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“No puedes no vivir”: los deportes extremos según Travis Pastrana

Hablamos con la leyenda de los deportes extremos Travis Pastrana sobre sus locuras, sobre el equilibrio entre seguridad y espectáculo... y también sobre el inmenso patio que tiene detrás de su casa.

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"Justo esta mañana estaba calentando y logré hacer un 360 double-backflip con una bici de montaña. Es la primera vez que alguien lo hace, es bastante guay".

Me encuentro parado en un corredor transitado detrás del escenario del O2 Arena de Londres. A mi lado está el protagonista del espectáculo Nitro Circus Livede esta noche, un personaje relajado y alegre a quien muchos consideran un auténtico mito de los deportes extremos: ni más ni menos que Travis Pastrana.

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"El de ayer fue uno de los mejores 'shows' en los que he estado", me dice con una sonrisa enorme. "Tuvimos un público muy activo, ¡de verdad que son escandalosos! Fue genial".

Se trata de un gran elogio viniendo de un hombre que ha llenado algunos de los estadios más grandes del planeta con este mismo espectáculo. Pastrana es el nombre más conocido en el mundo del motocross freestyle: el estadounidense acumula hasta17 medallas en los X-Games —11 de las cuales de oro— y fue el primer rider en lograr un double-backflip.

Además de ser uno de los mejores riders de FMX, Pastrana también participó en el Campeonato del Mundo de Rallies y en las carreras de la NASCAR, amén de practicar el ciclismo de montaña. Ah, y una vez saltó de un avión… sin paracaídas.

Así que básicamente es un auténtico tarado.

Como si todo esto no fuera suficiente, Pastrana también es el cabecilla de Nitro Circus Live, un espectáculo de deportes extremos que muestra algunos de los mejores pilotos del mundo en motocross freestyle, BMX, en ciclismo de montaña… e incluso en micro scooters.

El 'atrezzo' del espectáculo está conformado por una selección de rampas enormes: los 'riders' se turnan para hacer trucos, muchos de los cuales de una dificultad tan extrema que cuesta de comprenderla en su totalidad. El 'show', en suma, es un sueño húmedo para cualquier entusiasta de los deportes extremos.

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Dada la cantidad de espectáculos que se organizan, no sorprende que de vez en cuando las cosas salgan mal. Exactamente una semana antes del show en Londres, el mismo evento en Glasgow terminó con tres miembros del público en el hospital tras un accidente.

"Ese día fue muy raro", dice Pastrana lamentándose. "No sé si todos estaban cansados o qué pasó. El resto de los espectáculos han sido perfectos, pero siempre es difícil cuando pasan cosas fuera de tu control".

Ya que muchos participantes de clase mundial se motivan constantemente, hay presión para que el público participe y lleven las cosas más allá de las barreras de lo extremo. ¿Es esto es lo que ocasiona, inevitablemente, que las cosas salgan mal?

"Cada vez que alguien dice, 'Nada, no hacen falta más almohadillas de seguridad'… problemas. Siempre ocurre algo extraño", explica Pastrana. "El espectáculo cada vez es más seguro, pero hay que seguir progresando. Los trucos cada vez son más difíciles y los golpes más frecuentes, pero a la vez se toman más y mejores precauciones".

Mientras Pastrana habla del equipo de seguridad, de colchones para las caídas y de precauciones, uno se pregunta si el actor principal de la gran maquinaría de Nitro Circus aún se divierte en el evento. "¡Buah, al 100%!", responde Travis.

"Nuestra sesión de calentamiento de esta mañana probablemente fue la más divertida en años. Y eso que solo éramos nosotros 15, sin una sola persona en las gradas", ríe Pastrana. "La diferencia cuando estás frente a un gran público como el de anoche es que sabes que es parte de tu trabajo, tienes que dar lo mejor y sacar el truco como sea. Eso está guay, pero poder hacer lo mismo con tus amigos creo que es igual de divertido… o mejor aún".

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Esto genera otra pregunta: ¿Se tienen mejores actuaciones frente a un público repleto, o en el patio trasero de casa con los colegas?

"Hmm… creo que un buen público ayuda a crear esa energía. Por ejemplo, cuando estás con tus amigos puedes decirles que te duele algo y que mejor lo intentarás otro día; pero, cuando estás frente a un estadio lleno, tienes que hacerlo sí o sí", explica Pastrana. "La gente se pone de pie y se emociona, y entonces no importa si estás enfermo, cansado, golpeado o dolorido: te olvidas de todo y te motivas".

Pastrana ha construido su reputación mediante esta actitud: Travis es el temerario humilde que lo da todo en trucos que podrían matarlo solo por dar a sus fans lo que merecen. En la actualidad, sin embargo, el estadounidense también es un hombre de familia con una esposa y dos hijas pequeñas; ser padre le obligó a considerar su trabajo de otra manera.

"Cuando mi hija apenas andaba sufrí una fractura compuesta en mi pierna, lo cual no fue gran cosa para mí. Pero mi esposa —Lyn-Z, una skateboarder profesional— me dijo: 'No puedo patinar mientras te recuperas, porque los dos podríamos lesionarnos'. Y esa fue la primera vez que nos dimos cuenta de que ambos nos necesitábamos para salir adelante", confiesa Pastrana.

"Cuando era pequeño, tenía muchos amigos que se levantaban para ir a la escuela cuando sus padres ya se habían ido a trabajar para llevar el pan a la mesa; eso es jodido", explica el 'rider'. "En mi caso, puedo pasar mucho tiempo con mis hijas, y también tenemos la oportunidad de viajar por todo el mundo y ver lugares asombrosos: vale la pena disfrutar de ello".

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Al parecer, ser el pequeño de la familia Pastrana es el sueño de todos los niños: viajas por todo el mundo, rodeado de gente divertida… y además tienes el patio trasero más brutal del mundo.

"La gente me dice, '¿cómo puedes dejar que tus hijas hagan esto o lo otro?' Y solo puedo pensar en sus sonrisas y les digo, '¿Cómo podría nodejarlas hacer esto?'", ríe Travis. "¡Mi hija ama las motos! Cuando se lo digo a la gente me dicen que es una locura".

¿Qué le parecería a un hombre que vive del motor que sus hijas siguieran sus pasos? Al fin y al cabo, el motocross es la pasión de Pastrana, pero también se ha cobrado la vida de algunos de sus amigos cercanos. Cuando se lo pregunto, duda: "Bueno, mientras les apasione…", contesta después de unos segundos.

"A ver, no hay cantidad de dinero que compense el hecho de arriesgar tu vida. Nosotros hemos visto la muerte: hemos perdido a un buen amigo este año —Erik Roner, que murió en un accidente de paracaídas— que tenía dos hijos y una esposa. En esos casos, te preguntas si todo esto vale la pena", reflexiona Pastrana.

"Pero al final, sí que lo vale. No puedes no vivir", asegura Travis muy serio. "Todos conocemos a personas que han muerto en accidentes de coche, pero aún así conduces para ir a trabajar. Insisto: no puedes no vivir".

Es sorprendente que Pastrana sea capaz de ser tan consciente y realista. Después de ver sus vídeos durante años, yo había asumido que sería igual de loco en persona. Pero al parecer, cuando no está saltando de aviones sin paracaídas o tirándose al fondo del Grand Canyon, el estadounidense es consciente de hasta qué punto la vida puede ser frágil.

Travis sabe que en cualquier segundo algo puede salir mal, y que un error mínimo podría significar el final…

…y a pesar de ello, no tiene intención alguna de parar.

Sigue al autor en Twitter: @nathancopelin