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Las Finales

El cara a cara entre Steph Curry y LeBron James es un microcosmos de las Finales de la NBA

Cavaliers y Warriors se encuentran en territorio conocido conforme se preparan para chocar en el Juego 3 de las Finales en Cleveland.

El desmantelamiento de los Cavaliers a manos de los Warriors (132-113) este domingo en el Juego 2 de las Finales de la NBA sigue recorriendo la narrativa esperada. Así como están las cosas, uno esperaría que Cleveland pueda apretar el acelerador para el siguiente partido como lo hizo hace un año. Al arranque del tercer cuarto, Steph Curry y LeBron James lucharon, hombro a hombro, ambos luciendo su talento al por mayor. Pero al final, Curry pudo aprovechar la debilidad más pequeña y el momento preciso para explotar todo su potencial. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, todo se acabó.

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Tampoco es justo decir que Steph jugó con LeBron o que los Warriors se la han pasado jugando con los Cavs. Más bien, Steph superó a LeBron en varias jugadas y concretó. Los Warriors han superado a los Cavs en todos los sentidos en los primeros dos partidos, y apretado el acelerador para desempatar las primeras partes apretadas y convertirlas en victorias. LeBron salió a la duela con una sola misión, atacó sin cesar el aro y mantuvo a los Cavs en la pelea. Pero empieza a ser claro que él solo no podrá hacer mucho, porque la defensa de Cleveland presentó problemas a la hora de detener a la ofensiva rival.

Kyle Terada-USA TODAY Sports

A siete minutos del final, y los Cavs abajo con 16 puntos, intenté darme un poco de esperanzas pensando que Golden State había conseguido una buena racha, pero que quizás los momentos finales preparaban una sorpresa. Entonces, Kevin Durant clavó un triple, Kyrie Irving falló de tres, y Steph encestó otros tres puntos desde una distancia considerable. No importa que este equipo falle sus triples, disputan todos los rebotes y lo vuelven a intentar, o prefieren hacerlo vía un layup. No importa, esto sucede una y otra vez, no hay tregua, es como ver a un tsunami aproximarse a la costa, a primera vista no parece algo malo, pero en un abrir y cerrar de ojos estás bajo el agua.

Tal vez los Cavs recobren su esencia jugando en casa, y tal vez Draymond Green vuelva a hacer una payasada. Quizás Rihanna vuelva a insultar a Kevin Durant. Pero si nada de esto sucede, veremos más de lo mismo: los Warriors recorriendo toda la duela, los Cavs aguantando por poco tiempo, y después, así de la nada, el marcador cambia a 132-113, y ningún titular de ambos equipos disputando los últimos tres minutos del cuarto cuarto.