias a los tamales y la cola de dieta que ingirió horas antes.

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<![CDATA[James Harden es la nueva kriptonita de Golden State, no LeBron James ]]>https://www.vice.com/es_mx/article/8x84bp/james-harden-es-la-nueva-kriptonita-de-golden-state-no-lebron-jamesWed, 13 Sep 2017 16:55:44 GMTEn comparación con las demás estrellas de élite en la NBA a punto de arrancar la temporada 2017-18, James Harden es el mejor posicionado para derrocar a los Warriors de Golden State.

Un año después de haber arrollado a los demás 29 equipos de la liga con su calibre de MVP (29.1 puntos, 11.2 asistencias, y 8.1 rebotes por partido) jugando para una escuadra que terminó en tercer lugar en victorias y con el segundo mejor ataque de la NBA, los Rockets de Houston de Harden ahora cuentan con más talento, más balance y versatilidad.

"No", Harden sacude la cabeza ante la pregunta sobre las debilidades del plantel de este año. "Creo que nuestra directiva ha hecho un gran trabajo. Daryl Morey, Tad Brown, nuestro equipo técnico, todos han hecho un gran trabajo para satisfacer cada posición y asegurarse que tengamos suplentes para los suplentes en cada posición".

En teoría, los nuevos Rockets son nada parecidos a los rivales que los invencibles Warriors se enfrentaron la temporada pasada para ganar el campeonato. Son explosivos al frente y flexibles en la defensa, cuentan con un ataque habilidoso y combinaciones infinitas en las alineaciones que deberían garantizar el éxito en ambos lados de la duela. Si a esto sumamos que LeBron James cumplirá 33 años en la próxima primavera, y las dudas para reemplazar a Kyrie Irving en los Cavaliers de Cleveland siguen ahí, entonces el talento de Harden podría surgir como el obstáculo principal para que Gold State llegase a sus terceras Finales en cuatro años.

El surgimiento de Harden no es un fenómeno reciente —el jugador de 28 años ha estado ocupado en las últimas tres temporadas—. El pilar de la franquicia de Houston no tienen compañeros cuando se habla de su dependencia, eficacia, y habilidad para mejorar a aquellos que lo rodean. Desde 2005, nadie ha superado su éxito como el único ataque conformado por un solo hombre. LeBron James fue quien más se le acercó.

El compañero más exitoso de Harden en aquel entonces fue Dwight Howard, cuya racha de ocho partidos All-Star consecutivos culminaron en ese año, luego de mudarse a Atlanta la temporada pasada por el número de lesiones que sufrió. Harden nunca ha tenido a un Draymond Green, Klay Thompson, Kevin Durant o Steph Curry. Ni LaMarcus Aldridge o Gregg Popovich. Tampoco un Russell Westbrook, Paul George, Blake Griffin, Chris Paul, Kyrie Irving, o Kevin Love. Para Houston, Harden no sólo ha sido el agitador en la bebida, también los cubos de hielo, el vaso, y el jugo.

Harden perdió dos partidos de temporada regular en los últimos tres años, y durante ese lapso de tiempo lideró la NBA en puntos totales, minutos, intentos de tiro libro, y jugadas. Harden acumuló 1,057 minutos más que LeBron, 1,102 más que Curry, y 1,199 más que Westbrook (quien fue el único jugador con más tiempo de juego), mientras cargaba en los hombros a un plantel menos talentoso.

En resumen, Harden nos regaló uno de los actos individuales más impresionantes en la historia del basquetbol, y es una lástima que no lo haya culminado con un premio al Jugador Más Valioso. "Recién empecé", comentó Harden a VICE Sports. "No tengo tiempo de mirar atrás. No me voy a retirar, por eso todavía no miro al pasado".

Ahora contará con el apoyo de Paul —el armador premier de su generación que viene de su temporada de puntos más impresionante en su carrera digna del Salón de la Fama—. Con 32 años, Paul no será la mejor o más esencial pieza de su equipo por primera vez en toda su vida, pero su presencia abrirá por si sola más caminos para que Harden tenga un impacto positivo en el juego. Harden será más efectivo, su eficacia incrementará, sus pérdidas de balón se evaporarán, y su fatiga disminuirá.

"Creo que Chirs me va a ayudar", dijo Harden. "Puedo hacer más cosas sin el balón y ser más efectivo de esta forma: defendiendo, recortando y lanzando del balón".

James Harden
Foto de Thomas Shea-USA TODAY Sports

Los Rockets deberían ser capaces de arrollar a sus rivales en la temporada regular. A pesar de ser ya un equipo peligroso, el año pasado se dedicaron a limar las esquinas defectuosas con los fichajes de P.J. Tucker, Luc Richard Mbah a Moute, y Tarik Black; trajeron de vuelta de Nene, y retuvieron a Ryan Anderson y Eric Gordon, dos jugadores estabilizadores de la identidad que nacieron para ejecutar el sistema de Mike D'Antoi. Todos están a la altura para complementar el poder de la máxima estrella de los Rockets o mejorar su adaptabilidad en las labores defensivas o ambas.

Algo mucho más crítico que los 82 partidos de "calentamiento" de Houston es su funcionamiento en postemporada, particularmente en su enfrentamiento necesario contra los campeones defensores. "Ganaron dos de tres y han llegado a las Finales en tres años consecutivos, por eso creo que deberíamos esperar ese partido y derrotarlos", dijo Harden.

El año pasado, Harden solamente encestó el 14.7 por ciento de sus triples jugando contra los Warriors, su registro más bajo ante cualquier rival. Su media de puntaje también cayó a 21.8 puntos por partido.

En la temporada que se aproxima, Harden estará rodeado de defensas más competentes como Paul, quien puede crearse sus propios tiros y dirigir el ataque astutamente, y "The Beard" podrá liberar su ser más peligroso cuando más se necesite.

Con espacio, tiempo, y un plantel complementario que pueda sacar ventaja de la atención que atrae, Harden estará en la mejor posición de su carrera —similar a la que Curry ha vivido con Golden State desde su meteórico ascenso—. Aunque todavía falta verlos en la duela, Harden se refirió a su equipo de este año "por mucho" como los mejores Rockets desde que llegó a Houston cinco años atrás. Incluso se tomó la libertad de compararlo con el Thunder de Oklahoma City que llegó a las Finales en 2012.

"Los dos equipos son similares en cuanto a talento y versatilidad, una mezcla de veteranos y jóvenes jugadores. Ambos son muy, muy talentosos", dijo Harden. "Claro, la diferencia es que en ese entonces éramos más jóvenes".

Con esta plantilla, Harden podrá refinar su ataque sin ver a sus Rockets rezagarse en los dobles dígitos. Es un tipo de libertad que todavía le falta experimentar, menos predecible y más efectiva. También es uno de esos ajustes atemorizantes que veremos en la campaña 2017-18, y que posiblemente le dará un dolor de cabeza a los Warriors de Golden State.

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