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conmociones cerebrales

No, un nuevo examen de sangre no va a resolver el problema de las conmociones cerebrales

Cálmense, amigos
Image courtesy of Quanterix Corporation

Los protocolos contra conmociones cerebrales de nuevo han estado bajo escrutinio esta temporada; los fanáticos criticaron el trato que se le da a los jugadores, y en el caso de Cam Newton, la crítica fue para las revisiones realizadas por la liga.

El jueves, el Wall Street Journal publicó una nota titulada, "Una revolución para diagnosticar conmociones en la NFL", sobre una nueva investigación que "da esperanzas de que eventualmente una prueba de sangre para conmociones cerebrales sea tan objetiva como diagnosticar el colesterol alto o un ataque al corazón". El artículo se enfoca en una publicación científica que pronto se publicará en Neurology que, según el WSJ, descubrió que "una pequeña muestra de sangre, tomada seis horas después de un impacto severo, puede ser evaluada con la máquina Quanterix para determinar si la víctima de la conmoción podrá regresar a la acción dentro de los siguientes 10 días o si deberá quedarse inactiva durante varias semanas".

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La NFL —junto con todos los demás deportes y categorías que tienen que enfrentarse a temas de trauma a la cabeza— se enfrenta a dos interrogantes principales cuando se trata de evaluar casos particulares: 1) ¿Este jugador tiene una conmoción cerebral? (conocido también como las pruebas en el campo) y 2) Si sí la tiene, ¿cuándo debe regresar a jugar? Este nuevo examen de sangre, según lo describe el Journal, no responde la primera pregunta ni de cerca, y solo ayuda parcialmente a responder la segunda.

En enero pasado escribí un texto titulado "¿Las promesas de los exámenes de sangre para conmociones se están adelantando a la ciencia?", en el que hablaba justamente de la misma empresa de biotecnología, Quanterix, que protagoniza el nuevo estudio. El CEO de Quanterix, Kevin Hrusovsky me dijo que la prueba mostró su efectividad a partir de 45 minutos posteriores al impacto —es decir, que la sangre tiene que ser extraída 45 minutos después del impacto para dar tiempo a que los biomarcadores crucen la barrera cerebral y circulen en el torrente sanguíneo. Es decir, que el examen tiene que realizarse entre 45 minutos y seis horas después del impacto (para no hablar del tiempo que toma el examen en sí), lo que la descarta como una herramienta diagnóstica en el campo. Un jugador con una conmoción debe ser sacado del juego de inmediato, no 45 minutos después.

La NFL no necesita una prueba nueva. Las conmociones son, en general, muy sencillas de diagnosticar. Las personas que las padecen no pueden hacer trampa en un examen de memoria, ni siguiendo un dedo con la mirada. El problema al que se enfrenta la NFL no es si las conmociones son diagnosticadas con precisión, sino si a los jugadores los sacan del campo para hacerles la prueba. El problema seguirá sin importar el método utilizado para realizar la prueba porque al final tiene que ver con las personas que toman las decisiones acerca de la salud del jugador y sus prioridades.

En cuanto al tema de volver al campo, el nuevo examen no ayuda con eso tampoco. De nuevo, a juzgar por la descripción en el Journal, la prueba determina si los síntomas del jugador se irán pronto o si permanecerán durante semanas. Esto es algo que los doctores bien capacitados pueden determinar con exámenes de rutina. La sensibilidad a la luz, los dolores de cabeza persistentes, los problemas para concentrarse, etc., todos pueden determinarse a través de las revisiones. Además, no parece como que el examen sea capaz de determinar cuánto tiempo persistirán los síntomas, y dado que sólo puede realizarse dentro de las primeras seis horas de la lesión, deja sin respuesta la importantísima pregunta: ¿cuándo puede volver un jugador al practicar su deporte?

Esto no quiere decir que el nuevo estudio y el examen de sangre son inútiles. Para nada. Pero es útil para temas de investigación en realidad, no para diagnósticos prácticos. Esto escribí en enero pasado:

"Aproximadamente cuatro de cada cinco víctimas de trauma a la cabeza regresan rápidamente a su vida normal. Los pacientes restantes no podrán volver al trabajo o la escuela y su vida estará descarrilada como resultado de la lesión. Los investigadores actuales no tienen manera de saber si un paciente dado estará entre el 80 o el 20 por ciento hasta pasados los primeros días o semanas. Esto hace que investigar remedios, terapias o tratamientos potenciales resulte casi imposible, dado que el 80 por ciento de la población potencial mejorará por sí sola. Un examen de sangre que diga si alguien está en el grupo de los 80 o en el 20 por ciento podría cambiar todo esto".

Ese es exactamente el problema que este examen de sangre está resolviendo: puede informar si una persona estará en un grupo porcentual o en el otro, de manera que los investigadores pueden estudiar a aquellos que forman parte del grupo del 20 por ciento. Si estás en el campo de la investigación de lesiones cerebrales, es una gran noticia, pero quizá no sea tan importante para todos los demás. Tal vez, más adelante, esto lleve a descubrimientos importantes acerca de lo que hace que una persona esté en el grupo del 20 por ciento y maneras de ayudarlas, pero todavía falta mucho camino.