Porqué el fútbol español está a punto entrar en paro

El gobierno español está planeando suspender los partidos de fútbol profesional a falta de dos fechas para definirse el campeonato. Aquí las razones de esta descabellada decisión.

Hablamos con un experto del fútbol español para que nos explicara cómo es posible que La Liga entre en paro.

Oí que el fútbol en España se suspenderá el 16 de mayo, ¿es esto cierto?

Sí. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió suspender el fútbol en todas las categorías –desde la juvenil hasta La Liga –hasta el final de la temporada.

Pero si el Barcelona está a solo un partido de salir campeón…

Aún así, todo parece indicar que los dos últimos partidos de la Liga no se jugarán. Es decir la final.

¡¿Qué carajos?!

Lo que tenemos aquí es una pelea anticuada. El gobierno, quien es muy cercano a La Liga Profesional de Fútbol (LFP) (Liga que de hecho supervisa las dos principales divisiones en España), redactó una ley que reformaría cómo se pagan los contratos de televisión en el fútbol español. La RFEF está molesta porque piensa que esto nunca se consultó y también probablemente porque su tajada del 4.55 por ciento es menor de lo que quisiera que fuera. Entonces después de hacer pública su molestia anunciando que se sentía "ignorada" e "irrespetada", la federación decidió suspender todo.

Mmm, ¿pero la distribución de dinero en el fútbol español no necesitaba una reforma?

¡Sí la necesitaba! El Barcelona y el Real Madrid negociaban sus propios contratos de televisión y como resultado obtenían el 50 por ciento de las ganancias televisivas. Cuando esto empezó hace años, los dos mega clubs se daban la mano, contaban su dinero y se armaban para la batalla. Pero con el tiempo fue claro para todo el mundo, incluyendo algunos del Barca y del Real, que la distribución de las ganancias no contribuía a un sistema profesional saludable. La ley propuesta haría algo mucho más equitativo, haciendo que los clubes negociaran los contratos de manera colectiva.

Entonces, ¿por qué la RFEF se interpone en el camino de un cambio positivo?

Pues, es un poco más complicado. De hecho, los jugadores están de acuerdo con la RFEF.

¡¿Qué?!

De alguna forma… Como la RFEF, la unión de jugadores se siente ofendida porque no fue consultada en la redacción de la ley. Pero hay más. La unión no se opone a redistribuir la riqueza tanto como lo plantearía la ley. Cree que la ley no le daría a los equipos de la segunda división suficiente dinero. Los pequeños equipos en España no están bien financieramente desde hace un largo rato.

Desafortunadamente es poco frecuente que los equipos estén a punto de quebrar, quiebren, o no les paguen a los jugadores por un tiempo. La propuesta de ley pide una repartición de los ingresos en una proporción de 90/10 entre la primera y segunda división respectivamente. La unión de jugadores quiere que la segunda división pueda obtener un corte mayor, algo así como las segundas divisiones en Alemania e Inglaterra, donde reciben un 20 por ciento.

La Unión estaba amenazando con hacer huelga en las últimas dos rondas de la liga y la RFEF duplicó la amenaza suspendiendo los partidos.

El Enemigo de mi Enemigo es mi Amigo

Exacto. Lo que está en juego es el estatus financiero del fútbol español. Extrañamente, se veían las acciones de la LFP y de la RFEF como una forma de defender los intereses de los clubes más grandes de España. Puede ser que la RFEF esté interesada en redistribuir el dinero de la televisión, pero sus acciones, por ahora, prolongan el status quo. Y cuando se trata de la LFP, los críticos se preocupan porque la reforma podría ser solo palabras. La división 90/10 da una tajada todavía más razonable de dinero a los grandes clubes y podría ser incluso peor: ha habido algunas sugerencias que proponen que la reforma podría ser solo ladeada hacia la Barca y Real como lo que tenemos ahora, porque gran parte del corte de 90 por ciento se distribuirá en una escala móvil, basado en los resultados de la liga.

Los jugadores, por otro lado, saben que sus carreras son cortas. También saltan de liga en liga con más frecuencia de la que la gente se imagina y parecen estar esperando un trato más razonable para todos.

¿No resulta muy extremo suspender la liga?

Sin duda. Pero la RFEF siente que su poder ha disminuido y se siente alentada por la posición de los jugadores. También está alentada por la FIFA, que es una parte invisible en el enfrentamiento en España.

FIFA se opone a la "interferencia" del gobierno en el fútbol. Los deportes y la política deben permanecer separados. Para asegurarse que los políticos no se mezclen con los deportes, la FIFA está dispuesta a enfrentarse contra lo que piense que sean interferencias políticas. Ya ha amenazado a España y, en teoría, podría suspender al equipo nacional Español de las competencias internacionales si el gobierno español se sigue metiendo. Así que la RFEF comparte los intereses de la FIFA, al menos por un rato.

Sería negligente de mi parte no señalar que la postura de la FIFA es una calle unidireccional sobre la injerencia del gobierno. FIFA no tiene reparos en interferir en la manera en la que las naciones soberanas se gobiernan a sí mismas, como es evidente cada vez que países que se preparan para albergar la Copa Mundial aprueban leyes que favorecen a la FIFA. No importa si se trata de la pelea de la cerveza en Brasil o de sus tribunales en Sudáfrica, la FIFA no tiene miedo a flexionar uno que otro músculo político.

También ocurre de formas más sutiles. La amenaza de la FIFA de suspender a la selección española inadvertidamente le da a personas como el Presidente de la RFEF Angel Maria Villar — quien es buen amigo de el Presidente de la FIFA Sepp Blatter y solía trabajar para la FIFA — mucho margen político en un país donde el fútbol es parte del tejido cultural. Algunos en España ya han puesto en cuestión las motivaciones personales de Villar.

Villar aparentemente no está molesto solamente con la ley de televisión propuesta sino también con la llamada "ley de emprendedor", la cual, según él, tiene consecuencias negativas para el fútbol amateur. Por esta razón, todo el fútbol español está suspendido, en lugar de las divisiones profesionales únicamente. Quizá tenga razón. Tal vez esta ley del emprendedor sea realmente terrible. Pero el capital político que FIFA da a Villar en tales asuntos, incluso si es involuntario, añade otro angulo a todo el problema. La FIFA podría terminar influyendo en la política española de una manera que va más allá de una pequeña disputa sobre los ingresos de televisión.

Entonces, ¿qué pasará ahora?

Hasta ahora, no ha habido conciliación. Es difícil imaginarse La Liga cancelada. Pero ¿quién sabe? Ciertamente parece que los partidos restantes se aplazarán, al menos hasta que la liga, la RFEF y los jugadores puedan incluir sus intereses en la legislación propuesta por el gobierno. Entre más rápido pase eso, más rápido se va a determinar quién gana La Liga y la Copa de España, y, en última instancia, si España tiene éxito recomponiendo su averiada estructura futbolística.