El partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey entre el Athletic y Barcelona tuvo un final que estamos bastante acostumbrados a ver. A pesar que el conjunto de Luis Enrique se presentaba en el Camp Nou con una desventaja de un gol, luego de caer 2-1 la semana pasada en la casa de "Los Leones", el tridente ofensivo blaugrana se encargaría de convertir en realidad el pronóstico de la mayoría.Al Barça le bastaba el 2-0 para poder avanzar a la siguiente ronda, cosa que logró para los primeros minutos del segundo tiempo gracias a una volea de Luis Suárez y un gol de Neymar desde los 11 pasos. Pero poco después del segundo tanto del uruguayo, el Bilbao reaccionó y anotó el gol de visitante que le daba oxígeno y esperanzas para lograr la hazaña y provocar el primer descalabro del año para el equipo catalán.
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Sin embargo, aparecería un hombrecito de azul y rojo a 13 minutos del final para echarse el equipo al hombro y poder avanzar a los cuartos de la Copa del Rey. Lionel Messi —quien ha sido eclipsado por su némesis, Cristiano Ronaldo, desde el año pasado— apareció con un magistral cobro de tiro libre directo para dejar al arquero del Athletic como un testigo más de su calidad a la hora de tocar el balón. Quizá su disparo del gane no haya sido tan sorprendente como otros, pero la transcendencia del mismo es lo que cuenta en esta ocasión. Recordemos que "La Pulga" viene de anotar otro golazo a balón parado en liga que le dio un punto a su equipo frente al Villareal.El sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey se llevará a cabo este viernes, y podremos saber si habrá Clásico en semis o hasta la final del torneo.