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Ediciones VICE

Estrenamos "The Division" con la Unidad Militar de Emergencias del Ejército Español

El videojuego de "The Division" nos acojona con un escenario (muy posible) en el que un virus quiere cargarse a la humanidad. Nosotros hemos intentado salvar a nuestros iguales disparando mucho.
Todas las imágenes cortesía de Ubisoft

Nueva York. Black Friday. Las tiendas, llenas de gente comprando compulsivamente todo tipo de enseres y algún desaprensivo que ha distribuido por toda la ciudad miles de billetes impregnados de viruela alterada genéticamente. En pocas horas el contagio se convierte en exponencial y comienza el caos. El caos total. Es entonces cuando ciudadanos aparentemente normales son activados por el Gobierno de Estados Unidos para intentar restablecer una situación aparentemente insostenible. Ellos son The Division. Ubisoft vuelve pegando fuerte y nos trae una nueva franquicia del aclamado escritor Tom Clancy, autor de best sellers como Juego de patriotas o La caza del Octubre Rojo y de videojuegos tan populares como las multipremiadas sagas Rainbow Six, Ghost Recon o Splinter Cell. La marca Clancy, la llamaremos así ya que el escritor falleció en 2013, una vez más vuelve a reinventarse y nos trae la obra póstuma del aclamado autor. Una mezcla de shooter, RPG y mundo abierto, donde la profundidad de cada personaje con el que nos encontramos y el ultrarrealismo de todos los escenarios nos hace embarcarnos en una aventura, que no está tan alejada de un escenario real cómo podríamos sospechar de darse el caso de una pandemia en una gran ciudad.

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Para acercarnos a la experiencia del "¿qué podría pasar?" los chicos de Ubisoft eligieron un marco bastante sui generis para la presentación de The Division en Madrid, el cuartel general de la U.M.E. (Unidad Militar de Emergencia). Una especie de 'super bomberos' con adiestramiento militar y especialistas en contención de catástrofes naturales (y sus consecuencias tecnológicas), atentados biológicos y bioquímicos y ciber-terrorismo. Esta unidad está compuesta de más de 6.500 efectivos distribuidos estratégicamente por todos los puntos de España. Solo se activa como protocolo de emergencia cuando los recursos de una Comunidad Autónoma se ven sobrepasados por los acontecimientos, previo consenso entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior. Tras un charla donde nos mostraron su funcionamiento, llegó el turno de la demostración práctica donde la gente de la U.M.E quiso recrear cual sería su protocolo de acción simulando una de las situaciones del propio videojuego, la de recogida y análisis de uno de los billetes infectados, 'the green poison'.

Ahí conocimos a un simpático robot que bien podría ser primo hermano de Johnny 5 o del mismísimo Wall-E y que fue el encargado de recopilar la muestra de los billetes. Acto seguido estos se pasaban a un laboratorio portátil el LABRIS, situado en el interior de un contenedor hermético donde se puede analizar el tipo de amenaza (biológica o química) e intentar dar una primera solución al problema en lo que los efectivos de la U.M.E denominaban "zona caliente". Otro protocolo a seguir que nos mostraron fue el trato a los sujetos infectados y el proceso de descontaminación que se les aplica en los diversos campamentos ADAM. También nos enseñaron los diversos vehículos VINTAC capaces de analizar la amenaza sobre el terreno y las autobombas contraincendios URO. Todo un despliegue para esta unidad desconocida para la mayoría.

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El concepto del juego tiene su inspiración en la operación real "Dark Winter", un simulacro de pandemia de Viruela que se dio en Oklahoma en junio de 2001, y que seguiría con la aparición de nuevos brotes en Pensilvania y Georgia. El resultado de este escenario supuso un estrepitoso fracaso y el Gobierno sopesó por primera vez la catastróficas consecuencias que podría tener un ataque biológico en suelo americano y comprobaron lo poco preparados que estaban en caso que este llegase a producirse. La reserva de vacunas sería insuficiente y la imposibilidad de creación de nuevos antivirales a tiempo provocaría que muy pronto hubiese miles, millones de muertes civiles; la pérdida de confianza en las autoridades haría que la población se descontrolara, y los políticos se saltarían todas las garantías democráticas para sofocar los disturbios. En trece días EE.UU. se vería abocada al caos. Exactamente lo que ocurre en los primeros cinco minutos según introducimos The Division en nuestra consola.

Sin spoilear demasiado diremos que el juego va al grano desde el primer minuto. Tras una breve presentación en la que nos narran lo acontecido en ese fatídico Black Friday todos los agentes de The División son activados y es ahí cuando configuras tu avatar, aunque sinceramente se echan de menos un par de opciones más dentro de este apartado. Los gráficos desde el primer momento ya impresionan. El realismo de los edificios de Brooklyn es apabullante desde el principio. Tanto es así que seguramente os aniquilen varias veces por estaos fijando en la gran cantidad de detalles que el poderoso motor gráfico SnowDrop es capaz de ofrecer. The Division es un shooter que se basa en un sistema de coberturas pero con elementos de RPG para ir subiendo niveles de equipo, habilidades y armamento. Según avanzamos y completamos misiones tendremos la opción de volver a nuestro piso franco para re-equiparnos con elementos para afrontar determinados objetivos.

Para los neófitos del shooter en tercera persona (como servidor) he encontrado los controles aparentemente muy sencillos un poco inestables, sobre todo a la hora de los tiroteos. Juegos como por ejemplo la ultraconocida saga Uncharted me han resultado bastante más fáciles y fiables en su sistema de disparo. En 'The Division' la mirilla central se fusiona con el fondo demasiadas veces y no tienes la ubicación exacta de hacia a dónde estás disparando. Aunque al principio solo te enfrentas a pequeños pandilleros según avanza la acción del juego te irás encontrando con facciones de enemigos mucho mejor armadas y organizadas como los Cleaners, tipos con lanzallamas que se dedican a incinerar todo lo que encuentran a su paso para erradicar el virus, o los Rikers presos fugados en medio del caos que han decidido tomarse su vendetta personal contra lo que queda de la Sociedad. Estos tipos te las harán pasar canutas por su avanzada Inteligencia Artificial ya que los cabrones no se mueven dos veces igual y evitan pasar por el mismo sitio dos veces.

El punto más fuerte de The Division es su total modo online. Aunque también es posible completar la aventura a lo Bruce Willis, en plan yo contra el mundo, es mucho menos divertido hacerlo de esta manera. Desde el primer momento interactúas con otros jugadores a los que podrás reclutar para diversas misiones y formar tu propio comando, y gracias al micro del dualshock (en la versión PS4 que es la que hemos podido probar) podrás estar en total contacto para planear tus estrategias de ataque. La búsqueda del matchmaking funciona bastante bien. Es mucho más divertido afrontar las misiones en cooperativo ya que la gente generalmente no va a putear, y ya no solo esto, incluso te resucitan si tienes la puntería de un ciego como es mi caso. En resumen estamos hablando de un juego, que aunque sufrió finalmente un rumoreado downgrade con el que toda la comunidad gamer estaba aterrada, está satisfaciendo a la gran mayoría del público que disfruta con el género de acción. Yo, personalmente, soy mucho mas de paz y amor y saltar de plataforma en plataforma, pero si te disfrutas con el sonido de las balas silbando detrás de tu oreja disfrutarás mucho The Division.