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La Tragedia de la Puerta 12: La noche que Boca y River perdieron en un clásico | ES | Translation

1968 fue un año trágico. Para Argentina, el instante en el que se vivió su mayor tragedia deportiva, la de la Puerta 12 durante el clásico entre Boca y River.
Foto: Página 12

Cada país tiene su más grande tragedia relacionada al deporte. Argentina no será la excepción. 1968 es el año, El Monumental de Núñez y la puerta 12 el sitio y un River-Plate vs. Boca Juniors el motivo del desastre.

Un 23 de junio de 1968 fue la fecha en la que la desesperación y muerte se arremolinaron al interior del túnel 12 del Monumental, casa de los 'Millonarios' y de la selección de Argentina.

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Las 90,000 butacas para vivir el clásico más pasional de Argentina se encontraban completamente vendidas. En la cabecera norte, zona de ingreso de la afición de Boca Juniors, se ubicaba la puerta 12, sitio donde fallecerían 71 personas y 113 resultarían heridas.

River llegaba con 18 años sin ganar un título, mientras que Boca Juniors no tenía mayores esperanzas en un campeonato que San Lorenzo se acabó llevando. El encuentro fue lo de menos. Un tedioso y aburrido 0-0 entre River y Boca donde lo más llamativo fue la batalla entre Amadeo Carrizo, héroe de la noche y Ángel Clemente Rojas, luego que este último le quitara la gorra al guardameta y el portero se negara a arrancar el encuentro hasta que le devolvieran su cachucha, algo que significaba una especie de cábala.

Cuando el juego se encontraba a 10 minutos de finalizar, la parcialidad 'xeneize' de dispuso a salir del inmueble debido al duro clima que se tenía en aquel instante, etapa de pleno invierno en Buenos Aires, además que el encuentro fue, futbolísticamente, terrible y aburrido. A la salida, el deseo por ir a casa se estrelló con una multitud tratando de desocupar las escaleras que conducían a una reja completamente cerrada. Ahí, en el túnel, la desesperación derrumbó la vida de múltiples personas que fallecieron a causa de asfixia y golpes.

El clima era peligroso. Algunos hinchas habían quemado banderas de River. Otros arrojaban cohetes, monedas y vasos con orina a los que estaban en la parte baja de la tribuna. No faltaron trompadas ni pequeñas avalanchas

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Las versiones son muchas, las culpas, prácticamente de nadie. Argentina vivía una etapa muy difícil en medio de una dictadura lo cual complicaba que se tomaran las medidas de justicia necesarias para encontrar a los culpables de la peor y más grande tragedia del deporte argentino.

Me salvé porque tenía la costumbre de quedarme un buen rato en la tribuna después de que terminaba el partido. Estaba con un amigo que hacía la colimba junto conmigo. Cuando bajamos, la Policía cerraba el paso hacia esa puerta, pero no tenía la menor idea de por qué. Era muy confuso

La primera causa que se señaló fue directamente a la policía argentina. Se dice que como motivo de control,las rejas de la puerta 12 se cerraron por completo y pese a los gritos de desesperación de las personas, nunca se dio la indicación para que se abrieran.

Dicha decisión policiaca se habría dado como represalia y venganza a problemas de los hinchas de Boca con el orden público en juegos anteriores del equipo 'xeneize' y por choques previos al encuentro celebrado en el Monumental.

En un principio era una avalancha normal, pero después se acrecentó. Iba por el aire, sin tocar el piso. Algo empezó a salir mal. La avalancha se detuvo. Cada vez estaba más apretado. Había gritos de pánico, de mucho miedo. La gente que estaba abajo quería subir. Estábamos uno arriba de otro bajo una terrible presión que no dejaba respirar. Me caí y después me desmayé. ¿Cuál fue el motivo de la tragedia? Nunca lo conocí. Yo me salvé de milagro. Quizá gracias a la gente que me ayudó porque era el más joven de todos y porque la avalancha se detuvo cuando yo estaba en un recodo de la escalera. Apenas tenía 14 años. Nunca más fui a ver a Boca

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La segunda causa mencionada se da por negligencia de personas encargadas del propio estadio al no quitar los torniquetes que dan acceso a la gente cuando ingresa a un inmueble. Dichas personas, estaban obligadas a quitar esas barreras de seguridad al momento que el partido culminara, algo que no ocurrió jamás.

Por esta versión, directivos de River Plate fueron investigados para encontrar o deslindar responsabilidades. Como todo el proceso estuvo lleno de irregularidades, jamás se le condenó a ninguna persona por la muerte de las 71 personas.

Los molinetes estaban colocados en la salida y tenían una barra de hierro que no permitía el paso ni de a una persona a la vez

Cualquier causa podría ser cierta, incluso, ambas estarían relacionadas. Lo cierto es que las puertas de salida estaban cerradas mientras decenas de personas se encontraban atoradas unas con otras, sin oxígeno suficiente para respirar y con los golpes de la gente que en las escaleras del estadio seguían presionando para poder salir.

Según se mencionó, el suelo del túnel 12 se encontraba sumamente resbaloso lo que terminó por ocasionar que la gente fuera cayendo una sobre otra sin posibilidad de hacer algo por ayudar o por salvar su propia vida.

El gobierno argentino, la AFA y el propio River Plate, "compraron" el silencio de varios sobrevivientes o de familiares heridos o fallecidos con tal de no hacer más grande la tragedia, la cual en un inicio de quiso disimular, pero la magnitud del problema lo imposibilitó. La cantidad que se le ofreció a la gente fue ridícula: apenas 1,000 dólares.

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A las afueras del túnel 12, luego de abrirse las puertas de la reja o bien, quitarse los torniquetes, fueron colocados uno a uno los cuerpos de los fallecidos, la mayoría, jóvenes que no sobrepasaban los 25 años de edad para que las familias de ellos pudieron reclamarlos.

La puerta 12 ha pasado a ser ya un clásico del misterio. Nadie sabe lo que pasó

A raíz de ese incidente, la puerta 12 cambió de nombre por la 'Puerta L'. La historia cuenta que con el paso de los años, ese sitio se ha vuelto un lugar tenebroso en el cual, cuando no hay partido y la noche llega, se escuchan lamentos, gritos y golpes en dicha zona, sobre todo, llantos de niños.

Los fantasmas de esas personas muertas no pueden encontrar salida mientras el problema se ha ido olvidando con el paso de los años en la Argentina. En diversas ocasiones se ha intentado reabrir el caso, pero ya no se tiene la información suficiente debido a las irregularidades de aquel momento para encontrar a los responsables.

Foto: Archivo Goal.com

Existe también el rumor que los jugadores de fuerzas básicas de River Plate deben cumplir con una especie de novatada o ritual de iniciación al entrar a altas horas de la noche cuando el Monumental está vacío dentro del túnel 12 o L.

Más allá del morbo o la ironía que podría llevar el caso, se dice que es una especie de aprobación que los futbolistas jóvenes deben tener de los aficionados fallecidos para poco a poco ir escalando divisiones hasta llegar al profesionalismo.

Cuarenta y dos años han pasado de aquel trágico y terrible 1968, año en el que México también vivió la matanza de Tlatelolco a tan solo unos días de inaugurarse los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México. Al igual que ese caso, todo ha sido archivado, los culpables no tuvieron su condena, las familias, algunas encontraron consuelo pero nunca un espaldarazo de nadie. Hoy el túnel L sigue abierto, esperando nunca más volverse a quedar cerrado en cualquier partido o evento que se celebre en el Monumental de Núñez.