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aprender a caminar de nuevo

Aprender a caminar de nuevo: así es volver al baloncesto tras un cáncer

El jugador estadounidense de baloncesto Kyle Kuric, del Herbalife Gran Canaria, ha superado tres intervenciones quirúrgicas por culpa de un tumor cerebral y prepara su inminente retorno a las pistas.
Imagen vía Youtube

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La pesadilla empezó con una fuerte migraña la noche anterior a un partido de la Liga Endesa. Hace poco más de cinco meses que Kyle Kuric, jugador de baloncesto del Herbalife Gran Canaria, recibió una noticia devastadora: tenía un tumor cerebral y necesitaba una intervención de urgencia.

"Las cosas pueden cambiar muy rápido. Siempre debes apreciar lo que tienes", asegura el propio Kyle en un vídeo distribuido por el equipo.

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"Hubo un momento en que no supimos si iba a sobrevivir", recordaba la madre del jugador desde Estados Unidos. Su hijo estuvo un tiempo en coma inducido después de la segunda operación. "Creo que es la vez que he estado más cerca de un milagro", aseguró Steve Kuric, padre del jugador y neurocirujano en un hospital de Louisville, Kentucky.

Cinco meses después, Kuric ha vuelto a vestirse de corto para disputar un partido de baloncesto, cerrando así una recuperación maravillosa en un tiempo récord. El estadounidense, de 26 años, tuvo que empezar de cero después de su última intervención el 30 de noviembre.

"No fue nada sencillo, tuve que levantarme y aprender a caminar de nuevo", explica el jugador.

A mediados de diciembre, Kuric pisó por primera vez el pabellón de entrenamiento de los canarios para recibir los abrazos y ánimos de sus compañeros. Poco a poco volvió a recuperar la movilidad y no tardó mucho en arrancar su trabajo en el gimnasio para recuperar la masa muscular y la coordinación perdida durante el proceso.

El calor de su familia, compañeros y afición siempre le acompañó, y el jugador recibió numerosos homenajes tanto en España como en Estados Unidos. Aún así, la suya iba a ser una historia de superación tremendamente personal: "La gente puede estar a tu lado, pero nadie puede andar el camino por ti".

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Recuerdo ver a Kyle en febrero en A Coruña durante la celebración de la Copa del Rey 2016. Era el día de la gran final y él saltó a la pista en solitario, una acción que probablemente ilustraba la dura rutina de sus últimos meses en Gran Canaria.

No había casi nadie en el Coliseum coruñés, pero el episodio fue uno de las más bonitos de la Copa del Rey. Kyle estaba cerca de volver a entrenar con normalidad, había recuperado el tono físico y jugaba con la pelota con la misma ilusión de un niño con un juguete nuevo en navidad.

Kyle Kuric 'jugando' con la canasta antes de la final de la Copa del Rey 2016 en A Coruña. Foto de Guille Álvarez

Le saludé rápidamente para felicitarle por su recuperación: él contestó con una sonrisa de oreja a oreja que no requería palabras, muy escasas para un tipo bastante tímido. Estaba feliz de estar allí, de sentir el crepitar del parqué, el swish de la red, el tacto del balón, la atmósfera de una final de Copa que era tan suya como de sus compañeros.

Los canarios perdieron esa final ante un gran Real Madrid, pero la victoria de Kuric estaba muy cerca y él la visualizaba en medio del coliseo vacío. El pasado 10 de marzo, el jugador volvió a entrenarse junto a sus compañeros dando otro paso de gigante: ahora, desde el pasado sábado, tiene el alta médica… y puede 'debutar' de nuevo.

"Necesitaba ayuda para ponerme en pie y eso me hizo darme cuenta de lo lejos que estaba de volver a jugar. No hay muchos jugadores, si es que hay alguno, que hayan pasado por lo mismo", recordó en su primera rueda de prensa tras la operación. La timidez se había desvanecido un poco: Kyle, de alguna manera, había vuelto a nacer.

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Kuric lanzando junto al Chacho Rodríguez en los minutos previos a la final entre Gran Canaria y Real Madrid. Foto de Guille Álvarez

"Hey Kyle, estoy muy contento de verte por aquí", le dijo Sergio Rodríguez, que se acercó al estadounidense antes de iniciar el calentamiento con el resto de compañeros del Real Madrid. Uno tras otro, los jugadores blancos que iban saliendo del túnel guardaron un minuto para saludar Kuric, que seguía con esa sonrisa grabada, contento de sentir el calor de sus colegas de profesión, de ver por fin la luz al final del túnel.

El pasado jueves, en el partido de Eurocup ante el Galatasaray SK turco, Kuric aún no tuvo la oportunidad de disputar minutos. Es cuestión de días, aunque no hay ninguna prisa: su entrenador, el gran Aíto García Reneses, aseguró a principios de marzo que su jugador no tenía un período fijado para su retorno.

Hace apenas cuatro meses, el estadounidense salía de su tercera intervención quirúrgica, que le sirvió para reconstruir su bóveda craneal. "Quizás algo salga mal y es la última vez que puedes ver a todo el mundo", comentó sobre los riesgos de la operación. La vida le ha sonreído.

Kyle Kuric entrena con un protector en la cabeza, ya que cualquier golpe tras la intervención puede ser muy delicado. Imagen vía CB Gran Canaria

El joven jugador de Evansville (Indiana, 1989) no recuerda demasiado el proceso, solo que todo fue muy rápido y que recibió la ayuda de todos. "Mi nivel de percepción no era muy bueno, así que tengo recuerdos difusos", explica.

Cuando despertó del coma se pensaba que iba a poder jugar el fin de semana siguiente a la operación, pero al querer levantarse de la cama se dio cuenta de la magnitud de la enfermedad. "Tener que pedir que te ayuden para salir a caminar es algo muy duro", asegura.

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El jugador estuvo más de un mes ingresado en el centro médico Teknon de Barcelona, donde recibió un apoyo masivo y, en concreto, la ayuda de los jugadores del FC Barcelona Lassa y sus esposas, que estuvieron a su lado durante el largo proceso de recuperación. "Nos encargaban la comida porque Taraneh [la esposa de Kuric] no quería dejarme solo", recuerda.

Ahora, cinco meses después, la familia canaria sonríe junto a Kyle Kuric, que ha conseguido la victoria más importante: derrotar al cáncer y luchar por lo que más quiere.

"Cuando algo malo te sucede tienes dos opciones: dejar que te destruya o hacer que te fortalezca", sentencia el jugador.

Sigue al autor en Twitter: @GuilleAlvarez41