Ronda Rousey habla sobre su retiro, y de llegar a la prestigiosa lista de Donald Trump

Ha sido un año largo y tranquilo para Ronda Rousey y para nosotros. Duranto varios años parecía como que no podíamos escapar de la pionera de las MMA. Por donde quiera que —en la jaula, en programas de televisión, incluso en las películas— allí estaba: una embajadora de las MMA, un torbellino de promoción, la primera verdadera estrella de este deporte, la elegida para apoderarse de la cultura popular. Luego, en noviembre pasado, fue noqueada por Holly Holm, perdiendo su cinturón y su aire de invencibilidad, lo que fue como si una luz se apagara. Aparte de la ocasional entrevista confesional o su aparición en la alfombra roja en Hollywood, Rousey mantiene el silencio y se retiró en algo parecido a la normalidad durante 365 días completos. Todos dudamos si alguna vez volveríamos a verla en el octágono. En primer lugar lloramos y, finalmente, nos ajustamos a una vida sin Ronda, atrapados ahora en un mundo dominado por McGregor.

Sin embargo, esta mañana, el viejo mundo parecía acomodarse de nuevo en su lugar. Ahí estaba Rousey en el sofá de su programa favorito de televisión, The Ellen DeGeneres Show, charlando sobre su vida amorosa y su "Club de tejido de Hollywood" (parte de lo que la ex campeona llama "plan para el Apocalipsis", porque si no sabes tejer cuando el fin del mundo llegue, "¿cómo vas a conseguir ropa?"), y su preparación para su largamente esperada pelea de regreso contra la actual campeona de peso gallo, Amanda Nunes, el 30 de diciembre en el UFC 207, preparación que incluye trepar árboles. Fue el típico y alegre programa matutino con bromas entre una comediante de stand-up y una peleadora profesional.

Ellen incluso mostró al público el nombre de Rousey en las páginas del New York Times dentro de una lista con cientos de personas, lugares y cosas que el candidato Republicano, Donald Trump, ha insultado vía Twitter desde que declaró su candidatura. "No es una buena persona" Trump escribió sobre Rousey en noviembre del año pasado, lo que parece caer de forma civilizada en el espectro de insultos de Trump hasta que te das cuenta de que el magnate de bienes raíces —y, vale la pena repetirlo, candidato presidencial del partido Republicano— hizo tal publicación menos de 24 horas después de la desgarradora derrota de Rousey frente a Holm. "Encantado de ver que @RondaRousey perdió su pelea de campeonato anoche", dice el resto de la publicación. Así es el Donald que hemos llegado a conocer.

Pero en este momento, el estar en una lista de enemigos de Trump no es nada nuevo. Lo que si fue noticia, fue el anuncio que hizo Rousey sobre que su pelea con Nunes será una de las últimas. A la tierna edad de 29 años, pero después de seis años en las artes marciales mixtas y una vida entera como peleadora, Ronda dijo que va a poner punto final más pronto de lo que parece.

"No por mucho", respondió Rousey cuando Ellen le preguntó cuánto tiempo más estará peleando. "Le pondré fin pronto. Definitivamente esta es una de mis últimas peleas. Todo el mundo debe estar atento porque este espectáculo no va a estar ahí para siempre".

Lo que hace que el anuncio de Rousey sea de particular interés mediático es la manera con la que se anunció. Si hubiera llegado como la última vez que estuvo en el programa de Ellen, no mucho después de su derrota por nocaut, cuando admitió que pasaba por una crisis existencial e incluso había tenido pensamientos suicidas, probablemente lo hubiéramos descartado como parte del proceso de recuperación post-traumático. Pero está mañana apareció feliz, brillante y llena de vida. Estaba "radiante", como Ellen lo dijo. Había desaparecido la voz cortada y el rostro triste, las lágrimas y la desesperanza estaban en el pasado, sustituidos por el brillo de una mujer que se declaraba al mundo con la cabeza clara de que su renacimiento ha llegado justo a tiempo para el final de su carrera. Se podría decir que son tiempos extraños para una resurrección, pero después de años en Hollywood, después de innumerables victorias dominantes en el primer round, y después de sufrir uno de los más famosos golpes de gracia en la historia de las MMA, Ronda Rousey ha aprendido un par de cosas sobre cómo hacer una salida.