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FIGHTLAND

Los verdaderos guerreros irlandeses: una historia de la Ley Shillelagh y de pisotones con botas con clavos

El combate con palos en Irlanda no solo es una tradición marcial antigua, también es un símbolo de la cultura irlandesa
"But Kelly himself, his arms akimbo stood calmly over his enemy." From The Party Fight and Funeral (Carleton's Irish Peasantry by William Carleton, George Routledge & Co, 1854)

El mito del bravucón irlandés violento perpetuado a través de representaciones en la cultura popular realizadas, con frecuencia, por sus gobernantes británicos, se sostiene en el Shillelagh, un arma que es tan antigua y enigmática como Irlanda misma.

Irlanda es un país antiguo, en el que la gente se asentó hace miles de años y un bastión de la cristiandad en la antigua Europa pagana. En los Annals of Ulster, un texto histórico que cubre la operación del país desde el arribo del San Patricio a mediados del siglo quinto de la era moderna hasta el siglo XVI, la población que ocupaba Irlanda, conocida como los celtas, subsistían gracias a una vida agraria interrumpida frecuentemente tanto por pleitos locales como por guerras extranjeras. En el siglo noveno, los vikingos comenzaron su invasión de Irlanda y se mezclaron con los irlandeses entonces ocupados, hasta que los vencieron y fueron echados de la isla por Brian Boru, el famoso Rey Irlandés, en 1014.

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La autonomía irlandesa fue corta. En el siglo XII, los normandos invadieron Irlanda, y con ello inició el reinado inglés en Irlanda. Enrique VIII se autoproclamó Rey de Irlanda en 1541, y menos de cien años después, durante el reinado de su hija Isabel I, el país fue arrasado por leyes penales severísimas y debido a la persecución de los católicos. Conforme cambiaban los gobernantes, las políticas evolucionaron y siguieron reduciendo la autonomía irlandesa a gran escala política, y como suele suceder al comparar historias a nivel micro en lugar de nivel macro, los irlandeses y las irlandesas individuales reafirmaban su individualidad no a través de la política sino a través del combate.

Los antiguos guerreros irlandeses usaban una gran cantidad de armas, incluidas espadas, lanzas y palos, de uso común entre todos sus vecinos. En su libro A Social History of Ancient Ireland, el historiador P.W. Joyce apunta que los antiguos irlandeses utilizaban sables, así como sus vecinos, aunque los ingleses después asegurarían que ellos fueron quienes inventaron el sable. En Irlanda, los combatientes solían adornar sus espadas y otras armas con joyas y oro, aunque la moda en tiempos antiguos era festonar la espada propia con los dientes de grandes animales marinos, y se le conocía coloquialmente como claibed dét, o "espada de dientes". El uso de armas en la Antigua Irlanda y en Europa en general, avanzó y cambió según la evolución de la guerra. Los irlandeses podían amar utilizar piedras, palos y espadas, pero no necesariamente eran armas particulares a su cultura. Especialistas en genética han descubierto que hay muy poca diferencias entre el ADN de los irlandeses y los británicos, aunque esa semejanza en la constitución genética no impide que exista una vasta historia de desconfianza, odio y guerra. Y aunque hayan portado armas similares, ambos países tenían su propia aproximación al combate.

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Los peleadores irlandeses antiguos utilizaban piedras cuidadosamente talladas para lanzarlas con aparente precisión experta a los enemigos a distancias sorprendentes. Los ingleses y otros grupos étnicos ridiculizaban a los irlandeses, y comparaban sus ofensivas con niños pequeños aventando piedras; sucede nada más que estas piedras no eran simples guijarros. Talladas para acomodarse a las preferencias de cada lanzador y imbuídas de poder místico, las piedras irlandesas se usaban, con precisión, todavía en el siglo XIX. Los guerreros irlandeses también crearon hondas y otros aparatos para lanzar piedras a mucho más distancia y con más poder.

