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ΤΕΝΙΣ

Se acabó un año de mierda para Nadal

El 2015 fue un mal año para el tenista español. No pudo ganar ningún título de Grand Slam. Se acabó la suerte para Rafa.
AFP

En enero llega el primer Open del Grand Slam: Australia. Y con ello uno de los torneos, centenarios, más lindos del tenis profesional, nadie se lo quiere perder y todos lo quieren ganar. Cierto es que es un torneo difícil, que la superficie ha cambiado y que cada año asiste más gente, pero también es bien sabido que ganarlo es como iniciar con el pie derecho el año. Y en otros casos una mala participación puede significar el inicio de un ciclo para el olvido. Ahí comenzó todo.

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Les decía que Australia es el primer Open del Grand Slam, Francia, Wimbledon y Estados Unidos lo completan. Pues contrario a lo que se puede esperar, o a lo que cada año, desde hace 10 años, nos acostumbró Rafa Nadal, en 2015 no pudo ganar uno solo. Fabio Fognini lo echó en la tercera ronda del US Open, tras remontarle dos sets, para sentenciar el peor año en la carrera del español.

Es cierto que le fue bien en torneos de menor importancia tanto en Alemania como en Argentina, pero tampoco en Roland Garros, certamen del cuál es el máximo ganador en la historia con nueve triunfos y el cual ha dominado terriblemente en los últimos años, pudo destacarse. Los resultados nunca habían sido tan pero tan malos para Rafa: "lesión mental", le llamó a la mala racha.

Todo comenzó en Australia. A Melbourne llegaba como subcampeón del año pasado y con ganas de revancha, pues también en 2012 se había quedado cerca de ganar el torneo, mismo que sólo ha levantado en 2009. ¿Cuál fue la sorpresa? Nadal se marchaba apenas en los cuartos de final, eliminado por Tomas Berdych, un jugador con poco cartel, que lo venció 6-2, 6-0 y 7-6. Quizá faltó concentración en el balear.

Más que un tema tenístico ha sido un tema mental. Con eso, es imposible que uno pueda jugar bien al tenis. Rafa Nadal

Venía París, el torneo por excelencia que se le da tan bien a Rafa. Nada. Roland Garros ha sido dominado por el manacorí de forma contundente, nadie ha ganado tanto como Nadal en dicha superficie. Pero en esta ocasión Novak Djokovic le hizo ver su suerte, y en cuartos de final lo despidió del campeonato al que Rafa solía asistir de principio a fin. Fue un golpe durísimo. Esa derrota le costó varios puestos en la clasificación de la ATP, cayó hasta la décima posición.

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Llegó la hora de olvidar París y enfocarse en la hierba; no, no, no, no ese tipo de hierba. Tocaba viajar a Londres para competir en Wimbledon, ese Open que ha ganado en dos ocasiones (2008 y 2010). Claro que este año no le iba a ser fácil con el gran nivel mostrado por otros competidores como Djokovic o Federer, pero sí que era una buena oportunidad para tomar revancha.

Y no, al final no se pudo. Se fue demasiado temprano para un tenista de su categoría: en segunda ronda. Dustin Brown lo superó de principio a fin y de pronto el español se vio limitado para poder competir. Quizá fue Londres quien le hizo ver el mal año que tenía, y en buen estado físico, sin lesión alguna que pudiera privarlo de competir al más alto nivel. Así de rápido como llegaba se iba de Wimbledon, pero con la moral baja, más golpeado.

Las ganas de revancha seguían, siguen, pero la confianza disminuía considerablemente. Y aunque Nadal quiso recuperarla compitiendo, y ganando, torneos de menor importancia, un campeón de su calibre sabe que siempre será mejor competir contra los mejores. Parecía que las cosas comenzaban a mejorar y, sin ilusionarse, Rafa quería despedir el año triunfando en New York.

Llegó así el último torneo del Grand Slam, el US Open. La oportunidad de ganar y despedirse de un año para el olvido era perfecta. Pero, una vez más, Rafa no estuvo a la altura y terminó siendo el golpe más duro del ciclo para el español en toda su carrera. Y es que Fognini, otra vez, fue su verdugo. El italiano lo mandó a casa en la tercera ronda y lo hizo viniendo de atrás, cuando Rafa tenía dos sets ganados, nunca le habían remontado dos sets de ventaja.

Éste no era mi año, pero me he mantenido luchando hasta el final de la temporada de una manera positiva. Rafa Nadal

La verdad es que ese juego contra Fognini fue uno de los mejores que se recuerden en los últimos años. Incluso el cuatro veces ganador del US Open (1979, 1980, 1981, 1984), John McEnroe estaba asombrado: "El nivel que adquirió su juego para hacer real la milagrosa remontada será algo que se recuerde por mucho tiempo dentro del Tenis". Aún así, Nadal se despidió con más dudas que certezas, en lo que bien se podría calificar como un año de mierda para el español.