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¿Es Vasyl Lomachenko el mejor boxeador del mundo a pesar de su corto récord?

El récord profesional de Vasyl Lomachenko es de apenas 7-1, pero un análisis más cercano muestra al ucraniano como el boxeador más efectivo desde la era de Mayweather Jr.

Fotos por Mikey Williams/Top Rank

Aquellos no familiarizados con Vasyl Lomachenko tal vez estén un tanto confundidos por el vídeo promocional de HBO en el que se menciona la defensa de su campeonato este sábado contra Jason Sosa (20-1, 4).

El comercial no tiene la menor intención de esconder el modesto récord (7-1) del campeón mundial superpluma de la OMB. En el mismo, el comentarista de HOB, Jim Lampley, describe a Lomachenko como el Picasso del boxeo, Max Kellerman insiste que el zurdo ucraniano es su peleador favorito, y el legendario Roy Jones Jr. asegura que Lomachenko tiene "todas las herramientas para ser el mejor boxeador del planeta".

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El comercial no es del todo desatinado. La cuestión es que no logra transmitir el esfuerzo verdadero de Lomachenko que incluye más de 400 peleas y sólo dos tropiezos (si se les puede llamar así).

El primero llegó en 2007 cuando el ucraniano era boxeador amateur. El ruso Albert Selimov le ganó por puntos en la final del Campeonato Mundial de la AIBA. Siete años después, en apenas su segunda pelea profesional, Lomachenko volvió a perder —vía una polémica decisión dividida ante el veterano mexicano Orlando Salido.

Lomachenko vengó su derrota ante Selimov dos veces, y acumuló 396 victorias como amateur, dos medallas olímpicas de oro, dos campeonatos mundiales, y una corona europea antes de unirse al profesionalismo en 2013. En cuanto al enfrentamiento con Salido, Lomachenko cometió el error de embarcarse en una pelea tan ambiciosa y riesgosa en el alba de su carrera.

Después de este tropiezo, lo único que el peleador de 29 años ha logrado es brillar aún más.

"Es el peleador más técnico y astuto que he visto", comentó Bob Arum previo a la pelea de este sábado en el MGM National Harbor cerca de Baltimore. "Este chico hace cosas en el entrenamiento que no le he visto a nadie. Y en el ring para él es casi como una clínica por la forma que pelea y prepara a sus rivales para el nocaut. Es como si los hipnotizara".

Es cierto, Arum sabe que Lomachenko es una mina de oro, pero no miente. El esteta ucraniano posee una técnica que Arum atribuye al padre y entrenador de Lomachenko, Anatoly.

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"El padre es quien tiene el control de la situación", dice Arum. "Él lo mantuvo en el amateurismo por mucho tiempo, donde se convirtió en el mejor boxeador amateur de toda la historia".

Para entender profundamente la afinidad de Arum por este peleador es propicio analizar a Lomachenko a dos velocidades distintas.

En tiempo real, la rapidez de sus manos sobrepasa visiblemente a sus oponentes, quienes sólo cuentan con una milésima de segundo para esquivar sus combinaciones de tres o cuatro golpes. Lomachenko no solo conecta 7.8 jabs por round (quinto entre todos los boxeadores activos, según CompuBox), también su precisión es suficiente para conectar el 49.5 por ciento de sus golpes de poder (segundo entre todos los boxeadores activos).

Trabaja con tanta rapidez que no es extraño verlo conectar una segunda serie de combinaciones cuando sus rivales apenas se recuperan del primera embate.

Pero en cámara lenta, Lomachenko saca mucho más ventaja.

Después de tomar clases de baile en su juventud ante la insistencia de Anatoly, el juego de pies de Lomachenko es único y sin precedentes. Sus movimientos laterales tiene la velocidad suficiente para evocar las fintas de Allen Iverson, y posee una habilidad sin igual para colocarse en ángulos confusos y poco ortodoxos. Esto no solo le permite emplear una gran variedad de ataques, sino también ser un blanco casi imposible de golpear. Sus rivales apenas logran conectar el 16.8 por ciento de sus golpes sobre el hombre que apodan "Hi Tech", es decir, 14.3 por ciento menos que el promedio y uno de los porcentajes más bajos en el boxeo, según CompuBox.

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El atractivo detrás del ascenso de Lomachenko en las filas de profesionalismo es su combinación de calidad amateur con poder. Esto explica por qué cinco de sus siete victorias se han dado por la vía del nocaut

"Creo que es un fenómeno", dice Arum. "La gente ahora espera verlo pelear porque atrajo su atención. No es una pelea común y corriente".

En efecto, Lomachenko no es el boxeador tradicional de Europa del Este que se mudó al profesionalismo después de una brillante carrera como amateur. Hace piruetas cuando gana y en su última pelea contra el peligroso Nicholas Walters, Lomachenko bromeó con el jamaiquino en el centro del ring al bajar sus brazos y esperar a que su rival se metiera a la pelea. Walters, sabiamente, no mordió el anzuelo, y finalmente su esquina pararía la pelea en el séptimo round.

Si existe problema alguno para Lomachenko, tal vez sea la falta de competencia. Se creyó que Walters sería la prueba de fuego, pero todos vimos el dominio absoluto del ucraniano.

De salir victorioso ante Sosa —peleador que no debería despreciar—, Lomachenko podría bajar a peso pluma para enfrentar a rivales de la talla de Leo Santa Cruz y Carl Frampton. Pero las oportunidades más intrigantes se darían en peso ligero o, incluso, superligero.

"Si vence a Sosa", explica Arum, "los rivales podrían ser Terry Flanagan [campeón ligero de la OMB] o [el invicto, Mikey] García. Salido, el único que ha podido ganarle como profesional porque no se encontraba listo, podría pelar por segunda vez también.

"Hay una buena camada de peleadores en las 130 y 135 libras", continuó Arum. "Creo que tienen muy buenos rivales de dónde escoger, y tal vez en su próxima pelea podríamos enfrentarlo a [Manny] Pacquiao".

Los fans conocedores de boxeo preferirían una pelea con García, quien es el más cercano a la estadísticas de Lomachenko. Sin embargo, las transmisoras como HBO no dejarían pasar una oportunidad contra Pacquiao u otra mega estrella del boxeo.

Queda claro que el público no alcanza a comprender la magnitud de la reputación del ucraniano en el amateurismo, pero si Lomachenko continúa siendo así de efectivo en el ámbito profesional, no hay razón para creer que Lomachenko no se merece una cuantiosa cantidad contra García o inclusive Pacquiao.

"Obviamente el hecho de no ser estadounidense y haber disputado todas sus peleas [amateur] en el extranjero es un obstáculo", dijo Arum. "Pero es algo que poco a poco se va librando porque la gente está más interesada en sus peleas. Cada vez son más los analistas que lo mencionan. En lo poco que lleva en el profesionalismo ha logrado un tremendo impacto".