En A View of the Present State of Ireland, escrito por Sir Edmund Spenser en 1596, asegura que los irlandeses utilizaban el pelo largo como protección para la cabeza durante las batallas. El autor de The Fairie Queen también discutió el hábito de los irlandeses de utilizar capas muy largas que servían como bolsas de dormir o como tiendas de campaña para descansar. La capa tenía además la funcionalidad de ser un escudo improvisado: "algunas veces ese manto les servía, cuando los atacaban en cercanía, enredado en el brazo izquierdo a falta de blanco [escudo], porque era muy difícil cortarlo con una espada". Además, las capas eran ligeras, fáciles de portar, y eminentemente mucho menos estorbosas que un gran escudo de madera para guerreros itinerantes.

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Mientras que los irlandeses habrán sido únicos en su uso de piedras, capas y dientes de animales, el historiador de las artes marciales irlandesas, John W. Hurley, apunta que casi toda Europa, tanto en la antigüedad como en la era moderna hasta el siglo XIX, practicaban fundamentalmente los mismos deportes de combate y utilizaban las mismas tecnologías para sus armas, aunque los irlandeses, ingleses, escoceses, franceses y españoles podrían objetar esa aseveración. Claro, esto es verdad para casi todos los deportes de combate en el tiempo, dada la funcionalidad del cuerpo humano, que dicta que el golpeo con manos y pies y las sujeciones y sumisiones son las artes de combate más básicas para cada comunidad y diferenciadas por el tipo de reglas que se utilizan. En el caso de los irlandeses, el boxeo conocido como Dornálaíocht, formaba parte del Gráscar Lámh, el combate cuerpo a cuerpo irlandés y era similar a lo que practicaban los ingleses. Patear las espinillas (Speachóireacht) sigue siendo una de las artes marciales irlandesas y es revelador que se le conozca como pateo de espinillas irlandés o pateo de espinillas inglés, según la perspectiva y la nacionalidad de cada quién.

Los irlandeses luchaban más que boxeaban a nivel comunal y cultural, aunque ciertos boxeadores individuales han sido muy famosos cuando pelean contra sus rivales púgiles ingleses, especialmente en países como Gran Bretaña, donde el boxeo es mucho más popular y rentable. La lucha irlandesa (Gleacaíocht o Coraíocht en gaélico) tenía distintos estilos, incluido el Hombro y el Codo, el Sujetamiento, la Escaramuza y la Toma de espalda.

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El deporte antiguo dominante en Irlanda es el hurling, un deporte que se juega con pala y pelota, parecido al hockey sobre pasto sigue siendo popular hoy. El Hurling era el deporte más popular tanto hace 3,000 como hace 300 años , y mientras que no es un deporte de combate por definición, las palas se utilizadas para golpear la pelota, conocidas como palas de hurley, o camán, puede fungir también como arma, en particular en los juegos que devienen en pleito entre los equipos. Si uno lleva un camán a una pelea, la parte ancha de la pala podía estar forrada en alambre para incrementar el daño que provoca un golpe. Parece que cuando se estaba gestando la pelea, cada irlandés utilizaba el arma que mejor le acomodara, ya fuera un shillelagh, un cudgel, un camán o cualquier otro aparato para golpear fácil de cargar y de operar. Pero el arma más famosa de Irlanda, y una que podía ser sinónima de las costumbres y la cultura del país, era el shillelagh.

El shillelagh sigue siendo un poco un enigma, simplemente porque el término era uno que se utilizaba para englobar a casi todas las variedades de armas utilizadas en Irlanda. La etimología de la palabra shillelagh tampoco esclarece, ya que no tiene su origen ni en el inglés ni en el gaélico. La historia léxica del shillelagh sigue siendo una especie de misterio epistemológico, ya que las raíces del término no se pueden trazar definitivamente, aunque varias teorías existen, desde el nombre del bosque Shillelagh a una combinación de palabras que, a lo largo del tiempo, se degradaron hasta formar ese nombre único para referir a un arma.

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Aunque la vaguedad de las raíces léxicas del shillelagh permitiría que cualquier palo sea referido como shillelagh, ese no era el caso. Un shillelagh irlandés medía aproximadamente un metro de largo y estaba fabricado de roble, fresno, manzano, avellano, o endrino, una de las maderas más preciadas de Irlanda. Típicamente tenían un pomo en un extremo, para aplastar cráneos y servía también como bastón. En la cultura popular, uno piensa en el shillelagh como un palo corto, un bat pequeño, pero esa arma es en realidad un cudgel. Un irlandés podría cargar con ambos, un largo shillelagh como bastón y arma y un cudgel, un palo más corto que en cierto punto se volvió sinónimo del shillelagh aunque son cosas distintas.

