Entre prostitutas y gas lacrimógeno: Las trampas relacionadas al 'Maestro'

Curiosa imagen debió verse aquel sábado 22 de noviembre de 1997 en algún hotel de la ciudad de León cuando en la entrada del lobby de aquel lugar desfilaban varias mujeres de la vida galante preguntando por algún futbolista de los hoy extintos Toros Neza.

Un día después, en punto del medio día, los llamados Panzas Verdes dirigidos por el chileno Carlos Reinoso se enfrentarían en el encuentro de vuelta de cuartos de final al León, serie que había comenzado ganando el cuadro astado por 1-0 con anotación de Rodrigo 'Pony' Ruiz en el Estadio Neza 86.

León había terminado el torneo regular como líder general y era el gran favorito para quedarse con la corona, y, pese a que en ese choque se medía al octavo de la tabla, el rival era nada más y nada menos que el subcampeón de México, el mítico Toros Neza de Antonio Mohamed, Germán Arangio y el propio 'Pony' Ruiz.

Toros Neza era un equipo colorido cuyos jugadores, en varios casos, tenían ciertos antecedentes que les gustaba bastante la diversión fuera del campo. Así que, buscando un poco de distracción, "alguien" creyó correcto que era suficiente con mandar una que otra prostituta a su hotel de concentración.

Manuel Manzo, entrenador en aquel entonces de Toros Neza, no dudó en ponerle nombre y apellido a ese "alguien", un ser gustoso de hacer "picardías" para beneficiar a su equipo, y que en muchas ocasiones ha sido acusado de falta de Fair Play: Carlos Reinoso.

Posterior al juego de vuelta en el Neza 86, el 'Maestro' vivió un fuerte altercado con Antonio Mohamed, la histórica figura de los Toros. Reinoso ingresó por la fuerza al vestuario del cuadro mexiquense exigiendo que al 'Turco' se le realizara una prueba antidoping; tras encararse y gritarse de todo, el chileno salió de dicho sitio en medio de empujones y amenazas. El juego para intimidar no solo se da dentro del rectángulo verde.

Nunca hubo una prueba que aquellas prostitutas de León las hubiera mandado Carlos Reinoso. El asunto apesta a él, pero si no había algo sólido que verdaderamente se justificara, entonces no podría haber ninguna clase de castigo contra él.

Al final, la historia la conocemos. En el juego de vuelta en el Nou Camp de León, los Panzas Verdes hicieron valer su localía y golearon 6-3 a Toros Neza accediendo a semifinales, misma que también ganaron hasta llegar a la gran final ante Cruz Azul, la cual acabaron perdiendo.

Aquella historia no es un caso aislado. No fue una simple maniobra, no, hay mucho más con el sello Carlos Reinoso, un hombre que se vale de todo para poder conseguir sus logros.

Para 2003, ya con los Panzas Verdes descendidos, Carlos Reinoso buscaba darle el ansiado regreso a Primera División a una de las instituciones históricas de México. En plena liguilla de dicho circuíto, la Fiera se midió a los Lagartos de Tabasco.

En aquel entonces, León pertenecía al empresario argentino Carlos Ahumada, célebre personaje de la política mexicana acusado de corrupción, tráfico de influencias y narcotráfico –entre otras linduras-. Bien es sabido que más allá del hecho de sentirse campeón, hay una enorme diferencia económica entre un club de Primera y otro de Segunda División, así que tener el título de ascenso le incrementa uno que otro cero al valor de un club.

Pues bien, jugadores de los Lagartos levantaron la voz denunciaron que en su vestidor, el de visitante dentro del Nou Camp, había un circuito cerrado con micrófonos que grababan las conversaciones de los futbolistas. Nuevamente, este hecho nunca se le adjudicó a Carlos Reinoso y después de conocer de sobra a Carlos Ahumada, tiene todo su sello, aunque seamos sinceros,si esto se hizo con dolo, lo cual es evidente, difícilmente el entrenador del León no estaba enterado de la enorme trampa que se estaba cometiendo.

Un año después, también con el León pero con Correcaminos como rival, los jugadores del cuadro tamaulipeco acusaron a los Panzas Verdes de haber rociado gas lacrimógeno en el vestuario de visitante. Nuevamente, las miradas desconfiadas voltearon hacia el 'Maestro', y otra vez las justificaciones se dirigieron a que el hecho lo había realizado un tercero, en este caso, aficionados infiltrados que tiraron esto para perjudicar a los Correcaminos.

La historia con Carlos Reinoso no para ahí. El técnico ha sido acusado también de pintar el vestidor de visitante apenas unas horas antes de los encuentros que celebraban ante los clubes que él dirgía, e incluso, hasta hace poco tiempo ya dirigiendo a los Tiburones Rojos de apagar el aire acondicionado a sus rivales (Querétaro y Chivas) en medio del sofocante calor que se siente en un estadio que se encuentra enclavado en el Puerto de Veracruz.

Esas son las anécdotas más conocidas de Carlos Reinoso, un 'maestro' en el arte de desconcentrar a sus rivales mediante prácticas nada éticas.

Veracruz no se juega la vida en la final de la Copa MX ante Necaxa, pero desués de vivir un torneo para el olvido en el que son últimos de la general, el conseguir dicho título podría ser el respaldo que Carlos Reinoso requiere para que al final de la campaña no sea relevado de su cargo.

Mañana en el Pirata Fuente de Veracruz todo pueda suceder. Desde un vestuario con micrófonos hasta un sitio inundado o que apeste a pintura fresca, gas o incluso, uno nunca sabe, quizá un desfile de prostitutas ingresando por la puerta giratoria de algún hotel veracruzano. En el Puerto, con el 'Maestro', todo puede pasar.