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Comida

La venta de comida y bebida en Río 2016 es un desastre olímpico

Parece que es más difícil comprar una cerveza fría en los Juegos Olímpicos Río 2016, que romper un record mundial, o bueno, esa es la queja de los aficionados.

¿Alguien se molestaría en viajar a un evento deportivo si no existiera la posibilidad inminente de conseguir un delicioso hotdog o un vaso carísimo lleno hasta el tope con cachaza?

Es una pregunta que estamos seguros cualquier asistente a las olimpíadas ha empezado a plantearse, luego de comprobar por sí mismo el tremendo desastre que supone comprar una sola cerveza en los Juegos Olímpicos Río 2016.

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Ya sea que hablemos del supuesto kayakista que sufrió una volcadura por golpear un sillón sumergido en el agua, o de una sección de la Villa Olímpica incompleta incendiándose, ha sido necesario hacer mucho sobre la condición deficiente de los preparativos para los Olímpicos de este año.

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Tristemente, el mismo nivel de confusión y mal manejo está afectando la situación en los espacios de comida y bebida. Existen numerosos reportes sobre vendedores de comida infestados, con filas interminables de clientes, un sistema de pago increíblemente complicado y sin suficiente comida, incluso para quienes lograron vencer al desastre de la desorganización.

Después de las quejas por parte de los espectadores por ser forzados a esperar más de 50 minutos en las filas de comida, se difundió la noticia de que a algunos vendedores en varios escenarios de tenis y rugby se les agotó su producto de forma prematura. Hubo quien comentó a The Sydney Morning Herald que algo anunciado como "disponible" para el evento de básquetbol femenil Australia vs. Brasil del sábado no estaría disponible si no hasta el martes. Los vendedores en la Arena del Futuro también se vieron obligados a cerrar temprano el sábado por la noche debido a la falta de mercancía.

Todo se originó el viernes, luego de que le gente del estadio Maracaná terminara la venta de comida una hora antes del comienzo de la ceremonia de apertura.

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Tal y como informó The Sydney Morning Herald, un vocero del comité de organización para Río 2016 declaró el sábado que ellos se encontraban "verificando con los proveedores por qué la comida no es suficiente". El vocero continuó declarando lo siguiente: "No me han ofrecido una respuesta final, también les comenté que esto debía resolverse hoy, porque complica demasiado las condiciones".

Además de los numerosos casos de mercancía insuficiente, el enojo, en su mayor parte, se atribuye a las enormes filas y al sistema de organización que solicita a los asistentes de los Juegos Olímpicos pagar la comida o bebida a un caixa (cajero) y luego hacer una fila completamente diferente para recibir el producto ya pagado. Es el caso de los espectadores del partido de básquetbol USA vs. China del sábado pasado, se les pidió hacer tres filas diferentes, pues las máquinas impresoras no funcionaban. Por si fuera poco, antes de recibir tu pedido, el sistema no toma en cuenta los cambios en las órdenes o la falta de mercancía por parte de los vendedores.

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Los organizadores de los juegos ya han hecho pública una disculpa para los espectadores, quienes se han perdido parte del espectáculo debido a las largas filas de acceso durante el primer día. "Estamos completamente conscientes del problema y la frustración. Solicitamos a las autoridades correspondientes aumentar la velocidad y efectividad del acceso a los estadios, asegurándonos de que trabajen más empleados en las máquinas de rayos X. Después de las mejoras, las filas han regresado a la normalidad. Agradecemos la paciencia y la comprensión demostrada por los fanáticos".

Esa declaración fue repetida por el Director de Comunicaciones Mario Andrada, quien dijo durante una conferencia de prensa el domingo por la mañana que incorporarán 100 elementos extra al personal, para que asistan al equipo de logística.

Posiblemente no ha resultado ser una medida muy efectiva, considerando que la primera App para transportación creada en la historia de los los Juegos Olímpicos dejó de funcionar ese mismo día, dejando a incontables trabajadores y voluntarios abandonados a su suerte para encontrar las sedes e investigar los horarios de las justas deportivas.

Los Juegos Olímpicos acaban de empezar, pero al parecer los espectadores van a seguir teniendo problemas para conseguir algo de comer… y Brasil para acabar de demostrar que puede ser mejor anfitrión.