La cultura de las peleas con shillelagh evolucionó a lo largo de cientos y miles de años hasta consolidarse en una serie de protocolos que revelan una naturaleza más o menos organizada de estas peleas callejeras, con frecuencia asistida por la naturaleza estructural de las facciones o las pandillas que gobernaban el submundo del país. Las peleas preacordadas entre individuos o facciones podían organizarse según la longitud del bata, o si había o no pomo en el bastón de los combatientes. En la antigüedad, los combatientes tendían a utilizar palos más largos, y quizá porque se parecían a los sables o a las lanzas. Conforme avanzó el tiempo, estos palos se hicieron más cortos para acomodarse al combate más cercano de las peleas callejeras.

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Debido al excedente de armas y a la personalización de estilos de combate, no había una serie de movimientos específicos involucrados en todas las peleas de shillelagh, aunque hoy hay varias reglas claras dictadas por las organizaciones que organizan torneos de peleas con palos en Irlanda. Sin embargo, Hurley delinea varias aproximaciones a lo que representaba a una pelea de shilelagh respetable. El palo tenía que ser sostenido con la mano derecha, con unas seis pulgadas pasadas de la base de la mano y los tres pies que sobraban sostenidos en alto. El brazo izquierdo se utilizaba para bloquear los ataques, para tirar puñetazos o, una vez en la pelea de cerca, para sujetar el palo del oponente e intentar desarmarlo. El primer objetivo en el siglo XVII y XVIII era tirarle el sombrero de la cabeza al rival, tanto en un símbolo de falta de respeto y para hacer que el cráneo quedara más al descubierto. Un golpe sólido tiraba el sombrero y venían los golpes, con suerte bloqueados por la parte baja del palo. Conforme la distancia entre los peleadores se reducía, la punta del palo, en ambos extremos, pero especialmente la que sobresalía bajo la mano, podía utilizarse para atacar. Y conforme los peleadores perdían las armas, recurrían a la lucha e intentaban lanzarse al suelo y culminar con los pisotones finales.

La tradición irlandesa del combate con palos era tanto un deporte como un entrenamiento militar para los jóvenes del país. Parecían siempre estar listos para la batalla debido a su relación tumultuosas con las tribus vecinas en la antigüedad, y con los países vecinos en la era moderna, el combate con palos le daba a los jóvenes las habilidades necesarias para pasar de un palo a una espada. Sin embargo, hay muchos ejemplos del shillelagh utlizado como arma y no solo como aparato de entrenamiento. En el siglo dieciocho, los enfrentamientos de shillelagh sucedían en los días de mercado (magramores) o en eventos deportivos de gran público donde dos facciones se enfrentaban en peleas sangrientas. Las peleas entre facciones, conocidas como bata briona, dominaban la cultural irlandesa y gaélica y generaron las futuras familias criminales y los sindicatos que operaron en otros países conforme la comunidad irlandesa inmigró en los siglos diecinueve y veinte hacia Inglaterra y Estados Unidos. De hecho, fue debido a los pleitos entre facciones que el shillelagh se convirtió en el sinónimo de los gangsters irlandeses.

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La típica pelea de shillelagh pasaba por tres estapas: la pelea con palo, la lucha de hombros y codos y los pisotones. Las peleas de shillelagh iniciaban cuando los combatientes usaban sus palos para golpearse. Los guerreros a veces perdían sus armas conforme avanzaba la pelea, ya fuera porque los desarmaban o porque las lesiones les impedían sujetar bien sus palos. Los combatientes entonces se sujetaban y luchaban al estilo del hombro y el codo, algunas veces incluso con los palos involucrados. Cuando un peleador de shillelagh lograba tirar al oponente al suelo, él (y a veces todos sus compañeros se sumaban) pisoteaba al caído con sus botas de suela de clavos. Las botas con suelas de clavos las usaban casi todos los laburantes irlandeses le daban a quien las usaba mayor estabilidad al atravesar los lodazales irlandeses.

