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nfl draft 2017

"Tengo la inteligencia de Tom Brady y el cuerpo de Cam Newton", asegura joven promesa de la NFL

Una cosa es tener la genética de tu lado, y otra saber aprovecharla, y sobre todo poseer la fortaleza mental suficiente para no quebrarte en los momentos de trascendencia.

A una semana del Draft 2017 de la NFL, el valor de los jugadores sigue fluctuando dependiendo de las necesidades de cada equipo y de los rumores, declaraciones e incidentes que acontecen a favor o en contra de los jugadores universitarios. Atrás quedó el NFL Combine y sus dudosas pruebas físicas para determinar qué jugadores tienen más probabilidades de romperla en el circuito profesional. Pero como bien sabemos, el número de yardas que puedas correr en menor tiempo y la altura que puedas saltar sin impulso no son garantía de una temporada exitosa como novato.

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Si hay algo que los cazatalentos y entrenadores aprecian de un jugador es su confianza, fuera y dentro del campo. Pero la línea que divide la confianza de la arrogancia tiende a ser muy delgada, y más cuando los medios alaban tu trabajo. Cuando se es joven, una virtud puede convertirse rápidamente en un defecto. Tal es el caso del ex mariscal de campo de la Universidad de Notre Dame, DeShone Kizer, quien posee la plena soberbia para asegurar que será el mejor quarterback de la historia.

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"Nombra un mariscal de campo universitario que llegue a las reuniones de planeación de los partidos los lunes y le entregue sus notas a los entrenadores", Kizer dijo al inaugurar su altivo discurso. "Nadie planea la estrategia de juego mejor que yo. Nadie se prepara como yo. Nadie entiende el futbol americano como yo. Nadie es tan grande [físicamente] como yo. Nadie es tan poderoso corriendo como yo. Pat Mahomes puede lanzar pases de 80 yardas y yo de 72, pero les garantizo que no puede seguir una ruta de pases como yo. Nadie puede hacer lo que yo hago. Me he dado cuenta durante todo este tiempo que si maximizo todo mi potencial en todos los aspectos de este deporte, tendré lo necesario para convertirme en el mejor quarterback de todos los tiempos. Imaginen el intelecto y la preparación de Brady en el cuerpo de Cam Newton. ¿Por qué no puedo ser el más grande? El único que me impide lograrlo soy yo. Esto es lo que me motiva". ¿Así o más humilde?

Quizá en el aspecto físico Kizer no mienta. El ex jugador de Notre Dame mide 1.93 metros, pesa 106 kilos de puro músculo, y corrió el 40-yard dash en 4.83 segundos (nada mal para su posición). Sin embargo, una cosa es tener la genética de tu lado, y otra saber aprovecharla, y sobre todo poseer la fortaleza mental suficiente para no quebrarte en los momentos de trascendencia.

A pesar de su ventaja física, las reseñas no ven algo fuera de este mundo en le juego de Kizer. "En resumen, tenemos un mariscal de campo extremadamente joven e inconsistente, lo que provocó que en la temporada 2016 se quedara en la banca. Este tipo de cosas no suelen suceder con los futuros mariscales de campo de élite".

Quizá las declaraciones soberbias de Kizer funcionen más como un acto promocional que esperamos pueda respaldar en su primer año como novato (si es que inicia de titular, lo cual no es casi imposible). Como versa la sabiduría popular, del dicho al hecho hay mucho trecho.