El Thunder de Oklahoma City es Russell Westbrook, pero también su dilema más complicado

Russell Westbrook fue el equipo del Thunder de Oklahoma City este año. Él solo llevó a la franquicia a ganar 47 partidos y a calificar a la postemporada con una convicción nunca antes vista y un nivel atlético impresionante. Ya sea que quiera admitirlo o no, el seis veces jugador All-Star hizo de todo a pesar de estar rodeado por un plantel defectuoso.

La NBA nunca antes había visto algo similar; ni de Michael Jordan, LeBron James o Allen Iverson. Westbrook domesticó el triple-doble con un porcentaje récord (41.7) de minutos jugados (la anterior marca pertenecía a Kobe Bryant, 38.7, en el año que anotó 81 puntos en un partido). Westbrook eclipsó a los Warriors de Golden State a pesar de que su equipo fue barrido por un total de 53 puntos en tres juegos. Dejó la historia en las sombras y normalizó lo imposible. Fue un año que nuestros futuros nietos escucharán hasta el hartazgo.

Pero después de la eliminación en cinco partidos a manos de los Rockets de Houston en la primera ronda de la postemporada que, hablemos con la verdad, debió ser más dispareja de lo que fue, Westbrook tiene algunas decisiones que tomar. ¿Podrá promediar 20, 20, 20 la próxima temporada y perderlo todo una vez más cuando más importa? ¿Acaso reprimirá sus instintos y confiará el balón a tipos como Victor Oladipo y Doug McDermott para el bien del equipo? Nada está claro.

Las preguntas más interesantes e importantes en estos momentos son para el gerente general del Thunder, Sam Presti, quien enfrenta uno de los dilemas más complicados de su carrera.

El Thunder no tiene cómo mejorar este verano. Gracias a un par de extensiones de contrato que entrarán en vigor para Steve Adams y Oladipo, el espacio en su tope salarial está lleno. Nueve contratos en la nómina del Thunder para el próximo año sobrepasan con cerca de 9 millones de dólares el tope salarial calculado, y esto no incluye a los agentes libres Taj Gibson y Adre Roberson, dos jugadores esenciales de la rotación que esperan un aumento.

Westbrook tiene 28 años, y su contrato le garantiza una temporada más antes de que su opción de compra de 30.6 millones entre en vigor. Presti es extremadamente bueno en lo que hace, pero convertir a este equipo en contendiente al título antes de que suceda es casi imposible. El mercado para Enes Kanter, incluso con un contrato casi por terminar, no es grandioso. Además, nadie ha levantado la mano para canjear a Oladipo o Adams.

Es probable que el Thunder ofrezca a Westbrook una extensión de contrato por cinco años y 220 millones este verano. Si es así, y si Westbrook lo acepta, entonces Presti tendrá más espacio para armar al equipo alrededor de su jugador franquicia. Si este año no se llega a un acuerdo de extensión, de todos modos su equipo debería tener espacio, al menos, para un contrato sustancioso en 2018, justo cuando se espera que DeMarcus Cousins, Paul George, LaMarcus Aldridge, y Carmelo Anthony se unan a Westbrook en agencia libre. Presti podría jugar sus cartas y esperar que algunos de estos jugadores fichara para el Thunder, pero incluso si otra estrella se sumara, Westbrook cumpliría 30 años. Muchas cosas pueden pasar entre el ahora y el entonces. Sus mejores años podrían haber desaparecido.

Lo cual nos lleva a otra alternativa escandalosa en caso de que Presti titubee para comprometerse con otro jugador estrella o Westbrook decida probar nuevos horizontes: un intercambio.

Este sería un error de proporciones mayores, y no sólo por el dominio de Westbrook sobre la duela. Russ provee mucho más que eso. Él solo le da relevancia al conjunto de Oklahoma que se traduce en ganancias, vende jerseys, provoca discusiones en torno al equipo y, después de la partido de Kevin Durant, se convirtió en el héroe de la franquicia.

Esta es sólo una razón por la que el Thunder no intercambiará a Westbrook, pero hablemos del porqué sí debería hacerlo.

Es irrefutable que Westbrook podría ser la fuerza revolucionaria en un equipo ganador de campeonatos. El problema es que gran parte de su juego depende de espacios en la duela, y sus extremidades le proveen el extra necesario para jugar como lo hace. Es fantástico verlo jugar, mientras goza de una ventaja física exorbitante sobre sus rivales. ¿Pero qué pasará cuando el cuerpo de Russ empiece a ir en picada? Nada dura para siempre, y el desgaste de su cuerpo es inminente para alguien que lo deja todo en cada uno de sus encuentros. ¿En qué punto Presti considerará canjear su mina de oro para reabastecer a su equipo y quedarse con una de las primeras cinco selecciones del draft de 2018?

De hacerse las cosas bien, el Thunder podría ascender justo en el momento que Golden State pierda su nivel letal en la Conferencia Oeste. La siguiente pregunta sería, ¿qué pueden obtener a cambio?

¿Los Timberwolves de Minnesota estarían dispuestos a soltar a Andrew Wiggins? ¿Los Bucks de Milwaukee a Khris Middleton, Thon Maker, y sus futuras selecciones de draft? ¿Los 76ers de Filadelfia se precipitarían en su reestructuración y ofrecerían todo menos a Joel Embiid? (La idea de ver a Westbrook y Embiid en su mejor estado físico nos hace agua la boca).

¿Acaso Magic Johnson levantará el teléfono y le rogará a Presti que haga lo que quiera? ¿O esperará un año más para ver a Westbrook convertido en agente libre? Lo mismo para Phil Jackson, asumiendo que aún ve partidos de la NBA: ¿Estaría dispuesto a entregar a un infeliz Kristaps Porzingis con una selección de primera ronda?

¿Los Nuggets de Denver pondrían a quien sea sobre la mesa, con excepción de Nikola Jokic? ¿Qué hay de los Celtics de Boston? No olvidemos la postura final de Pat Riley o la necesidad de Gregg Popovich para mantenerse al ritmo de Golden State.

La respuesta a la mayoría de estos escenarios hipotéticos es un "no". Westbrook no tiene la naturaleza de encajar en cualquier sistema o situación. Es más una fuerza demoledora que una que construye, y su cuenta regresiva comenzaría desde el primer momento que otro se adueñara de él. Sería una lucha contra el tiempo, con los tema de la agencia libre y el declive ligado a la edad en el horizonte, mientras que LeBron James y los Warriors siguen siendo los dos sistemas invencibles de la NBA.

Para algunos equipos no vale la pena. Para el Thunder, intercambiar a una de las figuras más confiables en la historia de la liga por un futuro incierto sería difícil de digerir. Una vez más, Westbrook es el Thunder. Puede que los dueños estén contentos por llenar su estadio todos los partidos y tener más victorias que derrotas. Con Russ en la duela, el Thunder volverá a estar en postemporada el siguiente año, e incluso hasta podría ganar una serie. Pero si Presti quiere trascender algún día, la idea de intercambiar a Westbrook podría ser la mejor opción.