Tenía que pasar, ¿cierto? Y aún así nadie creía que pudiera realmente pasar. Pero en la tarde de este martes en Zurich, Suiza, Sepp Blatter (a solo cuatro días de su reelección) renunció como presidente de la FIFA."He decidido competir otra vez y ser elegido, porque estaba convencido de que era la mejor opción para todo el futbol". Blatter dijo a través de un intérprete en una atiborrada conferencia de prensa. "Las elecciones han terminado, pero los retos que la FIFA enfrenta no han llegado a su fin. La FIFA necesita una profunda reestructuración. Aunque los miembros de la FIFA me han dado un nuevo mandato, y me han reelegido como presidente, este mandato parece no ser apoyado por todos en el mundo del futbol—fans, clubs, jugadores—aquellos que inspiran la vida en el futbol tanto como nosotros lo hacemos en FIFA. Es por eso que convocaré a un congreso extraordinario y dejaré mi función".La alegría y el alivio se derramaron de inmediato en Twitter. No solo es el hecho de que Blatter esté renunciando lo que resulta tan encantador para los fans del mundo. Blatter admitió que "la FIFA requiere una profunda reestructuración". Para los observantes cercanos a este deporte, esto ha estado a la vista por años. Pero aparentemente no era tan obvio para aquellos dentro de la organización. La idea de que la institución que gobierna el futbol pueda ser reconstruida y convertida en una organización dignificada es algo que los fans han estado soñando. Que Blatter admita que la estructura está rota, es en una sola palabra, enorme.La FIFA ha estado en una supuesta reforma creada por organizaciones independientes y auditores desde 2012, pero Blatter dijo que estas "ambiciosas y profundas reformas" fueron "insuficientes".Inmediatamente después de los señalamientos de Blatter, Domenico Scala, jefe del "Comité de Auditoría y Cumplimiento" de la FIFA, subió al podio para describir más de lo que pasaría tras este anuncio. Además de la elección de un nuevo presidente (que se realizará en algún momento entre diciembre y marzo del próximo año), Scala señaló, "nada estará fuera de la mesa, incluyendo la estructura y composición del comité ejecutivo y la forma en que los miembros son elegidos. Espero que esto sea un aspecto importante de estas reformas. Como dije hace un año, la estructura del comité ejecutivo y sus miembros están en el centro de los problemas que la FIFA enfrenta actualmente".Pero en el nuevo rol de Blatter como presidente que va de salida, ¿quemará realmente las naves y sentará los cimientos para algo nuevo y puro? Hay razones para ser escépticos. Por un lado, todos los escándalos en los que la FIFA se encuentra actualmente comenzaron bajo el mandato de Blatter. ¿Debemos creer que su último movimiento como presidente es para limpiar este desastre? ¿Su desastre? Y además, Scala es el mismo hombre que estaba a cargo de la supuesta reforma que está realizándose en FIFA desde 2012. ¿Sigue siendo él la entidad independiente que reestructurará la organización y traerá un cambio fundamental?, ¿o estará muy cerca de la porquería como para salir salpicado?Como fans, obviamente esperaremos lo mejor. Esperaremos que Blatter finalmente haya decidido tomar acciones para corregir esto. En sus declaraciones de este martes, él lucía en ocasiones apenado, pero principalmente triste."He pensado sobre mi presidencia, y los últimos cuarenta años de mi vida", dijo Blatter al inicio de su anuncio. "Estos años han estado muy relacionados con la FIFA y este hermoso deporte del futbol. Aprecio y amo la FIFA más que nada. Y solo quiero hacer lo mejor, para el futbol y la FIFA".La verdadera reforma dependerá de una sola cosa: ¿Cuánto valorará Blatter su legado?
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