Cómo el Mundial de 2002 se convirtió en el torneo más polémico en la historia reciente del futbol
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Polémicas mundialistas

Cómo el Mundial de 2002 se convirtió en el torneo más polémico en la historia reciente del futbol

La Copa del Mundo de 2002 es recordada como el torneo de Ronaldinho, Rivaldo and Ronaldo. Sin embargo, gracias a los árbitros, al gol de oro y Corea del Sur, también es considerada la más polémica en la historia reciente del futbol.

El Mundial de 2002 debería ser recordado como el torneo del menos favorito. Senegal derrotó a Francia en fase de grupos antes de eliminar a Suecia de los octavos de final. Turquía avanzó hasta la semifinal antes de perder por la mínima contra Brasil. Corea del Sur, la nación anfitriona, tuvo una racha que incluyó la eliminación de Italia y España. La final en Yokohama se disputaría entre Alemania y la Seleção, pero las sorpresivas derrotas en las rondas pasadas fue lo que llamaría la atención del mundo.

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Mientras tanto, las estrellas individuales del torneo vestían de amarillo: Ronaldinho, Rivaldo, y Ronaldo bailaban a través de las defensas con gracia inigualable rumbo a la victoria. Sin embargo, si preguntas a las personas cuáles fueron los momentos memorables del torneo, probablemente la mayoría pasará por alto los ocho goles anotados por Ronaldo, o incluso el famoso gol de Ronaldinho por encima de David Seaman. En su lugar es posible que recuerden las controversias más grandes de la Copa, la regla del gol de oro, y la incompetencia de los árbitros.

La primera decisión polémica del torneo ocurriría seis años antes, cuando Japón y Coreo del sur fueron elegidos como anfitriones del Mundial en el verano de 1996. Luego de haber presentado candidaturas rivales en un principio, ambas naciones recibieron por primera vez (hasta la fecha) la candidatura en conjunto, a pesar de que no contaban con la infraestructura necesaria. El hecho que Japón jamás había calificado a la Copa del Mundo provocó molestia en algunos, y surgieron dudas acerca de los problemas logísticos para los fans por las distancias de los recintos. Por otra parte, la diferencia en el huso horario obligaría a los fans del otro lado del mundo a ver los partidos en la mañana durante las horas de trabajo. Al ser la primera Copa del Mundo realizada en Asia, muchos acusaron a la FIFA de poner la conveniencia política sobre el interés de los seguidores.

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Las quejas de este tipo serían tachadas como exigencias eurocentristas, por supuesto, y la FIFA nunca se iba a arrepentir de explotar nuevos mercados. Al final, la cultura de los fans en Corea del Sur fue una grata sorpresa para muchos, incluso cuando el ánimo decayó en los japoneses luego de ser eliminados en octavos de final por Turquía. Bajo el cargo de Guus Hiddink, los coreanos superaron por mucho a sus rivales anfitriones.

La fase grupos se disputó sin mayores incidentes para los coreanos, quienes aseguraron victorias convincentes ante Portugal y Polonia, además de un empate ante Estados Unidos. Los portugueses se quejaron hasta el cansancio por las expulsiones de Beto y Joao Pinto, pero la verdad es que los "Demonios Rojos" habían merecido ganar y obtener el primer lugar de su grupo. En los octavos de final se cuestionó la justicia de las reglas cuando los coreanos derrotaron a Italia gracias al gol de oro que Ahn Jung-hwan marcó a tres minutos de la tanda de penaltis. Italia había dejado mucho que desear en el torneo, a pesar de contar con jugadores como Maldini, Cannavaro, Totti, Nesta, Inzaghi, Materazzi, Vieri, entre otros, pero la manera en que fueron eliminados dejó un mal sabor de boca en sus fans.

Fan italiano se lamenta en la Piazza Trieste e Trento por la eliminación de su selección// EPA Images / Ciro Fusco

Hiddink alineó a Corea del Sur con un 3-4-3 agresivo, y su presión provocó problemas serios a los Azzurri desde el principio. A pesar de que Christian Vieri estrenó el marcador a los 20 minutos, sus fans comenzaron a agitarse por la serie de faltas no marcadas a su favor. El árbitro ecuatoriano Byron Moreno permitió a los coreanos ejecutar su robusto plan de presión con impunidad. Obligaron a los italianos a regalar un gol en el último tramo del partido, antes de que Ahn Jung-hwan anotará el gol del triunfo en el tiempo extra. Por su parte, los italianos fueron víctimas de la increíble letanía de errores arbitrales. Franceso Totti fue expulsado por aventarse; a Damiano Tommasi le anularon un gol por supuesto fuera de juego; Choi Jin-cheul barrió con ambas piernas a Gianluca Zambrotta, y Kim Tae-young le tiró un codazo a Alessandro del Piero sin consecuencia alguna.

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En Italia, la gente se negó a reconocer que Corea del Sur había ganado el partido, y como acto de venganza, el coreano Jung-hwan canceló su fichaje a préstamo con el Perugia de la Seria A. Los encabezados alcanzaron proporciones bíblicas, y el renombrado periodista deportivo y comentarista Giorgio Tosatti escribió en Corriere della Sera: "Italia ha sido eliminada de una Copa del Mundo sucia en la que árbitros y auxiliares son utilizados como matones". Las teorías de conspiración comenzaron a surgir por todos lados, y Moreno fue investigado tiempo después por la FIFA. Sin embargo, en ese entonces Blatter insistió que se habían tratado de errores "humanos y no premeditados". La opinión imperante en Italia era que el partido había sido manipulado para mantener a la nación anfitriona en el torneo, y que las ambiciones de la FIFA en Asia estaban por encima de los resultados.

Cuando Corea del Sur eliminó a España en tanda de penaltis en cuartos de final, la furia de los medios europeos se multiplicó. En aquella ocasión el árbitro egipcio Gamal Al-Ghandour fue el centro de la polémica, luego de no contar dos goles legítimos. Paul Hayward de The Telegraph escribió: "El historial dice que los coreanos eliminaron a España en tanda de penaltis en Gwangju. El historial es una mentira y este torneo se convirtió en una farsa". La prensa española tampoco perdonó la infamia.

Corea del Sur celebra su triunfo sobre España // PA Images

Si Corea del Sur hubiese derrotado a Alemania en la semifinal, tal vez habríamos visto un levantamiento de armas. Por fortuna, no fue así. Michael Ballack eliminó a los anfitriones con un gol, dando fin a su inusual racha. Los jugadores coreanos fueron recibidos como héroes, a pesar de la evidente ayuda. En España e Italia sigue habiendo comentarios esporádicos de ira por las injusticias de aquella Copa del Mundo. Sin embargo, estos partidos son recordados con alegría en Corea del Sur, donde ningún tipo de quejas europeas puede quitarles el brillo a su mejor campaña en un Mundial .

@W_F_Magee