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La transformación del cricket sudafricano

En Sudáfrica, donde la participación atlética cae a menudo en problemas racistas, se ha intensificado el movimiento para diversificar y transformar los deportes que originalmente eran para blancos.
NIC BOTHMA/EPA

VICE está cubriendo el lanzamiento de Global Goals para el desarrollo sustentable. En los próximos quince años, se pretende alcanzar tres tareas masivas: terminar con la pobreza extrema, combatir la desigualdad e injusticia, y arreglar el cambio climático.

Una tarde soleada de invierno, Thami Tsolekile llegó en su BMW negro a los campos de práctica de la franja este de Langa Township, a unos 15 minutos del centro de Cape Town. Los residentes de Langa bromean al decir que BMW significa "Black Man's Wish" (el deseo del hombre negro); el auto de Tsolekile es una señal de que ha alcanzado el éxito. Con 34 años, Tsolekile juega en la posición de wicket keeper para los Highveld Lions, en el nivel más alto del cricket doméstico. Durante la temporada, radica en Johannesburg; el resto del año llama a Langa su hogar.

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Después de jugar con el estéreo por un momento, Tsolekile sale de su auto y camina hacia la cajuela. Saca su mochila de hockey —Tsolekile fue alguna vez miembro del equipo nacional de hockey sobre pasto de Sudáfrica— y se une a sus compañeros de Langa Club en los reducidos vestidores que comparten con los oponentes; ese día la escuadra del suburbio de Fish Hoek.

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Junto a los vestidores está el salón de la fama improvisado de Langa, donde dos playeras de Tsolekile del equipo nacional comparten un cuadro: una camiseta sin mangas de hockey y la otra de cricket. Tsolekile es uno de solo siete jugadores de cricket negros de un total de 85 en haber jugado un partido Test, la versión más estimada de este deporte, como miembro del equipo nacional de Sudáfrica desde que la nación fue introducida al International Cricket Council en 1991 después de un castigo de 21 años por el apartheid. Su puesto con el equipo duró poco —solo tres encuentros en 2004— pero se consolidó como héroe de su ciudad.

La mayoría de los municipios en Sudáfrica fueron creados durante el apartheid, pero Langa se estableció antes en 1927, como una casa con dormitorios para hombres negros de clase trabajadora. Hoy en día, el municipio contiene una mezcla de chozas de madera cubiertas con hojas de aluminio, al igual que casas de personas de clase media y alta pertenecientes a doctores, abogados, y atletas profesionales como Tsolekile. Langa también es única porque ha generado un buen número de jugadores negros de cricket en los últimos años.

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Thami Tsolekile, izquierda, durante un partido Test frente a Inglaterra en 2004. Foto por Jon Hrusa/EPA

La participación deportiva en Sudáfrica muchas veces tiene que ver con la raza. A pesar de que el 80% de la población es negra, el maquillaje racial del equipo nacional de rugby no muestra señal alguna; los Proteas, el equipo de Test clasificado como el mejor del mundo, tiene a tres jugadores negros en su lista actual.

En Sudáfrica, el movimiento para desarrollar jugadores no blancos en los deportes para blancos, se le conoce como transformación. El tema de la transformación fue catapultado a la consciencia del público en 2014 cuando el ministro de deporte Fikile Mbalula amenazó con prohibir equipos nacionales con menos del 60% de jugadores negros. Sus comentarios se dieron después de que un estudio realizado por el ministerio mostrara que el número de jugadores negros en los equipos nacionales de cricket y rugby necesitaban incrementar tres veces para poder alcanzar la meta del 50%

En los últimos dos años, Cricket South Africa, el órgano rector de cricket, ha reinvertido en programas que buscan impulsar a más niños de raza negra a practicar este deporte, y a identificar a los que poseen más talento para competir en niveles de élite. Una parte integral de este plan es la creación de centros regionales que estarán vinculados a escuelas. El año pasado, la organización junto más del doble de su presupuesto, actualmente casi 1.4 millones de dólares. Pronto, habrá uno en Langa.

"Lo que Cricket South Africa está haciendo, como destinar dinero a las chozas, ayudará a hacer más pequeña la brecha", dice Siya Simetu, quien creció en Langa y jugó cricket a nivel profesional para las Cape Cobras. En su mayoría, los niños en estos lugares carecen de instalaciones, equipo, y de alguien que les enseñe a ser exitosos en el cricket. Con los centros regionales, Cricket South Africa espera resolver este problema. La solución puede que exija más que dinero de por medio.

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David Bogopa, un profesor especializado en desarrollo deportivo en la Universidad Metropolitana Nelson Mandela, dice que añadir instalaciones adecuadas a la mayoría de las chozas es una tarea engañosa. Por ejemplo, muchas escuelas fueron construidas durante el apartheid, cuando el programa para estudiantes negros no incluía educación física. "La infraestructura existente no permite la inclusión de campos de cricket dentro de las escuelas", dice Bogopa.