No solo era una tradición marcial, esta pelea con palos también se convirtió en un símbolo de la cultura irlandesa. Los irlandeses tenían una reputación, perpetuada por la xenofobia británica, de ser hooligans inferiores que no gustaban de otra cosa que de pelear, de beber y de coger. La imagen del shillelagh significaba todas las obsesiones del país con la pelea, una generalización injusta, dado que obviamente no todos los irlandeses gustaban de pelear. Pero mientras que el shillelagh era un vocablo peyorativo empleado por los vecinos ingleses en contra de los percibidos brutos irlandeses, el shillelagh se convirtió en un símbolo de sus antiguas tradiciones de combate, algo que los modernos irlandeses se sentían orgullosos de retener en sus vidas. De hecho, el shillelagh era emblemático de la dureza de los Irlandeses y evolucionó como símbolo hasta desembocar en la que se conoció como la Ley Shillelagh, una representación idealizada del patriotismo y la fortaleza irlandesa. La Ley Shillelagh era un código de conducta que revelaba el sistema de moralidad y ética irlandés, lleno de amor por la tradición del combate, pero no necesariamente, como decían los ingleses, de un amor por la violencia en sí misma.

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La Ley Shillelagh consistía en una serie de lineamientos éticos que regían no solo un combate específico sino una serie de reglas de combate. El historiador John Hurley ha transmitido esas reglas con todo detalle en su libro Shillelagh y son las siguientes:

1. Si una facción está superada en número, los miembros de la facción más numerosa se le deberán sumar para equilibrar los bandos.

2. Si una tercera facción se involucra, deben unirse a la facción menos numerosa.

3. Un hombre no debe atacar a más de un hombre.

4. Si un hombre ataca a otro injustamente, su propia facción los atacará.

5. Las armas deben estar equilibradas —palos contra palos, etc.

6. Dependiendo de la situación, es posible utilizar casi cualquier arma, incluidas espadas, piedras y herramientas de labranza, aunque las pistolas deben evitarse.

7. Golpear con el puño, luchar y patear se permite en ciertos casos.

8. No golpear mujeres, ni siquiera cuando ellas te golpean.

La pelea de facciones ocurría generalmente entre pandillas rivales, familias o familias extendidas, y entre aquellos con inclinaciones ideológicas o negocios específicos. El propósito de una pelea de facciones era múltiple, pero la motivación principal parece ser el ritual, la puesta en práctica de la Ley Shillelagh, que, aunque era violenta y peligrosa, era también romántica y estaba de moda. Las facciones se ponían de acuerdo acerca de la fecha y el sitio de la conversación y luego el sitio de la pelea. Las mujeres y los niños acudían como espectadores, había música y ambos bandos se paraban en filas, frente a frente, mientras cantaban, se provocaban, reían y en general se iban animando antes de que la tensión se rompiera y se lanzaran a la carga. En general, algunos se adelantaban antes y giraban sus armas, exhibían su shillelagh y lo giraban mientras lanzaban insultos a los rivales. Una vez que comenzaba la pelea, los hombres usaban sus shillelaghs como armas paragolpear, luchar y pisotear a sus oponentes. A veces las mujeres y los niños lanzaban piedras a la facción rival. Y conforme se iba acallando la melee general y los combatientes resultaban lesionados o quedaban demasiado cansados para seguir, la pelea concluía y comenzaba la bebida.

Estas peleas a gran escala sucedían en territorio irlandés, y sin duda en días de mercado en zonas urbanas y rurales. Las leyes se hacían cumplir, en especial por los ingleses, para evitar la violencia, y para reducir la habilidad de combate de los irlandeses. Las Leyes Penales, mucho más vastas y enredadas para resumir aquí, buscaban restarle poder a la ciudadanía irlandesa. Pero el shillelagh siguió siendo una parte importante de la cultura irlandesa, incluso ahora uno puede participar en un evento de peleas con palos. Sin embargo, la prevalencia de las peleas entre facciones sí diminuyó en el siglo diecinueve, debido principalmente a la seriedad de la pobreza y de la hambruna que prevalecía sobre la rivalidad entre pandillas.