El soldado Diego Armando Maradona: La larga relación con el chavismo
Archivo Diego Armando Maradona

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El soldado Diego Armando Maradona: La larga relación con el chavismo

Mientras Venezuela agudiza su crisis política, Diego Armando Maradona reitera su apoyo al chavismo, y se ofrece como "soldado para una Venezuela libre". Esta es la crónica de una larga relación.

Diego Armando Maradona está en Holanda. Ahí dirige la pretemporada del Al Fujairah, equipo al que está vinculado por un contrato valuado en 34.5 millones de dólares desde mayo en Emiratos Árabes. También está en Venezuela, al menos en intención. "Cuando Maduro ordene, estoy vestido de soldado para una Venezuela libre, para pelear contra el imperialismo…", escribió el exjugador desde su página de Facebook el lunes. El mensaje fue una reiteración del respaldo al gobierno venezolano que mantiene desde que Hugo Chávez ostentaba el poder.

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Venezuela vive un escenario político, económico y social complejo, las protestas en rechazo al régimen del actual presidente, Nicolás Maduro, responden al constante choque de poderes, la crisis alimentaria, la violación a los derechos humanos y se intensificaron en días recientes por la amenaza de la perpetuidad del chavismo en el poder a raíz del establecimiento de la Asamblea Nacional Constituyente para reescribir la constitución. "Lo que no pudo con los votos, lo haríamos con las armas", advirtió Maduro.

Hasta ahora, los muertos en protesta rebasan el centenar y las denuncias sistemáticas del abuso de las fuerzas armadas del régimen alertan por las más de 5 mil detenciones arbitrarias. Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas responsabilizó al gobierno de Maduro por la violencia y la tortura en medio del caos institucional.

"Viva Chávez !!!! Viva Maduro!! Viva la revolución!!! Vivan los venezolanos de pura cepa, no los venezolanos interesados e involucrados con la derecha", agregó Maradona en el mensaje que ha encontrado las opiniones alrededor del mundo y claro, con mayor intensidad en Venezuela y Argentina. Diego acompañó sus palabras con una fotografía en la que usa una gorra con la palabra Cuba. El mensaje ha generado más de 47 mil reacciones y lo han compartido más de 10 mil; pero la manifestación no es novedad porque el exfutbolista ha estado involucrado en las campañas políticas de Maduro y su antecesor, Hugo Chávez.

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La Copa América de 2007 fue punto de encuentro entre Maradona, Evo Morales, presidente de Bolivia, y Hugo Chávez, el anfitrión de la competencia que se realizó por primera vez en su país. Cerca de 42 mil personas en el Estadio de San Cristóbal abuchearon a Chávez cuando apareció al centro del campo, entonces Diego cambió el malestar por celebración. Así como cedió el protagonismo de la noche, Chávez tocó el balón para que el ídolo del futbol hiciera lo suyo: disparar al marco e inaugurar el partido entre Venezuela y Bolivia, que terminó igualado.

Aquella vez sirvió de escudo, no fue la primera ni la última ocasión que lo acompañó en un momento tenso frente al pueblo y acudía también a impartir clínicas de futbol con niños. En una de esas visitas, relató la jugada que dio origen a la "Mano de Dios" y encontró justificación en un dicho popular: "El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón y robamos a los ingleses", en clara alusión a las islas Malvinas, territorio en disputa entre Argentina y Gran Bretaña.

Los tres: Diego, Evo y Hugo mantenían una buena amistad, Fidel Castro fue parte también de varios encuentros de diálogos de futbol y política. Maradona lo conocía desde 1987, lleva tatuado su rostro en una pierna y Castro alguna vez le obsequió un traje militar. Una prueba de admiración a su trabajo y al discurso antiimperialista con el que el argentino se dice identificado. Se reunieron en La Habana cuando el exfutbolista visitó a Chávez al inicio de su tratamiento médico contra el cáncer y siempre se llenaban de elogios.

