Balón de Oro, ¿un premio aburrido e injusto?

El pasado 13 de octubre, Cristiano Ronaldo, en ese momento, actual ganador del Balón de Oro 2014, recibía su cuarta 'Bota de Oro' que lo acreditaba como el mejor goleador del mundo. El portugués lanzaba una dura frase en contra del prestigioso reconocimiento que la FIFA da a lo mejor del año que se cierra.

Tras haber quedado en segundo lugar en el listado del Balón de Oro 2015, esa frase de Cristiano podrá sonar en este momento como un comentario de ardido. Sin embargo, el portugués nunca pudo haber tenido más razón. ¿Qué tan válido es entonces este premio? Y sobre todo, ¿qué tan real?

El modo de elegir al ganador del Balón de Oro es sencillo. Se eligen a tres representantes por país afiliado a la FIFA. El primero es el capitán de la selección nacional, el segundo es el entrenador y el tercero, un representante de algún medio de comunicación destacado. Se elige a tres jugadores y se les da una puntuación de 5, 3 y 1 punto de acuerdo al acomodo que se le diera.

La elección del Balón de Oro refleja en el papel, lo mejor de lo mejor. Pese a que se apela a la objetividad de cada una de las personas que vota, hay tendencias que hacen oscura esta elección, las cuales van desde el amiguismo, el amor por 'x' o 'y' equipo, la nacionalidad del votante o por qué no, el completo desconocimiento del futbol.

Hay ejemplos en esta ocasión que lo demuestran después de darse a conocer la votación de capitanes, técnicos y representantes de los medios. Llama la atención la polémica elección de Juan Carlos Osorio, DT de México quien seleccionó a Thomas Müller como mejor jugador del mundo, seguido por Manuel Neuer y el volante chileno Arturo Vidal.

En la historia del Balón de Oro se han dado premios por demás justos, pero también, algunos sumamente cuestionados. El último, cuando Fabio Cannavaro recibió la condecoración en el año de 2006, principalmente, por su Mundial en Alemania, dejándose de lado a otros futbolistas que en el papel tenían mayor mérito a lo largo de los 12 meses de actividad.

Hay casos también, de jugadores que se podrían retirar o se retiraron del futbol sin ganar algún Balón de Oro cuando en algún instante tenían que recibirlo. Ahí entran casos contemporáneos como el de Paolo Maldini, Franco Baresi, Romario, Roberto Carlos, Eric Cantona, Steven Gerrard, Thierry Henry, Raúl González, el propio Hugo Sánchez o dos leyendas del FC Barcelona sin los que sería imposible comprender el éxito de Lionel Messi: Xavi Hernández y Andrés Iniesta.

La leyenda Messi ha crecido a lo largo de los años gracias a sus dos fieles escuderos, protectores y sobre todo, proveedores. Un eterno cuestionamiento a la 'Pulga' es que con su club figura, pero con su selección no. La respuesta parece ser más que clara, si Andrés Iniesta y Xavi Hernández fueran argentinos, probablemente las dudas sobre Lionel no existirían y la albiceleste ya habría ganado algún Mundial.

El ex '6' y el actual '8' del Barcelona simplemente lo han ganado todo en el futbol: Ligas, Champions, Copas locales e internacionales, Mundiales de Clubes, Eurocopas y por supuesto, el Mundial de Sudáfrica 2010. De hecho, fue en ese año en el cual, de acuerdo a los estándares tomados cuatro años antes, el nacido en Fuentealbilla debió quedarse con el reconocimiento que acabó ganando Lionel Messi.

El argentino apareció en la misma tercia junto a Iniesta y Xavi, en una de las votaciones más cerradas de los últimos años. Messi acabó quedándose con el Balón de Oro gracias al 22.65% de los votos pese a que su Copa del Mundo fue terrorífica al quedar eliminado en cuartos de final por Alemania e irse a casa sin ningún gol marcador. Iniesta obtuvo el 17.36% y quedó en segundo sitio pese a meter el gol que le dio a España la justa y ganar los mismos campeonatos que 'Lio'. Xavi fue tercero con el 16.48%.

En aquella ocasión, los titulares de los medios sentenciaron el triunfo de Messi calificándolo de "injusto" y de "sorpresivo". Pese a que estamos hablando de uno de los tres mejores futbolistas de la historia, expertos de todo el mundo tildaron el premio como algo fuera de órbita y sin sentido de la justicia deportiva, sobre todo luego del Mundial de Iniesta.

El Balón de Oro se ha convertido en una lucha de delanteros y en el que de repente se suele meter alguna otra posición del campo. Se volvió una lucha de dos en la que sí o sí tiene que estar Messi o Cristiano y donde el tercer elegido cada vez tiene menos de posibilidades de conseguir al menos, el 15% de la votación.

Pese al tremendo olfato goleador de Cristiano, hubo fuertes críticas hacia el luso por haber aparecido en los tres finalistas. Y es que el jugador del Real Madrid se fue prácticamente en blanco durante el pasado 2015, además de ser señalado por no ser un jugador trascendente en diversos partidos.

El Balón de Oro ha sido dominado desde 2008 por Messi (cinco trofeos) y Cristiano (tres trofeos), lo que define mejor que nada la tendencia en el pasado, presente y sobre todo, futuro de la designación, algo predecible y a la vez aburrido.

"Si Cristiano Ronaldo vuelve a ganar ya sería casi aburrido. Quizás habría que replantearse esta votación y podríamos enviarle el trofeo directamente por correo", señaló Thomas Müller apenas hace un año.

Es inevitable pensar que en el futuro, al menos en los próximos tres años, el listado de los tres contendientes finales a ganar el trofeo estará integrado por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Pocos podrán criticar su aparición debido a su nivel, pero otros más asegurarán que no siempre se premia al mejor jugador pues en el inter de la votación, también se premian aspectos de popularidad, amistad y desconocimiento.

El Balón de Oro se ha vuelto un premio que cada vez nos quita más la sorpresa de la boca. Un premio que tendría que ser elegido por un grupo muy selecto de expertos y que no tendría que estar abierto a un universo tan grande como todos los capitanes, técnicos y prensa de cada país afiliado.