Los Dos, la peña más pequeña del fútbol español

Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:

Cada semana, Mar y Paco esperan impacientes que llegue la tarde del domingo para poder acercarse a San Lázaro a alentar a su equipo, la SD Compostela. Quizás no sean los hinchas más ruidosos pero pocos pueden presumir de sentir los colores con tanta pasión como ellos. Una entrevista y 90 minutos de partido son suficientes para darse cuenta de que hay algo en sus caras, pero también en sus gestos y formas, que los delata. Los acompaño al partido contra el Cerceda, y veo cómo son los primeros en levantarse para aplaudir a cada jugador que es sustituido y también en estallar cuando el árbitro señala un más que dudoso penalti en contra. Por suerte, el guardameta intercepta el disparo y la tensión acaba por convertirse en alegría, más aún con el 2-1 final.

Desde que se casaron en 2003, a Paco y a Mar les une una fuerte afición por la SD Compostela. La relación de Paco con el equipo de su ciudad se remonta a la temporada 88-89, cuando el Compos consigue ascender a 2ºB, y decide formar la peña Comando Foucellas junto a seis o siete amigos. Posteriormente se integra en Brigadas Radicales, pero tras los mejores años de la entidad en primera se encadenan varios descensos consecutivos que acaban provocando la escisión del grupo de aficionados. Tras años acudiendo solo a San Lázaro conoce a Mar, y consigue que esta viguesa criada en A Coruña también se interese por el Compostela. "O iba con mi marido al fútbol o me quedaba sola en casa. Al final me enganchó y ahora me gusta más que a él", ríe Mar.

Esta afición compartida fue la que llevó al matrimonio a formar, en 2011, una de las peñas más insólitas de España, Los Dos, de la que ellos son los únicos miembros. "Nuestra peña está inspirada en otra del Real Madrid con el mismo nombre, que fue creada por dos amigos en los años 60, y que acompañaba al equipo cada vez que este jugaba en Europa. Estos dos amigos tenían muy buena relación con los jugadores e incluso les llevaban productos típicos como jamón serrano a las expediciones. Nosotros pretendemos mantener ese espíritu", explica Paco, mientras me cuenta que la peña es un pequeño homenaje a aquellos aficionados anónimos del fútbol modesto.

"Se trata de un guiño a esa gente que va a los partidos sola, o con un par de amigos o familiares, se sienta, se fuma su puro, disfruta el encuentro y al terminar se va a su casa. Casi no hablan con nadie, nadie los conoce, pero están ahí. Siempre aparecen cuando su equipo los necesita, pagan su abono y apoyan en todo momento."

De hecho, Paco y Mar no olvidan que ellos también fueron anónimos durante mucho tiempo, aunque ahora la situación haya cambiado. "Pasamos de que no nos conociera nadie, a que nos conozca todo el mundo. A la gente le llama mucho la atención nuestra peña y ya no somos ni Mar y Paco, ni la peña Los Dos, somos simplemente Los Dos".

El matrimonio defiende que el amor a unos colores no va ligado a la categoría en que juegue el equipo. "Da igual estar en primera que en tercera. Lo importante es apoyar al club, estar con ellos siempre, mostrarse orgullosos de los colores y ayudar en lo que se pueda. Paco incluso ha conseguido hacer socios a sus compañeros de la oficina y a mis padres, sus suegros", nos indica Mar.

"Hemos subido al cielo y hemos estado en los infiernos. Nosotros lo que queremos es disfrutar de nuestro equipo, y en tercera se disfruta más. En esta categoría podemos acudir a todos los partidos que se juegan fuera de casa y además nos conocemos todos, los 500 de siempre. En primera o en segunda muchos se suben al carro pero luego se baja a la primera de cambio. Eso no tiene mérito, hay que estar con el equipo en 2ºb, en 3º, ahí es donde se ve al verdadero aficionado", sentencia Paco.

¿Tiene sentido mantener una peña de solo dos personas? Para ellos sí. "Tiene sus ventajas y nada te impide relacionarte con el resto de aficionados. La SD Compostela es como una pequeña gran familia. Incluso compartimos un grupo de WhatsApp en el que hablamos a diario. Nos han invitado y están deseando que formemos parte de Fonte Sequelo, pero no nos acaba de convencer. Simplemente somos Los Dos. En todo caso, valoramos que algún día se puedan integrar a nuestra peña seis o siete amigos que nos acompañan en los partidos, pero sin perder nuestra esencia".

La peña más pequeña de España guarda una gran relación con gran parte de la plantilla. "Hay amistad con los jugadores porque se les va conociendo con el tiempo, de saludarlos antes y después de los partidos, de charlar con ellos, de tomarse un café…". Con una pequeña excepción, porque las cosas no terminaron muy bien con Joselu, actual jugador del Racing de Ferrol. "Tenía un blog en el que puntuaba a los jugadores y cuando le daba mala puntuación se enfadaba, incluso llegó a bloquearme."

De todos los momentos buenos que ha vivido la peña, sus dos integrantes coinciden en destacar uno por encima de victorias y ascensos. " El detalle que tuvo el Cieza con nosotros en un playoff de ascenso nunca se olvidará. Nos llenaron los autobuses de frutas, no nos cobraron entrada, y fue la primera vez que veíamos al equipo y a la afición contraria hacer pasillo a nuestros jugadores después de quedar eliminados. Nos emocionó muchísimo", y eso que al entrar en el estadio llegaron a sentir miedo.

"Fue sorprendente porque enfrente teníamos a unas 300 personas vestidas de diablo, y de repente se acercaron hacia donde estábamos nosotros y pensamos que venían a provocar. Cuando empezaron a cantar «Compos, Compos, Compos», la sensación fue alucinante. Desde ese momento quedamos hermanados".

Haciendo balance de la historia del club Paco y Mar creen que al Compostela se le sigue teniendo mucho respeto, esté en la categoría que esté. Especialmente fuera, porque en Galicia la cosa cambia un poco. "Para alguna gente seguimos siendo ese Compostela que estuvo en Primera, el equipo de la capital. «¿Qué se creen estos?» pensarán algunos. Nosotros no nos metimos nunca con nadie, solo venimos a animar, pero siempre hay algún desalmando o algún graciosillo de turno. En preferente, en Dumbría nos han querido pegar. Pero en el 90 por ciento de los campos siempre hay muy buena relación, incluso te saludan por los altavoces".