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Throwback Thursday

Un día como hoy de 2014, Steven Gerrard le regaló la Premier al City de Pellegrini

El resbalón de Steven Gerrard frente al Chelsea a tres jornadas de coronarse en la Premier con el Liverpool es una de las postales más catastróficas en la historia del futbol.

Para un futbolista de la talla de Steven Gerrard, peder la única posibilidad de ganar la liga que definió su carrera ante los ojos del mundo debió ser catastrófico. Si a esto sumamos el "cómo" de su fracaso —porque hay formas hasta para fracasar—, no podemos más que concluir que Gerrard, a pesar de su gran estima en Inglaterra, concluyó su carrera en el Liverpool de la peor manera posible.

Un año después cruzaría el Atlántico para intentar olvidar lo que nunca pudo hacer vestido de rojo: ganar un título de Premier League.

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El 27 de abril de 2014, el Liverpool recibía en Anfield al Chelsea de José Mourinho con una racha de 11 victorias al hilo y a tres jornadas del cierre de temporada. El Liverpool se encontraba en la primera posición y a nada de ganar su primer campeonato de liga en 24 años (¡24 años!); el City de Pellegrini, su más cercana amenaza. Stevie G y compañía tenían todo para ganar aquella tarde de abril y convertir su sueño en algo cada vez más palpable. El apoyo de su gente y las ansias de verse cargando el trofeo parecían ser suficientes para que los Reds derrotan a los Blues, pero el caprichoso futbol prefirió jugarle una trágica pasada al estandarte del equipo y a sus millones de seguidores.

Fue una tarde tensa en la que ningún equipo quería ceder espacio a su rival y tampoco tomar la iniciativa. El futbol suele castigar, inmediatamente o años después, a aquellos equipos que no hacen justicia a su esencia, y como si se tratase de una venganza antes de concluir la primera parte, Gerrard —colocado como central por alguna razón; quizá porque no podía hacerse del balón— intentó recibir un paso retrasado pero resbaló al momento de hacer la recepción. Demba Ba, el jugador más cercano a la acción, aprovechó el vergonzoso error del inglés para estrenar el marcador en Anfield.

A partir de ese momento, todo se fue en picada. Willian anotaría el segundo de los visitantes en tiempo agregado.

En la penúltima jornada, el Liverpool aún tenía posibilidad de seguir en la batalla por el título, y tenía que ganar sí o sí ante el Crystal Palace. Durante 60 minutos, el conjunto de Merseyside mantuvo una ventaja de tres goles, misma que dejaría escapar para el final del partido luego del regreso magistral del equipo local para empatar el cotejo. Ahora sí, el sueño se había acabado para los Reds; la postal de Luis Suárez cubriéndose el rostro en llanto al final del partido y Gerrard alejando las cámaras de su compañeros resumen lo que fue aquella noche.

El Manchester City se coronó campeón en la última jordana ante el West Ham United, y el Liverpool quedó como segundón, todo por aquel descuido de su máxima figura tres semanas antes.