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NFL

Seattle le da una cucharada de su propia medicina a Brady y los Pats

Las fuerzas del universo regresaron a la normalidad después del Super Bowl XLIX.
He'd probably rather take the win in the Super Bowl, though. Image via NBC

Después de la intensidad de la semana era entendible que te fueras a dormir temprano el domingo por la noche. Si eres aficionado a la NFL, tal vez te hayas arrepentido de hacerlo. Bajo la gigantesca luna, los Seahawks de Seattle visitaron a los Patriots de Nueva Inglaterra, la primera vez desde que se vieron las caras en el Super Bowl XLIX, donde Seattle prefirió lanzar el balón a Malcolm Butler en lugar de llevarlo por tierra hasta la zona de anotación.

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El Super Bowl XLIX es considerado uno de los mejores de toda la historia, y su revancha fue una aproximación bastante decente. Vayamos al último cuarto con 4:28 minutos en el reloj. Seattle está arriba 25-24, cuando Russell Wilson encuentra a Doug Baldwin para un touchdown de 15 yardas, y así obtener una ventaja de siete puntos. (Baldwin tuvo una tremenda noche con 3 anotaciones).

Para estas alturas, todo lo que los Seahawks tenían que hacer era anotar el punto extra, y después dejar a su defensiva el resto. Es cierto, aún había bastante tiempo para que los Pats anotaron pero la lógica dictaba que… Y entonces Peter Carroll volvió a hacerlo.

Bill Belichick hizo que la mente de Peter Carroll volviera a colapsar e inexplicablemente el entrenador en jefe de Seattle optó por los dos puntos para "sellar la victoria", a pesar de que una ventaja de ocho puntos le habría dado una probabilidad mayor de ganar el encuentro (96.89 por ciento). Al parecer a Pete no le gustan las probabilidades a favor.

Por supuesto, como era de esperarse, Tom Brady llevó a su equipo hasta territorio contrario con calma y precisión como el pase flotadito sobre la banda a Julian Edelman. Al final de cuentas, la larga marcha culminaría en una serie de decisiones inexplicables sobre la línea de gol. Los Patriots tenían cuatro oportunidades y 46 segundos en el reloj a dos yardas de la zona de anotación. El corpulento corredor de Nueva Inglaterra, LeGarrette Blount ya había sumado tres anotaciones en zona roja. Pero entonces, la mente de Belichick colapsó, justo como la de Pete Carroll lo había hecho hace un año en el Super Bowl, y cuando los Pats tenían que correr el balón optaron por lanzarlo; en efecto, los Seahawks derrotaron a Nueva Inglaterra por pensar dos veces una jugada que ni siquiera tenía que pensarse una vez.

[Aquí es donde pondríamos el vídeo de YouTube con la secuencia antes descrita, pero como la NFL odia a sus aficionados, te sugerimos que le des click aquí si no te perdiste de la jugada o prefieres verla una vez más.]

Uno de los intentos de Blount falló y dos de Tom Brady quedaron en nada —en una ocasión soltó el balón y lo recuperó de milagro—, y por último un pase a Gronk que no vio penalización porque ambos jugadores se jalaron y forcejearon.

Muchas anotaciones, jugadas inesperadas en la línea de gol, e inexplicables metidas de pata del cuerpo técnico de ambos equipos hacen que los partidos sean una maravilla. No podemos esperar a que ambos se vuelvan a enfrentar para ver quién tiene más ganas de perder.