FYI.

This story is over 5 years old.

FIGHTLAND

Abner Mares y Chávez Jr. enderezan el camino en sus carreras

Abner Mares y Julio César Chávez Jr. cerraron el 2016 de forma exitosa, pero de ellos depende seguir cosechando triunfos o regresar al abismo del olvido.
Foto vía Abner Mares

Desde aquel gancho de izquierda de Jhonny González que encontró la mandíbula de Mares hace tres años para despojarlo de su campeonato mundial pluma del CMB, el jalisciense no ha sido el mismo. Se suele comentar en los gimnasios que el recuerdo de un nocaut jamás se olvida; depende del carácter del boxeador para salir a flote o hundirse por completo en su trágica memoria.

Lo mismo se puede decir de Julio César Chávez Jr., quien terminó visitando la lona por el poderío físico del polaco Andrzej Fonfara, un 18 de abril de 2015. El Junior se repondría con una victoria ante Marcos Reyes pero no daría el peso; la falta de compromiso seguía latente en el hijo más prometedor de la leyenda mexicana del boxeo.

Publicidad

La noche del sábado, Mares y Chávez se enfrentaban a unos cuantos cientos de kilómetros de distancia; el primero en USC Galen Center de Los Ángeles, el segundo en la Arena Monterrey. Pero ambos sabían que ganar era primordial para volver a hacer ruido arriba de los cuadriláteros: el nuevo talento, al igual que el tiempo, no perdona.

— BoxeoTotal (@BoxeoTotalOK)11 de diciembre de 2016

Si Mares quería regresar a los encabezados halagadores tendría que derrotar el campeón pluma de la AMB, Jesús Cuellar. Por su parte, el reto de "Julito" no eran tanto el oponente como la falta de actividad en el ensogado y, desde luego, la confianza en sí mismo. Las disputas con su padre habían quedado atrás para este compromiso, y los berrinches e indisciplina —por lo visto en redes sociales— eran cosa del ayer.

Chávez hijo quería dar un golpe de autoridad ante el alemán y hacerse presente en la división de los supermedianos. Al final de la velada logró su objetivo, aunque no de la forma que todos nos imaginamos. A "El hijo de la leyenda" le faltó ejercer más presión para culminar su regreso con un nocaut. Por momentos se le vio algo cansado, aunque nada preocupante como en peleas anteriores donde su preparación física había sido terrible. En todo lo demás se le vio bien. La rapidez fue una clara señal de su buen entrenamiento y su estilo… qué podemos decir de su mejor herencia; la estética de sus golpes y movimientos no se aprende en los gimnasios, se nace con ella (por más cliché que se escuche).

Publicidad

10 World Champions! Abner 4x World Champ! Puro Team Mares — Robert Garcia Boxing (@GarciaBoxing)11 de diciembre de 2016

Del otro lado de la frontera, Mares arrancaba su contienda con explosivas combinaciones ante un Cuellar más precavido. El ex olímpico jalisciense parecía haber impuesto su estilo de pelea sobre el argentino, pero cerca del cuatro round, el campeón ensució la pelea —clara estrategia de la esquina— y logró incomodar al mexicano. Con cada campanazo, la contienda perdía su dinamita y no fue hasta el penúltimo round que el público despertó gracias a un derechazo de Mares que precipitó al campeón a la lona. La ciudad de Los Ángeles se despertaría con un nuevo campeón y una bocanada de oxígeno puro para una carrera que, en algún punto, parecía morir lentamente por asfixia.

"¡Soy el campeón, soy el campeón!", fueron las eufóricas palabras después de conocerse la decisión de los jueces.

¿Cuál es el siguiente paso para ambos?

Chávez aseguró estar listo para cualquier contrincante dispuesto a enfrentarlo; Golovkin y "Canelo" serían dos peleas muy atractivas, pero sólo a largo plazo. Para conseguir un pleito de tales magnitudes, el Junior tendría primero que estar dentro de los primeros cinco clasificados de su división y ganar contundentemente sus siguientes compromisos. Por el momento, necesita hacer de la disciplina un hábito, dejar las distracciones a un lado y enfocarse.

Mares no debe perder la cabeza como lo hizo ante Jhonny González; en un par de segundos puedes pasar de ser el monarca de la división a un simple vasallo. Se habla que podría enfrentar al ganador de la revancha Santa Cruz-Frampton, pero también suena un posible choque ante el rey de los superpluma, el cubano Guillermo Rigondeaux. En cuanto a nombres, el tentativo combate suena bastante llamativo pero en cuestión de estilos podría ser un verdadero martirio. De cualquier forma, su división está plagada de talento y cualquier otra combinación para unificar campeonatos es más que bienvenida; Óscar Valdez y Gary Russell Jr. son dos posibilidades de ensueño.

Mares y Chávez Jr. cerraron de manera satisfactoria el 2016. Pero el camino al éxito requiere un proceso constante de sacrificios. Si Chávez regresa a su comportamiento de antaño, el 2017 podría retirarlo del boxeo; Mares tampoco puede dormirse en sus laureles.