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mortal kombat en el césped

Polonia vs. Kazajistán en camino a la Copa Mundial: codazos, patadas y una nariz sangrienta

Las cosas se pusieron muy molestas entre Polonia y Kazajstán la noche del domingo. De verdad molestas.

Cuando se trata de riñas feroces en el futbol internacional, la rivalidad entre Alemania y Holanda probablemente es la más conocida. Después podemos mencionar a Argentina y Brasil, y luego Inglaterra contra Alemania. Hay muchas otras rivalidades en el futbol, cada una llena de xenofobia, antipatía política y nacionalismo.

La cuestión es que no estábamos al tanto de esta rivalidad entre Polonia y Kazajistán. Al menos, no lo sabíamos hasta que vimos el video de momentos destacados del partido que disputaron en las eliminatorias para la Copa Mundial.

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Durante el partido en Astana la noche del domingo, Polonia y Kazajistán consiguieron 10 tarjetas amarillas. El juego estuvo lleno de empujones y jugadas sucias, con los kazajos intentando frustrar a sus oponentes desde el inicio. Esto originó una respuesta agresiva por parte de los polacos, que no son conocidos por ser los jugadores más limpios. Pronto las cosas se pusieron muy molestas entre ambos equipos. De verdad molestas.

Con apenas quince minutos de haber iniciado el encuentro, Robert Lewandowski bien pudo haber sido expulsado. Recibió una amonestación por darle un codazo a Yeldos Akhmetov en la cara, pero la única persona que vio rojo fue su oponente, ya que estaba sangrando por la nariz. Lewandowski volvió a tener suerte cuando el réferi falló al notar que el jugador había tomado a Bauyrzhan Islamkhan por el cuello, cosa que debió hacerlo acreedor a otra tarjeta amarilla. En respuesta, Lewandowski recibió patadas durante el resto del juego, aunque se las arregló para cometer una falta antes de que Polonia se adelantara con un 2-0 en el marcador.

El resto del partido de alguna manera fue más frustrante para Polonia que para sus oponentes, quienes habían recibido los dos goles. Eso originó más choques, incluyendo una riña entre Islamkhan y Bartosz Kapustka, misma que terminó con el kazajo tendido en el pasto. Después, el defensa polaco Kamil Glik le dio a su oponente una patada que dio pie a más discusiones y a otra tarjeta amarilla.

Y así, en el césped de Astana nació otra rivalidad. Cuando los historiadores del futbol recuerden este día, dirán que fue la disputa más grande en el futbol internacional, o al menos el primero de muchos partidos sucios entre Polonia y Kazajistán.