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James Harden es la nueva kriptonita de Golden State, no LeBron James

"Recién empecé", comentó Harden a VICE Sports. "No tengo miedo de mirar atrás. No me voy a retirar, por eso todavía no miro al pasado".
Troy Taormina-USA TODAY Sports

En comparación con las demás estrellas de élite en la NBA a punto de arrancar la temporada 2017-18, James Harden es el mejor posicionado para derrocar a los Warriors de Golden State.

Un año después de haber arrollado a los demás 29 equipos de la liga con su calibre de MVP (29.1 puntos, 11.2 asistencias, y 8.1 rebotes por partido) jugando para una escuadra que terminó en tercer lugar en victorias y con el segundo mejor ataque de la NBA, los Rockets de Houston de Harden ahora cuentan con más talento, más balance y versatilidad.

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"No", Harden sacude la cabeza ante la pregunta sobre las debilidades del plantel de este año. "Creo que nuestra directiva ha hecho un gran trabajo. Daryl Morey, Tad Brown, nuestro equipo técnico, todos han hecho un gran trabajo para satisfacer cada posición y asegurarse que tengamos suplentes para los suplentes en cada posición".

En teoría, los nuevos Rockets son nada parecidos a los rivales que los invencibles Warriors se enfrentaron la temporada pasada para ganar el campeonato. Son explosivos al frente y flexibles en la defensa, cuentan con un ataque habilidoso y combinaciones infinitas en las alineaciones que deberían garantizar el éxito en ambos lados de la duela. Si a esto sumamos que LeBron James cumplirá 33 años en la próxima primavera, y las dudas para reemplazar a Kyrie Irving en los Cavaliers de Cleveland siguen ahí, entonces el talento de Harden podría surgir como el obstáculo principal para que Gold State llegase a sus terceras Finales en cuatro años.

El surgimiento de Harden no es un fenómeno reciente —el jugador de 28 años ha estado ocupado en las últimas tres temporadas—. El pilar de la franquicia de Houston no tienen compañeros cuando se habla de su dependencia, eficacia, y habilidad para mejorar a aquellos que lo rodean. Desde 2005, nadie ha superado su éxito como el único ataque conformado por un solo hombre. LeBron James fue quien más se le acercó.

El compañero más exitoso de Harden en aquel entonces fue Dwight Howard, cuya racha de ocho partidos All-Star consecutivos culminaron en ese año, luego de mudarse a Atlanta la temporada pasada por el número de lesiones que sufrió. Harden nunca ha tenido a un Draymond Green, Klay Thompson, Kevin Durant o Steph Curry. Ni LaMarcus Aldridge o Gregg Popovich. Tampoco un Russell Westbrook, Paul George, Blake Griffin, Chris Paul, Kyrie Irving, o Kevin Love. Para Houston, Harden no sólo ha sido el agitador en la bebida, también los cubos de hielo, el vaso, y el jugo.

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Harden perdió dos partidos de temporada regular en los últimos tres años, y durante ese lapso de tiempo lideró la NBA en puntos totales, minutos, intentos de tiro libro, y jugadas. Harden acumuló 1,057 minutos más que LeBron, 1,102 más que Curry, y 1,199 más que Westbrook (quien fue el único jugador con más tiempo de juego), mientras cargaba en los hombros a un plantel menos talentoso.

En resumen, Harden nos regaló uno de los actos individuales más impresionantes en la historia del basquetbol, y es una lástima que no lo haya culminado con un premio al Jugador Más Valioso. "Recién empecé", comentó Harden a VICE Sports. "No tengo tiempo de mirar atrás. No me voy a retirar, por eso todavía no miro al pasado".

Ahora contará con el apoyo de Paul —el armador premier de su generación que viene de su temporada de puntos más impresionante en su carrera digna del Salón de la Fama—. Con 32 años, Paul no será la mejor o más esencial pieza de su equipo por primera vez en toda su vida, pero su presencia abrirá por si sola más caminos para que Harden tenga un impacto positivo en el juego. Harden será más efectivo, su eficacia incrementará, sus pérdidas de balón se evaporarán, y su fatiga disminuirá.

"Creo que Chirs me va a ayudar", dijo Harden. "Puedo hacer más cosas sin el balón y ser más efectivo de esta forma: defendiendo, recortando y lanzando del balón".

James Harden

Foto de Thomas Shea-USA TODAY Sports

Los Rockets deberían ser capaces de arrollar a sus rivales en la temporada regular. A pesar de ser ya un equipo peligroso, el año pasado se dedicaron a limar las esquinas defectuosas con los fichajes de P.J. Tucker, Luc Richard Mbah a Moute, y Tarik Black; trajeron de vuelta de Nene, y retuvieron a Ryan Anderson y Eric Gordon, dos jugadores estabilizadores de la identidad que nacieron para ejecutar el sistema de Mike D'Antoi. Todos están a la altura para complementar el poder de la máxima estrella de los Rockets o mejorar su adaptabilidad en las labores defensivas o ambas.

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Algo mucho más crítico que los 82 partidos de "calentamiento" de Houston es su funcionamiento en postemporada, particularmente en su enfrentamiento necesario contra los campeones defensores. "Ganaron dos de tres y han llegado a las Finales en tres años consecutivos, por eso creo que deberíamos esperar ese partido y derrotarlos", dijo Harden.

El año pasado, Harden solamente encestó el 14.7 por ciento de sus triples jugando contra los Warriors, su registro más bajo ante cualquier rival. Su media de puntaje también cayó a 21.8 puntos por partido.

En la temporada que se aproxima, Harden estará rodeado de defensas más competentes como Paul, quien puede crearse sus propios tiros y dirigir el ataque astutamente, y "The Beard" podrá liberar su ser más peligroso cuando más se necesite.

Con espacio, tiempo, y un plantel complementario que pueda sacar ventaja de la atención que atrae, Harden estará en la mejor posición de su carrera —similar a la que Curry ha vivido con Golden State desde su meteórico ascenso—. Aunque todavía falta verlos en la duela, Harden se refirió a su equipo de este año "por mucho" como los mejores Rockets desde que llegó a Houston cinco años atrás. Incluso se tomó la libertad de compararlo con el Thunder de Oklahoma City que llegó a las Finales en 2012.

"Los dos equipos son similares en cuanto a talento y versatilidad, una mezcla de veteranos y jóvenes jugadores. Ambos son muy, muy talentosos", dijo Harden. "Claro, la diferencia es que en ese entonces éramos más jóvenes".

Con esta plantilla, Harden podrá refinar su ataque sin ver a sus Rockets rezagarse en los dobles dígitos. Es un tipo de libertad que todavía le falta experimentar, menos predecible y más efectiva. También es uno de esos ajustes atemorizantes que veremos en la campaña 2017-18, y que posiblemente le dará un dolor de cabeza a los Warriors de Golden State.