Todavía existen jugadores con "vergüenza deportiva", ese concepto al que recurren los aficionados para a acusar el compromiso de los jugadores con el equipo. Arsenal fue goleado en Merseyside, encajaron cuatro goles del Liverpool, la segunda derrota en la temporada de Premier League que recién inició, y Mesut Özil ofreció disculpas a los aficionados.
La omisión no se repitió. En 2013, cuando Manchester City los goleó por 6-3, el alemán se escapó al vestuario sin agradecer a los aficionados que viajaron al Etihad para acompañarlos en una noche frustrante. El domingo fue otro de esos episodios lamentables para sus seguidores: Firmino, Mané, Salah y Sturridge firmaron la caída del equipo. "Nos culpan, nos gritan, nos critican, pero también estoy muy decepcionado con el juego de hoy. Queríamos lograr un resultado positivo antes del descanso internacional, pero no fuimos lo suficientemente buenos durante los 90 minutos y el Liverpool se merecía la victoria sin lugar a dudas (…) Sin embargo, gunners, lo siento, especialmente por los aficionados que viajaron hasta Liverpool para vernos luchar, pero vamos a intentarlo todo para mejorar en el próximo partido y recuperarnos de la decepción que todos sentimos en este momento", escribió Özil en Instagram.
La temporada ha iniciado difícil para el Arsenal, Alexis Sánchez volvió a la titularidad, pero esta semana cierra el mercado de fichajes y todavía se especula sobre su destino. La permanencia de Arsene Wenger en el banquillo mantiene separada a la afición, luego de una temporada de constantes protestas que suplicaban su renuncia.