Qué importancia tienen los deportes ahora

Hace apenas tres días me estaba recuperando de otra derrota de los Jets de Nueva York sintiéndome un aficionado perdido y frustrado. Hoy es difícil imaginar como esa celebración tenía un significado para mí. Los deportes, por más que me dan para pagan mis cuentas, son esencialmente inútiles. A pesar de que pueden afectar gravemente tu estado de ánimo tanto de buena o mala manera —justo la semana pasaba teníamos los ojos llorosos mirando a los aficionados más ancianos de los Cubs disfrutar de algo que pensaron que nunca verían— tampoco significa nada en ningún sentido real. Los deportes no son amigos, ni familia, ni nada. No son diferentes a un libro sobre tu mesa de café que puedas agarrar y leer si así lo deseas. Siempre es así, pero pretendemos otra cosa porque es divertido verlo y quedar atrapado en ellos. De todas maneras, siempre lo hacemos. Sin embargo, en ocasiones el verdadero significado de un determinado juego, equipo o temporada se alinea con la realidad.

Ayer por la noche, Donald Trump fue elegido como el Presidente número 45 de los Estados Unidos de América. Fue algo increíble, de verdad. Una campaña que empezó con este hombre llamando violadores a los mexicanos, comprometiéndose a literalmente construir un muro en la frontera del país, y con la promesa de echar y prevenir que los musulmanes vivan en este país, terminó con la victoria. En el camino hizo y dijo muchas otras cosas terribles. Ahora procederá a tomar el mismo juramento que hizo Abraham Lincoln, un juramento —para preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos— en contradicción directa con prácticamente toda su campaña. Se siente como un momento crucial en la historia y de repente me importa un poco menos sobre cómo los Jets se comparan con los Rams de los Ángeles.

Aún veré a los Jets y los maldeciré cuando encuentren una espectacular e inepta manera de perder con el mediocre, Jeff Fisher, pero también suena raro que yo vaya a hacer eso. La incertidumbre de lo que esta elección significa para el país y para la gente, no es algo que pueda relacionar con otra cosa que haya pasado en toda mi vida. (Tal vez el 9/11, que es algo loco de decir acerca de una elección, pero aquí estamos). Ahora mismo es extraño trabajar en un sitio web de deportes. Parece raro y un poco inútil pensar que deberíamos pensar en sobre Skip Bayless, o para maravillarse de lo increíblemente tramposo que es Tom Brady, cuando la Suprema Corte está en manos de Donald Trump, cuando el elemento racista de este país haya elegido al polo opuesto del Presidente actual. Se siente raro y desalentador que una parte importante del país sienta exactamente lo contrario a lo que yo siento.

En algún momento la rareza inevitablemente se desvanecerá, y el día a día llegará a algo más normal. Simplemente, nuestra capacidad para tratar con mierda como esta es primordial y continuaremos con nuestra vida, porque es la única forma en la que funcionan las cosas, y también está bien. Y una gran parte de la forma en que lidiaré con esta mierda será a través del deporte. Al preocuparme demasiado de un equipo de futbol que se ha vuelto conformista. A través de mi irracional y personalmente preocupante amor por Alex Rodríguez. A través de continuar trabajando para un sitio web de deporte. Estas cosas son inseparables en mi vida diaria.

Hay muchas razones para reconocer la inutilidad que es ver a otras personas practicando deportes. Pero incluso si al hacerlo se siente menos importante en este momento, no va a dejar de ser importante, porque esa es la forma en que siempre han sido las cosas. Necesitamos que sea importante. Con el tiempo, las cosas van a volver a ser como eran, algo parecido a la forma en que estaban antes de ayer. Voy a estar furioso por algo tan estúpido que Skip Bayless dijo. Y voy a deleitarme al trocear a los aficionados de los Patriots, una vez más.

Porque en serio, a la mierda con esos tipos.