Los Spurs necesitan ajustar su alineación titular lo más pronto posible

Dos cuartos jamás serán suficientes para crucificar toda una filosofía de un equipo de la NBA, particularmente si dicho equipo viene de una racha de 61 victorias en la temporada. Sin embargo, en los playoffs, donde una racha devastadora puede cambiar la dinámica de toda una serie, la paliza de 27 puntos de diferencia de los Rockets de Houston sobre los Spurs de San Antonio en el Juego 1 es algo muy parecido.

A los Spurs les encanta salir a la duela con dos jugadores altos al mismo tiempo; alineación que cada vez más equipos evitan. Esto no quiere decir que San Antonio esté equivocado o que una alineación con jugadores más bajitos es el ideal platónico del basquetbol, pero es ilógico argumentar a favor de un estilo de juego que limita las oportunidades de triples, en especial ante un rival que trata el arco de la duela como los puercos tratan un abrevadero.

Los Rockets juegan como jugaron en el Juego 1. Tiraron 50 triples y encestaron el 44 por ciento de ellos. James Harden incineró a los grandulones que se cambiaron de posición para marcarlo a 30 pies de distancia del tablero. Lou Williams, Patrick Beverley, y Eric Gordon se desaparecieron por dos horas.

LaMarcus Aldridge y David Lee se vieron superados por 23 puntos durante los 17 minutos que disputaron juntos. Aldridge y Pau Gasol fueron superados por 13 puntos en ocho minutos; Dewayne Dedmon y Gasol por cinco en cinco minutos, etcétera. Se trata de un problema anticipado ampliamente antes de arrancar la serie, pero que pocos predijeron que San Antonio estaría atrás por 39 puntos en su propia casa el lunes por la noche.

El excelente paso de Houston no durará toda la serie, pero los intentos serán sostenibles a menos que se presenten cambios. Poco de esto importa si Aldridge y los otros grandulones de San Antonio no pueden generar eficiencia a la ofensiva en los postes; es decir, si Gregg Popovich decide mantener una alineación con jugadores de altura.

Hacerlo sería una testaruda decisión. Después de que la robusta disciplina defensiva y el físico de Kawhi Leonard llevaran a los Spurs a otra temporada regular exitosa, la franquicia de San Antonio se encontró no del todo preparada para postemporada una vez más. Leonard, ya probablemente el jugador más completo en el mundo, tiene lo adecuado para dominar los espacios por completo.

Leonard puede abrir la cancha, defender a jugadores más grandes, y mantener a los suyos en los tableros. Hay desventajas al poner a Leonard de tiempo completo como cuatro, pero no significa que debería pasar el 93 por ciento de sus minutos como delantero pequeño. Si la temporada regular es un laboratorio, los Spurs deberían ocuparla para experimentar ajustes con grupos más pequeños, y proclives a los relevos, que le permitan a Leonard ocupar más espacio del otro lado de la duela.

Es evidente que la estructura con dos escoltas altos no funcionará particularmente en esta situación, y aún no queda claro si San Antonio debió haberse familiarizado los últimos meses con unidades de un solo jugador grande para competirle a Houston.

Pero no todo son malas noticias. Con 4:10 minutos restantes en el primer cuarto del Juego 1, Popovich sustituyó a Aldridge por Davis Bertans. Dos minutos después, cambió a Danny Green y Jonathon Simmons por Bertans y Manu Ginobili. De la nada, los Spurs explotaron las bandas con sólo un grandulón en la duela, Gasol.

Los movimientos provocaron una racha de 8-0 antes de que Popovich arrancara el segundo cuarto con Aldridge y Gasol, y después con Aldridge y Lee. Houston se destapó con una racha de 15-2 y el partido concluyó. El resultado nos mostró lo que ya sabemos: las fortalezas de San Antonio no son suficientes para un plantel de los Rockets estadísticamente creado para hacerlos irrelevantes.

Popovich aún puede sumar a Simmons en la alineación titular, reducir el tiempo de juego de Gasol y Lee, darle a Bertans más minutos, y quizá quitarle el óxido a Kyle Anderson. De todos modos, los Spurs necesitan a un jugador de gran estatura todo el tiempo (en especial cuando Nene está), pero meter a Simmons y Leonard para cubrir a Capela y Anderson, y después optar por Aldridge para marcar a Trevor Ariza, y Green sobre Harden es una estrategia defensiva pasable que le permite a los Spurs intercambiar jugadores en tres posición clave y atacar al momento de la transición.

Los Spurs están abajo en la serie, perdieron la ventaja de jugar en casa y se vieron obligados a cuestionar sus propios principios. Pero su participación en las Finales de la Conferencia Oeste no es imposible si logran hacer ajustes en el transcurso, estén o no preparados para ello.