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Las gallinas empezaron a usar lentes antes que tú

Un vendedor de suministros médicos se inspiró para hacer lentes de visión reducida para las aves tras encontrarse con varios pollos con cataratas que se comportaban mucho menos violentos que sus compatriotas con buena visión.
Foto via Flickr-gebruiker Ajari

Cuando los grupos de pollos se juntan, tienen una tendencia a picotearse el uno al otro. Es su manera de establecer una jerarquía social dentro de su manada. A veces, esta jerarquía va demasiado lejos y, ocasionalmente, un pollo será picoteado hasta la muerte. Además del comportamiento aprendido de ver a otros pollos hacerlo, el hacinamiento, la mala alimentación, e incluso el aburrimiento exacerba "el jalado de plumas, el consumo de plumas y el canibalismo", que también se agrava por el hecho de que los pollos se vuelven locos al ver sangre.

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Si se les deja a su suerte, un grupo de pollos eventualmente podría picotear sin cesar el culo de otra ave hasta que sus órganos internos se salgan de su herida horriblemente abierta –y luego el ave muere. Pasa el pollo frito, por favor. Cuando miles y miles de pollos son arrojados juntos, especialmente en las operaciones comerciales de desove a gran escala, esta tendencia de matarse los unos a los otros se intensifica hasta el extremo. Considerado por expertos de la industria como el máximo vicio de los pollos, el canibalismo avícola puede ascender hasta una tasa de mortalidad del 25 por ciento en algunas manadas. Un tema perenne en la historia del mantenimiento de pollos, los productores han intentado varios métodos para detener la ola de violencia entre aves, el más elegante era–y siempre lo será– el de los lentes de pollo. La primera patente de lentes de pollo fue presentada en 1903 por un tal Sr. Andrew Jackson Jr. de Múnich, Tennessee.

Oficialmente llamados "Protectores de ojos para pollos", como lo describe el

Spokane Daily Chronicle

en 1910, estos lentes fueron "diseñados para evitar que los pollos se sacaran los ojos entre sí". Aunque con un fin importante, los lentes tenían un diseño sencillo, con aros redondos "El puente se extendía para rodear la cabeza del pollo mientras que las patillas… se unían en la parte trasera". Aunque los pocos pollos que los usaban eran probablemente muy

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cool

e incomprendidos y pasaban todo el tiempo hablando de Foucault, el intento del inventor por hacer que el uso de estos armazones fuera obligatorio para todos los agricultores de Kansas fracasó, provocando décadas de estancamiento en el uso de anteojos para pollos.

A finales de los años 30, durante el auge de crecimiento de aves en la etapa posterior a la Gran Depresión, los lentes de sol de pollo lograron un resurgimiento notable, pero en esta ocasión con un tinte carmesí audaz. Tomando la idea de las hojas de metal que algunos agricultores utilizaban como vendas en sus aves, en 1939, el fundador de la National Band & Tag Company inventó lo que él llamó el "Anti-Pix". Estos lentes de plástico de color rojo en un marco con bisagras prometía "convertir en 'maricón' a tu ave más fuerte", proporcionando "un mundo de color rosado para ver hacia el frente" mientras que se elevaban cuando un ave inclinaba la cabeza para permitir que "el pollo viera su comida y agua de manera normal".

Teniendo en cuenta la tendencia de los pollos de volverse locos al ver sangre, estos lentes rojos "causan de manera efectiva que el rojo desaparezca, lo que reduce el canibalismo", y también logra que las aves se vean más fabulosas. De acuerdo con un vendedor de la National Farm Equipment Company of Brooklyn, para 1955, su compañía había vendido de dos a tres millones de pares de estos lentes al año a los ovíparos de los Estados Unidos. Pero los lentes pueden ser difíciles de mantener en buen estado de funcionamiento, especialmente cuando se usa en pollos que realmente no quieren estar usando lentes. La siguiente etapa en la saga de lentes de pollo fue, por lo tanto, pasar de los armazones externos a pegar una pieza de plástico de color directamente en el ojo del pollo.

Ahora frecuentemente usado como un estudio de caso para el uno por ciento en las escuelas de negocios, la historia cuenta que, en los años sesenta, un vendedor de suministros médicos se inspiró para hacer lentes de visión reducida para las aves tras encontrarse con varios pollos con cataratas que se comportaban mucho menos violentos que sus compatriotas con buena visión. Aunque su compañía, Vision Control Inc., contribuyó un poco en reducir la plaga de asesinatos de pollos que arrasaba la nación, el estado de las tecnologías de polímeros y lentes no eran lo suficientemente avanzadas y la compañía entró en unas crisis financiera de mierda (de pollo), al igual que la mayor parte de sus lentes mal ajustados. Pero algunas ideas no pueden ser aplastadas por la quiebra y el sueño de proporcionar lentes para todas las gallinas de los Estados Unidos se hizo realidad por el hijo de uno de los fundadores de Control Vision Inc., un joven señor Randall Wise. Wise, un egresado de la escuela de Harvard Business y ex consultor de envío náutico, utilizó los millones que ganó al vender su compañía de software para establecer Animalens, Inc. en 1989.

Al igual que la antigua empresa de su padre, Animalens, Inc. estaba en el negocio de los lentes de contacto de pollo, un concepto que Wise afirmaba "lograría una cuadruplicación de los márgenes de ganancia de los pollos de granja". De acuerdo con los estudios de aves de corral, financiados por la empresa, los lentes –ahora rojos para oscurecer el color de la sangre– provocó un cambio dramático en el comportamiento de las aves: "Los pollos son más tranquilos, menos propensos a la ley del más fuerte y al canibalismo; la tasa de mortalidad es más baja.

Por diversas razones, algunas no completamente claras, también tienden a comer menos alimento mientras producen, en promedio, huevos del mismo tamaño y número que otros pollos (incluso un poco más)". Aunque los argumentos a favor de los lentes eran prometedores, los lentes lograron convertir "la vida ya miserable de un pollo en una más deprimente". En lugar de picotearse entre sí (¡Un éxito!) las gallinas ahora picoteaban al aire, frotándose los ojos en repetidas ocasiones en sus alas, y sufriendo de úlceras corneales y ojos rotos. Con escasos ganaderos comprando estas pequeñas piezas rojas de plástico, la compañía con un valor de $24 millones que Wise previó se convirtió en la enemiga pública número uno de los grupos de derechos de los pollos de Estados Unidos y, finalmente, cerró.

Sin un camino viable para lograr que sus aves vieran un mundo de color rosa (Los gallineros con solo luces rojas hacen virtualmente imposible que los seres humanos trabajen), los agricultores comerciales a gran escala volvieron a la forma más popular actual de control de canibalismo, el despicado, el método de utilizar un cuchillo caliente para cortar el extremo del pico de un pollo. Resultando en dolor intenso, dificultad para comer, y bajo peso corporal, la vida de un pollo, con o sin lentes disolventes de ojos, sigue siendo, más o menos, una mierda. Por lo menos, al final, todavía saben a pollo. Este post apareció anteriormente en MUNCHIES en abril de 2014.