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el dinero no compra la felicidad

David Beckham odió su traspaso al Madrid, desdeñó al Barça y prefiere ver rugby que futbol

Hay heridas que nunca sanan del todo, como el traspaso de David Beckham al Madrid en el 2003.
Beckham en su faceta como empresario. Foto: Sportsmbablog

Existe un dicho en el mundo del futbol que va más o menos así: jugar en el Real Madrid es el sueño de todo futbolista profesional. Pero para David Beckham, el adonis del futbol mundial (antes del ascenso de Cristiano Ronaldo a la cúspide del balompié) habló recientemente de su traspaso al conjunto merengue en 2003, y sus declaraciones no son las que uno esperaría.

Hace poco, el "Spice Boy" comentó en entrevista para la BBC que el traspaso de Manchester a Madrid le provocó disgusto porque sus planes "eran retirarme en el United y no me dejaron. Quedé devastado cuando Ferguson y el United me vendieron al Real Madrid". La dimensión de la decepción del inglés fue tan grande que dejó de ver los partidos de los Red Devils durante tres años; casi la misma cantidad de años que portó la camisa del Madrid. También mencionó que en un principio se habló de su fichaje por el Barcelona, acuerdo que según la dirigencia del club inglés ya había acordado con los catalanes, pero que el mismo Beckham echó para atrás porque había "hablado con el presidente del Madrid un día y sabía a dónde quería irme".

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Quizá suene un poco contradictorio, pero tampoco nos sentiríamos tan mal si hubiéramos recibido 40 millones de dólares por cambiar de aires. Además, no se trató de una transferencia cualquiera, ya que el inglés llegaba como uno de los fichajes estelares del club blanco y sería pieza fundamental en el equipo que la prensa bautizaría como "Los Galácticos" junto con Ronaldo, Zinedine Zidane, y Luis Figo.

Aprovechando la ira y melancolía de su agridulce recuerdo del traspaso, Beckham elogió al rugby por encima del futbol. "He preferido ir a Twickenham que seguir los partidos de futbol. El entusiasmo del público por un partido del rugby es más fuerte que en el futbol, donde los espectadores pueden volverse contra su equipo rápidamente si las cosas no salen bien. Los aficionados [de rugby] están sentados uno al lado de otro sin que algo pueda pasar" , enfatizó el ex futbolista. Los numerosos escándalos de la FIFA han sido la causa de su desilusión con el deporte que lo acogió y lo guió hacia el estrellato.