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el tri

Diferencias deportivas: México vs. Nueva Zelanda

No importa en qué lado del mundo te encuentres, siempre habrá un aire en común con el resto de las sociedades: el deporte.

No importa en qué lado del mundo te encuentres, siempre habrá un aire en común con el resto de las sociedades: el deporte. Oceanía no es un continente que se caracterice por su actividad física, sino por su estabilidad económica y su nivel de vida. Nueva Zelanda se ubica en esta región del planeta tierra; ahí las importaciones y exportaciones son el fuerte, pues abarcan casi al 28 por ciento de sus ventas, siendo la agricultura su motor principal.

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Pero no todo es compra-venta en el país que tiene a Wellington como capital. Su entretenimiento también tiene una base, al igual que en otros sectores. La influencia de Reino Unido se ve reflejada en lo económico, lo social y lo deportivo. Es por esto que la actividad más popular del lugar es el rugby, aquel deporte practicado por hombres altos, fornidos, de carácter fuerte. No cualquiera puede participar en él.

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Y es que para los neozelandeses, el ser parte del rugby es más que formar un equipo, hay que convertirlo en un estilo de vida, mismo que ha arrojado victorias sin cesar. Incluso, se han impuesto ante potencias como Sudáfrica, Australia, Francia y la misma Inglaterra.

Sin embargo, hay una fiebre deportiva que llega a cualquier rincón del mundo: el futbol. No hay lugar del planeta en el que no se encuentre una pelota y se juegue con ella. Nueva Zelanda no es la excepción, pese a tener como fuerte una actividad física que se practica más durante el invierno. El balompié se juega en cualquier momento.

Entre sus 4, 511, 590 habitantes (dato al 2014), se puede conformar una Selección de Futbol, misma que es apodada como "All Whites", que contrasta con el "All Blacks" del combinado de rugby. Ahí comienza la rivalidad de deportes.

Pero todo esto queda de lado cuando se trata de competir por representar al país. Es cierto que el grupo neozelandés no ha destacado en futbol, pero puede presumir de haber participado en dos copas del mundo en su historia, España 92 y Sudáfrica 2010; en esta último se convirtió en la única selección en retirarse invicta; quedó eliminada por empatar en tres ocasiones.

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Quizá no abundan los elementos que busquen ser parte del futbol y es por esto que, actualmente, tiene a un elemento que juega en el futbol universitario de Estados Unidos: Sam Brotherton, quien fue convocado por Anthony Hudson, técnico del combinado. Porque Nueva Zelanda debe buscar por todas partes del mundo, a jugadores con intención de representar a su país en balompié.

Caso contrario a México, en donde el futbol se juega hasta con un pedazo de plástico y en donde quien no llegó a ser futbolista profesional fue porque se lastimó la rodilla "de chavo", como dicen. El futbol va mucho más allá de un simple deporte; no es un estilo de vida, para muchos es parte de la vida.

El 56.2 por ciento de la población en el país centroamericano (de acuerdo a la consulta Mitofsky más reciente -2015), prefiere el futbol sobre otros deportes. El rugby, en comparación de Nueva Zelanda, no llega ni al .5 por ciento de favoritismo.

En México no vale decir "perdimos"; esa palabra causa más dolor que una puñalada, para muchos. En México el caer en un partido de futbol es haber perdido parte del orgullo, de lo más representativo del país. En México, no ser amante del futbol parece ser sacrilegio.

Desde ahí comienza la desigualdad entre ambos países que se medirán en un duelo amistoso el próximo sábado, en Nashville, Tennessee: desde la raíz, desde la población, desde las pasiones de cada uno, porque pueden coincidir, pero jamás serán iguales en ningún aspecto.