Este hombre posee la mayor colección de objetos relacionados con hamburguesas

Harry Sperl, también conocido como Hamburger Harry, es uno de los residentes más excéntricos de Daytona Beach. Durante la Semana de la Motocicleta, el rally anual de motos de Daytona, puedes encontrarlo a bordo de su Hamburger Harley —un vehículo hecho a la medida— mientras circula por Main Street. Pero eso es sólo la punta del iceberg. Su casa de 762 metros cuadrados, a unas cuadras del mar, es un santuario dedicado a todo lo relacionado con la hamburguesa: estatuas de Big Boy, piezas de juegos infantiles de McDonald's, lámparas, posters y juguetes de hamburguesas, e incluso una cama de agua. Además es el propietario del auto azul AMC Pacer utilizado en la película Good Burger. Lo compró a un vendedor privado hace una década por 1,000 dólares (19,390 pesos), con la intención de restaurarlo, pero hoy en día descansa bajo una lona, pudriéndose en el clima de Florida.

Sperl empezó a formar esta colección hace 29 años. El libro Guinness de los récords estimó que la colección de Harry abarcaba 3,724 objetos relacionados con las hamburguesas, lo que le valió el récord por la mayor cantidad de artículos reunidos. Incluso con esta cifra, Sperl me dijo que a la gente de Guinness les faltó evaluar aproximadamente 6,000 artículos más que guarda en un almacén.

Su pasión comenzó alrededor de 1987. Sperl, cuyo empleo de tiempo completo consiste en comerciar chucherías, artículos coleccionables y recuerdos, estaba montando el set de una fotografía para la venta de una bandeja de 1950 para llevar comida a los automóviles. Así que compró un refresco, papas fritas y cinco hamburguesas de juguete. Estas piezas terminaron en el escritorio de su oficina. "Un amigo se detuvo y se fijó en ellas y me dijo: 'Estás loco, ¿ahora coleccionas hamburguesas?'" explicó Sperl. Él simplemente respondió: "No, pero tal vez debería". Y así fue que empezó todo.

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En el primer año de su colección, dice que acumuló 92 artículos diferentes alusivos a las hamburguesas. Al principio eran en su mayoría cosas pequeñas: saleros y pimenteros, velas, juguetes para perros y tarros de galletas. También recorría las ventas de garage, los mercados de pulgas, y cualquier otro lugar en el que pudiera encontrar artículos relacionados con este platillo. Cuando eBay llegó, empezó a usar internet para reunir una gran parte de los elementos que hoy conforman su colección.

La joya de su colección es su Harley Davidson Sportster de 1987, la cual se convirtió en una moto de tres ruedas con un armazón de fibra de vidrio, diseñada y pintada por un pequeño equipo para replicar una hamburguesa gigante sobre ruedas. Sperl compró la moto en 1993 y gastó dos años y aproximadamente 100,000 dólares (1,938, 961 pesos) en su transformación. Desde que quedó terminada para recorrer las calles en 1995, la hamburguesa Harley ha aparecido en programas de televisión como The Jenny Jones Show, y en un comercial de Fruitopia, una bebida de los años 90.

Sperl nació en Alemania, pero se trasladó a Florida en 1983 y se convirtió en un ciudadano estadounidense poco después. Para él, las hamburguesas son un símbolo de patriotismo, una oda a todo lo que disfruta de su país adoptivo: "gente amable, buena comida, coches y motos estadounidenses, el modo de vida estadounidense". Para él, la hamburguesa es el pináculo del país.

"Es un ícono estadounidense", me dijo. "Cuando piensas en Alemania piensas en la cerveza y la autobahn. Cuando piensas en los Estados Unidos de América, piensas en hamburguesas".

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Sperl solía comer hamburguesas todo el tiempo, pero debido a su colesterol, tuvo que reducir su consumo. Ahora come una hamburguesa una vez a la semana. Me cuenta que las mejores en Daytona Beach están en Charlie Horse Restaurant, The Brickyard, Grind Gastropub y Pirana Grill.

Con excepción de algún activista por los derechos de los animales que pueda sentirse ridiculizado, el arsenal de hamburguesas de Sperl lleva alegría a la gente, y eso es uno de los motivos por los que ha seguido aumentando su colección. Me dice que el sentimiento más grande es ver cómo se ilumina la cara de un niño cuando lo ven pasar en lo que parece ser una hamburguesa flotante. También le gusta la expresión de felicidad e incredulidad de las personas cuando ven su casa por primera vez. Para Sperl, es una sensación maravillosa, y reafirma el motivo por el que comenzó su colección en primer lugar: hacerlo por pura diversión.

Actualmente, la colección de Sperl es privada, lo que significa que sólo la puedes ver si te extiende una invitación. Pero con el tiempo le gustaría vender todos los objetos a alguien que pueda mostrarlos al público en un formato tipo museo o en conjunción con un museo más grande como una exhibición. Sperl siente que existen otras personas que tienen los recursos para darle un mejor uso a esta colección y que pueden brindar más alegría a la gente de lo que él podría. Quiere que el público tenga la oportunidad de apreciar lo que ha construido, pero simplemente no tiene los medios para hacer esto una realidad, y espera que otra persona que comparta su visión pueda acercarse para llevarlo a cabo.

Por ahora, sin embargo, Harry Sperl sigue siendo el Rey de las Hamburguesas.