Una gran parte de los jugadores negros que han llegado al nivel profesional no fueron a escuelas municipales. Por ejemplo, Simetu fue a Bishops Diocesan College, una escuela privada en un área ostentosa de Cape Town. "Soy más privilegiado que gran parte de los chicos que juegan en Langa, al haber ido a una escuela para blancos y aprendido lo que se necesita para ser competitivo." Más del 35% de los jugadores del equipo nacional desde 1991 fueron a las mismas 10 preparatorias privadas, entre ellas Bishops.

Cricket South Africa ha comenzado a ofrecer becas para que los jugadores talentosos de las escuelas municipales puedan asistir a las diferentes escuelas que han producido profesionales exitosos. Aunque puede que esta sea la mejor táctica para desarrollar al siguiente Protea, solo atenderá a una pequeña fracción de jugadores. South Africa no tiene el mismo tipo de subestructura deportiva que existe en los Estados Unidos, donde los caza talentos buscan hasta por debajo de las piedras. Las probabilidades de recibir una beca son escazas, incluso para los jugadores más talentosos.

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De acuerdo al censo de Sudáfrica de 2011, casi el 80% de la población es de raza negra. Este fue el equipo nacional de cricket de ese año. Foto por Jon Hrusa/EPA.

El elemento más controversial de la estrategia de Cricket South Africa para incrementar el número de jugadores negros es la implementación de un sistema de cupo. En 2004, los cupos fueron introducidos en los niveles más altos del cricket doméstico, exigiendo que los equipos alinearan como mínimo cuatro jugadores de color, pero no necesariamente cuatro africanos negros. Los cupos han incrementado a través de los años. Para la temporada que se avecina, los equipos deben tener al menos seis jugadores de color en sus planteles, entre ellos al menos tres africanos negros.

Los cupos parecen estar funcionando: la temporada pasada, cerca del 25% de jugadores profesionales eran negros, un número que excedió la meta del Cricket South Africa del 18% de jugadores de color. Aún así, ha habido casos de lo que parece ser formulismo. Cuando Simetu fue llamado por las Cape Cobras para un torneo de un día en 2013, vio muy poca acción en los cuatro juegos disputados, y fue el único jugador cuyo nombre no apareció en las playeras que el equipo hizo después de ganar el evento.

No hay cupos cuando se trata de cricket internacional, aunque según un reporte del Sunday Times asegura que Mbalula presionó al entrenador de los Proteas para que incluyera a un jugador negro lesionado en la lista para la Copa del Mundo en lugar de un jugador blanco. Muchos expertos aseguran que escoger a un jugador negro sobre uno blanco basándose en el color de la piel en lugar de los méritos podría ser una señal de fracaso.

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Algunos citan la historia del cricket de Zimbabue cuando hablan del sistema sudafricano de cupos. Más de una docena de jugadores blancos se negaron a jugar para el equipo nacional de Zimbabue después de que se instalara un estricto sistema de cupos para la temporada 2000-01. Después de eso, la calidad del cricket en Zimbabue bajó drásticamente. Actualmente, Zimbabue está clasificada en el último lugar de los países que juegan Test cricket.

No obstante, Simetu sigue apoyando los cupos, especialmente en los niveles más bajos. Una de las razones por las que las escuelas privadas son capaces de producir jugadores de manera tan prolífica es por la calidad de competencia. La falta de acceso a instalaciones, equipo, y transporte, desde luego que contribuye al declive en la competencia a la que se enfrentan los jóvenesjugadores negros, pero también la falta de interés.

Un niño jugando en Langa, en donde al igual que otros distritos el futbol es el rey. Foto por Nic Bothma/EPA

El futbol le pertenece a la mayoría de los distritos, entre ellos Langa. Si entras a un shenbeen —bares donde las mujeres aún preparan cerveza de maíz tradicional— y le preguntas a un grupo de clientes sobre cricket, no recibirás respuestas muy alentadoras. Menciona la Liga Premier de Futbol de Sudáfrica y es otra historia. La gente llena los bares para ver los partidos y la calles están plagadas de niños jugando futbol.

Porto Gobodo creció jugando cricket en Langa. Su equipo fue patrocinado por el Western Province Cricket Club, así que tenían todos los recursos necesarios para ser exitoso. Sin embargo, muchos de sus amigos estaban más interesados en jugar futbol. Gobodo, con 32 años, nació cuando Sudáfrica estaba aún bajo el apartheid; el futbol era el único deporte que los atletas negros podían practicar a nivel profesional. "El futbol está más asociado con el dinero", dice Gobodo. "En cricket tal vez uno de cada diez lo logre, pero en el futbol tal vez sean nueve de cada diez."

A pesar de ello, el cricket en Langa parece progresar. Lifa, de 12 años de edad, vive en una de las áreas pobres de Langa. Comenzó a jugar cricket en la calle con sus amigos, y fue invitado por un entrenador para que se uniera a su equipo. Lifa explica que es motivante ver a tipos como Thami Tsolekile paseándose por el barrio. Al final del año, se organizará el segundo festival anual de cricket. Si Cricket South Africa pretende cumplir las metas del ministerio, otros distritos necesitarán acoger este deporte. Los jugadores de Langa no podrán transformarlo por sí solos.