Twitter / @miseleccionmx
Esta crónica iba a empezar así: "México consiguió un resultado histórico en la Copa Confederaciones, el tercer lugar que es más consolación que premio, ante el campeón de Europa". Ante la escasez, esto se habría celebrado por lo alto. Pero no, el tiempo agregado cambió la historia, México estaba a punto de vencer con un gol del rival en propia puerta cuando un gol de último minuto reglamentario de Portugal mandó el partido al alargue. Era demasiada suerte, de acuerdo al guión acostumbrado, y el resultado final fue tan decepcionante como lo han sido las últimas instancias definitivas para este equipo.Los goles de Alemania mataron el entusiasmo que había crecido tras un par de partidos en Rusia, el ánimo volvió al punto inicial, en donde todo se cuestiona y se exige el puesto del técnico. Sin embargo, un penal detenido por Guillermo Ochoa, aconsejado por Raúl Jiménez, metió a México a un partido que nunca dominó.En un estadio repleto, extraño en esta Copa, los rusos eligieron su lado y fue el tricolor. También como es costumbre, la abrumadora afición nacional que sigue a este equipo a todas partes y se pone la camiseta sin importar qué tan humillante fue la derrota anterior no sirvió para alentar a la victoria. La frustración de un par de minutos que derrumban las celebraciones se hizo presente.Guillermo Ochoa hizo lo suyo ante la delantera portuguesa siempre amenazante, salvó dos o tres veces del empate, pero no pudo hacer más con el remate acrobático de Pepe, con la complacencia de Layún, a dos minutos del final del tiempo reglamentario. La historia empezó a parecerse más al guión que rodea a la camiseta verde y en el tiempo extra se concretó con un penal tras la mano de Layún en el área, en la que esta vez Ochoa nada pudo hacer con el disparo potente y colocado de Silva.Una expulsión por lado y México terminó el partido desesperado, encima del rival hasta con el arquero, pero sin orden y sin técnico en la banca. Juan Carlos Osorio perdió la cabeza en el reclamo de un penal sobre Héctor Moreno y fue obligado a ir al vestidor antes de tiempo. El técnico colombiano volverá a abrir el paraguas para resistir a la lluvia de críticas porque desde la FMF ha recibido respaldo para continuar el camino de regreso a Rusia el próximo año. No hubo medalla ni consuelo, México pone punto final con muchas notas al pie de la historia de siempre.
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