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En 2009, mientras Maradona era técnico de la Selección Argentina, viajó a Caracas para ver los partidos de la categoría Sub-20 de su país, y vestido con una camiseta en la que se leía: "Con Chávez, sí al deporte", acompañó al presidente a una juramentación con atletas, parte de su campaña en favor de la enmienda de la Constitución que más tarde facilitó la reelección en cargos de elección popular. Levantó la mano y se unió al juramento de adhesión a los ideales chavistas. En un acto acompañado por música, bailes y cumplidos del uno al otro, Maradona reiteró sus convicciones: "En todo lo que pase en Sudamérica yo voy a estar con la gente que defiende a la gente, por eso soy amigo de Chávez y de Evo". Cuando ganó el "sí", Hugo se anunció como precandidato para el periodo 2013-2019 que no pudo cumplir.

Al año siguiente, tras el Mundial de Sudáfrica, cuya clasificación fue casi milagrosa para la albiceleste y terminó con una goleada 4-0 ante Alemania en los Cuartos de Final, Maradona volvió a Venezuela, todavía como técnico de la selección. Estuvo sonriente junto a Chávez durante un discurso en contra de Álvaro Uribe, presidente de Colombia, a propósito del rompimiento de las relaciones entre ambos países. Las lecturas de los analistas encontraron en la presencia de Diego la necesidad de legitimar la controvertida decisión.

"Estoy con él hasta la muerte", expresó públicamente. Sus palabras fueron criticadas en Argentina, reclamaron su asistencia y el discurso que expresó con poco respeto a su posición como representante del futbol de su país. Días después fue destituido por falta de acuerdos en la organización del cuerpo técnico.

"El Pibe de Oro" se mantuvo ahí, en apoyo a sus acciones y sirviendo de voz cada que lo requería. Le envió ánimos en los días difíciles de su enfermedad y tras su fallecimiento, en marzo del 2013, acudió al Museo Histórico Militar, junto a Nicolás Maduro, para rendir honores frente a sus restos. Su presencia causó emoción entre la gente que coreaba por la eterna vida del expresidente. "Hugo Chávez ha cambiado la forma de pensar del latinoamericano porque prácticamente estábamos entregados a Estados Unidos y él nos metió en la cabeza que podíamos caminar solos", declaró.

La muerte de Chávez no significó distancia del gobierno venezolano. Maradona estuvo en el cierre de campaña de Nicolás Maduro, previo a las elecciones presidenciales que compitió con Henrique Capriles. Vistió una camisa roja y en el pecho llevaba bordado "Cristina K 2015", en clara alusión a las intenciones de reelección de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Además se leía: "Chávez Comandante" y "Maduro Presidente". El 10 en la espalda selló el atuendo en una noche de celebración que incluyó balones firmados y de nuevo, el enaltecimiento del legado chavista.

El respaldo público el lunes pasado causó enojo y encontró respuesta en Mario Kempes. El legendario jugador, que guió a la albiceleste a ganar la Copa del Mundo de 78 y le cedió el dorsal luego del fracaso en España 1982, lo cuestionó en un mensaje de Twitter: "Diego Maradona, ¿cómo puedes apoyar la muerte de 124 jóvenes, por defender la libertad y democracia de su país? !!NO A LA DICTADURA!. VENEZUELA LIBRE!"

"El Matador" dirigió al equipo venezolano Mineros de Guayana por un año en 1997 y dice conocer por familiares la difícil situación del país: "Él es argentino, vive como los dioses. Te duele que alguien que no esté viviendo en un país no tenga humanidad. Son chicos defendiendo a su país. Estos tiranos vendieron a Venezuela a los rusos y a los chinos", declaró para Radio Mitre. A cuatro años de la toma de posesión de Maduro, pese al desprecio internacional y sin importar el impacto mediático de su condición de ídolo, Maradona está firme en sus convicciones.