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deportes digestivos

Beer Mile: ¿Quién dijo que la cerveza y el deporte eran enemigos?

Para conmemorar el Día Internacional de la Cerveza sin remordimientos, te traemos una genial forma de hacerlo sin perder la figura.
Foto: Foter

De un tiempo para acá, nos hemos encargado de celebrar todo tipo de cosas. No hay día en el calendario que pase desapercibido sin algún tipo de festejo. Los hay de todo tipo, desde los más celebrados como el imprescindible Día de las Madres, hasta los más patéticos y divertidos como el día del espagueti (4 de enero) y el día de las peleas con almohadas (6 de abril).

Sin embargo, existe un día del que nadie se queja y que la mayoría esperamos con ansias (algunos hasta lo tiene marcado en su calendario, a pesar de celebrarlo todos los fines de semana): el 5 de agosto, Día Internacional de la Cerveza.

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Ah, porqué prescindir de la cerveza, chela, fría, birria, cheve, rubias, como quieras llamarle, cuando tiene el poder de curar todos tus males, especialmente después de una larga y estresante semana de trabajo.

Pues sí, resulta que tenemos que agradecerle a la Madre Patria por haber inventado, en 2007, el mejor pretexto para emborracharnos. Los españoles fueron los primeros en alzarse en armas y proponer un día dedicado a la bebida más popular del mundo. De verdad, se los agradecemos.

A pesar de la gran popularidad de la bebida, hemos sido bombardeados con falsos, y no tan falsos, rumores de que la cerveza engorda. Para muchos de nosotros no es algo que nos quite el sueño, pero una vez que decides cambiar el rumbo de tu vida sedentaria y te calzas los tenis que tenías arrumbados en el armario para darle al gym con todo, el dilema de tomar o tomar suele desquiciar a los amantes del néctar de los dioses.

Pero qué pasaría si te dijera que la cebada fermentada y el ejercicio en realidad pueden convivir mejor de lo que te imaginas. La solución a nuestro dilema existencial se llama Beer Mile, y como su nombre lo sugiere, involucra correr una milla y degustar tu bebida favorita.

De acuerdo con el sitio oficial de la competición, Beer Mile pertenece al ramo de los "deportes digestivos" y basta tener cuatro latas de cerveza en mano, alguien que te tome el tiempo, y un valiente concursante dispuesto a correr un cuarto de milla después de tomarse una lata de cerveza.

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Existen muchas versiones de la competición y excepciones a las reglas, pero la modalidad más practicada, y la más sencilla, requiere que los concursantes completen cuatro vueltas —cada una de un curato de milla— después de tomar una lata completa de cerveza. El preciado líquido sólo puede tener la forma de una lata y no puede tener menos de 355 mililitros. Los contenedores especiales, o que puedan presentar una ventaja a la hora de tomar, tampoco son permitidos. Por si fuera poco, el porcentaje mínimo de alcohol de cada lata no debe ser menor al 5 por ciento.

Y si te habías preguntado qué pasaría en caso de que tu estómago no pudiera aguantar tanto movimiento y líquido a la vez (en otras palabras, vomitar), no hay de qué preocuparse, ya que una de las reglas estipula que el competidor se vería forzado a completar una vuelta extra al final de sus cuatro latas, sin importar el número de veces que decida liberar la presión de su estómago.

Al igual que todo proceso histórico, Beer Mile fue el resultado de un conjunto de alcohólicos entusiastas y acontecimientos de la casualidad que tiene su origen en los campus universitarios de Estados Unidos, Indonesia y Canadá. Se cree que gracias al surgimiento del internet y las redes sociales, el intercambio de información hizo posible que en la década de los 90 un grupo entusiasta de Ontario, Canadá, diera forma a las primeras reglas de la competición. A partir de aquel esfuerzo en conjunto, Beer Mile fue sumando seguidores en todo el mundo, y lo demás es historia.

Si tenías remordimiento por celebrar al máximo el cumpleaños de la bebida alcohólica más consumida en el mundo, piensa que siempre podrás quemar aquellas calorías de más mientras experimentas uno de los mayores placeres que la vida nos ha regalado.