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mundial 2010

Howard Webb confiesa por qué no expulsó a De Jong en Sudáfrica 2010

Cómo olvidar la descomunal patada de De Jong en la final de Sudáfrica 2010.

Nací y crecí en un ambiente donde se respiraba futbol. A lo largo de mi vida como ávido seguidor del juego hermoso, he presenciado cinco torneos de Copa del Mundo, empezando con Francia 98 y culminando con Brasil 2014.

Cada una me marcó de diferente forma —cómo olvidar el duelo entre "O Fenómeno" Ronaldo y "Zizou" Zidane en Francia 98, el nacimiento de una leyenda llamada Ronaldinho y el portento de gol de Jared Borgetti ante Italia en Corea-Japón 2002, el cabezazo de Zidane a Materazzi en Alemania 2006, en fin—, pero de todas, Sudáfrica 2010 ha sido la menos… sobrecogedora, por no decir la más aburrida de todas, a tal punto que la conversación suele encaminarse, casi siempre, hacia la descarada patada que el centrocampista holandés, Nigel De Jong, le propinó a Xabi Alonso (tampoco olvidemos las odiosas vuvuzelas).

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Recordemos la jugada: Corría el minuto 28 de la primera parte de la final del Mundial de Sudáfrica. Alonso se disponía a pelear un balón dividido a pase de David Villa. Alonso miraba la trayectoria del esférico para poder devolver la posesión a "El guaje" con la cabeza. Imaginamos que se percató de la presencia de De Jong, pero jamás creyó que el holandés alzaría la pierna derecha a la altura de su pecho para "disputar" el balón.

El impacto fue brutal, tan bárbaro que la fuerza del impacto frenó en seco la trayectoria de Alonso. Howard Webb, el árbitro central de aquella final y conocido por ser el "Chiquimarco" de la Premier League, sancionó a De Jong con una tarjeta amarilla. El resto es historia.

Hace unos días, The Times decidió publicar por entregas el libro de Howard Webb titulado The Man in the Middle: The Autobiography of the World Cup Final Referee, en donde el árbitro inglés expresa su sentir y relata lo que verdaderamente sucedió aquel 11 de julio de 2010. "Sabía que había sido una entrada a destiempo, flagrante y acreedora de una sanción. Ninguno de mis auxiliares me avisó de la jugada por eso le mostré la tarjeta amarilla basándome en lo que había visto. Les juro que jamás cruzó por mi cabeza que se merecía una tarjeta roja".

No fue hasta el descanso que Webb se percató del terrible error que había cometido. "Me di cuenta hasta el medio tiempo de que la entrada de De Jong pudo haber sido de roja. Me sentí muy agobiado. Había fallado en una final del Mundial. ¡Qué puta pesadilla! Regresé a la cancha dándome golpes en la cabeza y el corazón me latía rápidamente". He ahí la importancia del sistema de repeticiones que la FIFA tanto teme implementar en competencias internacionales y que funciona eficazmente en otros deportes como el beisbol y el futbol americano.

A pesar del trago amargo que los españoles pasaron en la primera media hora del partido, el desenlace les tenía preparado una sorpresa: Andrés Iniesta colaría el gol del gane y España alzaría su primer trofeo en Copas del Mundo.