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Robert García se negaría a entrenar a McGregor en caso de un pleito con Mayweather

"Sería vergonzoso para mí después de hablar mal de la pelea, no sería lógico", comentó el aclamado entrenador.

La Comisión Atlética del Estado de Nevada ya dio el visto bueno para un posible encuentro en el cuadrilátero entre Floyd Mayweather Jr. y Conor McGregor, "sólo" falta que ambas partes lleguen a un acuerdo…

Por el momento, hagamos un ejercicio imaginativo y supongamos que la pelea se ha oficializado. Floyd se lleva el 60 por ciento de las ganancias, mientras que el irlandés se queda con el porcentaje restante. El MGM Grand de Las Vegas alza la mano para albergar la mega pelea, y los fanáticos morbosos por fin obtienen lo que tanto habían esperado (o no).

Teniendo en mete que Conor McGregor es un peleador inteligente dentro y fuera del octágono, y sobre todo ambicioso, no le vendría mal unirse al gimnasio de alguno de los mejores entrenadores de boxeo. ¿Quién sería el candidato más adecuado para aclimatar al irlandés? ¿Freddie Roach? Nah, su récord ante Floyd no es muy convincente que digamos. ¿"Nacho" Beristáin? Demasiado honesto y terco. ¿Robert García? Quizás, pero de acuerdo al ex pugilista mexicoamericano su reputación está primero.

"Honestamente, no querría entrenarlo", comenta García en el vídeo. "Me la he pasado diciendo que [la pelea] es un maldito chiste… ¿Para terminar siendo su entrenador?" El entrevistador insiste, "negocios son negocios", pero a García le importa más su reputación. "Sería vergonzoso para mí después de hablar mal de la pelea, no sería lógico". De cualquier forma es poco probable que McGregor cambiara de equipo en caso de que la pelea contra Floyd Mayweather se concretara. Nadie conoce mejor a los peleadores que sus entrenadores, y aunque en ocasiones es pertinente cambiar de esquina, el irlandés no lo haría ni siquiera previo a un encuentro en el octágono.

Al final del día, las declaraciones en el gimnasio de los García cumplen su función de entretener y añadir al hype de la supuesta pelea que quizá nunca llegue a suceder (ojalá).