FYI.

This story is over 5 years old.

liga mx

Ocho goles en una tarde, el improbable espectáculo del Cruz Azul - Veracruz

Tantos goles son siempre un espectáculo, no obstante que se hayan debido a una buena cantidad de errores.
Foto: Chivista/Wikimedia Commons

Hoy, en pleno cumpleaños de Groucho Marx, es necesario recuperar una de sus célebres frases para describir lo sucedido en el Estadio Azul: «he disfrutado mucho de esta obra, sobre todo en el descanso». El encuentro se fue al entretiempo con el cronista de televisión abierta dando alaridos que describían un duelo épico —empate a dos mediante—. Un rocambolesco cóctel de errores protagonizaban el que después fue calificado por los mismos especialistas como «partidazo: repleto de errores, pero partidazo». Como aficionados, ¿en el futbol perseguimos entretenimiento o calidad?

Publicidad

Por otro lado, Joao Rojas está aprovechando el torneo más gris de Cruz Azul para lucir su mejor versión desde que se enfundase la camiseta cementera. Está siendo el jugador que nos habíamos resignado a no ver jamás: inteligente —con y sin pelota—, fino en el toque y determinante dentro del área. En un equipo espeso en todo sector del campo, la capacidad de decisión a máxima velocidad que goza el ecuatoriano es oxigeno puro. Fue esta vez acompañado en ataque por Giménez y Guerrón: aprovechó la ausencia de una referencia de ataque —ni Benítez ni Cristaldo— para moverse con auténtica libertad, y aunque se encimase varias veces con su poco afortunado compatriota fue argumento suficiente para doblegar al Tiburón. Boy le permitió a Rojas hacer lo que la intuición dictase, y punto. Bastó.

Hoy Giménez Rojas marcaron doblete cada uno con — LIGA Bancomer MX (@LIGABancomerMX)1 de octubre de 2016

Pegado a la línea de cal, Rosario Cota libró batallas individuales con poca probabilidad de saldarse con victoria. En el banquillo confían en demasía en el extremo de veintiún años, pero éste corresponde poco: nunca parece formar parte del sistema en sí, recuerda aquel Joao que debía aislarse del juego y buscar espacios recónditos del campo para intervenir desde allí. Al sistema le brinda muy poco; quizá el retorno de Victor Vázquez potenciaría redes asociativas por dentro que agradecerían Joao, Giménez, Guerrón y alguna posible referencia.

De Veracruz, por otro lado, muy poco. Sufre el equipo del Puerto cuando su buque insignia, Gabriel Peñalba, opta por cambiar el pincel por la brocha. Tanta clase tirada al caño cuando se desconecta del juego. Uno sigue imaginando entre sueños lo que sería el mediocentro sudamericano en un equipo de mayor protagonismo con balón y mayor calidad. No sería utópico imaginarlo dominando el balompié nacional.

Veracruz pudo ganar, si se hubieran marcado la mano de Goltz y la de Aguilar hubiera cambiado el destino del juego: Juan Antonio Luna — Tiburones Rojos (@ClubTiburones)29 de septiembre de 2016

Cruz Azul tomó el último tren, pero habrá de continuar presentando identificaciones oficiales para que no lo bajen del vagón. Veracruz, por otra parte, habrá de construir un nuevo proyecto el próximo torneo. La porcentual aprieta.