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MLS

La tumba de oro: La MLS y la maldición con los futbolistas estrellas mexicanos

Pese a su indiscutible calidad en el futbol mexicano y hasta en el mundial, la mayoría de los grandes futbolistas mexicanos que han ido a la MLS no lograron el objetivo de triunfas en Estados Unidos.

Este verano, tres mexicanos han sido conquistados por la Major League Soccer. Jonathan Dos Santos y Carlos Vela dejaron La Liga, luego de desarrollar toda su trayectoria profesional en Europa. De los dos, es Vela quien tomó un riesgo mayor al firmar con Los Ángeles FC, que iniciará su historia en el futbol el próximo año y apenas construye, alrededor de él, una plantilla. Jonathan compartirá vestidor con su hermano Giovani en el Galaxy, como sucedió en el Villarreal. Con edades por debajo de los 30 años, ambos se enfrentan a las críticas por confiar su futuro profesional a una liga que no compite en la élite a menos de un año de la Copa del Mundo; el temor a perder a dos de los mejores hombres de la Selección Mexicana ha señalado como egoístas sus decisiones. Además de ellos, Richard Sánchez, hasta hace unos días, arquero de Tigres, se integrará al Chicago Fire.

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Giovani Dos Santos es el ejemplo inmediato. Llegó a Estados Unidos procedente del Villarreal, en donde los protagonistas de la liga disputan el Balón de Oro, para convertirse en ídolo en una competencia en construcción y con gran interés por atraer al público latino. Lo firmaron como jugador franquicia del LA Galaxy, ha mantenido su sitio entre los que venden más camisetas y en el último Juego de Estrellas, fue parte de esa selección junto a Bastian Schweinsteiger, David Villa, Sebastián Giovinco, Andrea Pirlo. Desde el 2005, ha jugado 65 partidos, suma 25 anotaciones y 15 asistencias; es titular indiscutible y referente. Sin embargo, su nivel en Selección Mexicana fue reclamado en la Copa Confederaciones, cuando Juan Carlos Osorio decidió darle varias oportunidades sin que su presencia en el campo hiciera diferencia.

Erick Torres ha vivido tres periodos en la Major League Soccer. Tras ser ignorado por Chivas y Cruz Azul en la Liga Mx, parecía que este era su mejor momento. Su club, Houston Dynamo, fue paciente tras una sequía de 22 partidos sin gol entre 2014 y 2015, grave situación para un delantero, y este torneo lo empezó marcando. Su racha goleadora, con 12 tantos, llamó la atención de Juan Carlos Osorio para suplir a Álan Pulido en la Copa Oro; pero, al igual que Giovani, volvió a casa en blanco y sin justificar su convocatoria. Desde su reintegración al Houston Dynamo, no ha vuelto a anotar.

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La Major League Soccer tiene una larga historia con los jugadores mexicanos. Desde sus inicios, hace dos décadas, atrajo a varias figuras de la época al tratarse de un proyecto nuevo y ambicioso. Jorge Campos, con su personalidad extravagante y contagiosa, fue la primera estrella mexicana en arribar al futbol estadounidense (1996-1997). Las anécdotas cuentan que firmarlo le costó al LA Galaxy un Ferrari que Campos pidió como condición y no solo obtuvo uno durante el tiempo que permaneció; a cambio, se convirtió en imán de aficionados por su arrojo hasta para quitarse los guantes y jugar de delantero.

En su última oportunidad en la MLS, antes de volver a México para jugar en Pumas, Tigres, Atlante y Puebla, fue arquero del Chicago Fire por no más de diez encuentros; partió con un total de 52 partidos, atajó 195 ocasiones de gol y permitió 65. En Los Ángeles todavía lo recuerdan con cariño por el atrevimiento que se ganaba los aplausos.

El éxito en la MLS ha sido solo para unos cuantos mexicanos y en estos casos, acompañado por una trayectoria y personalidad atractivas. Cuauhtémoc Blanco fue ídolo en sus clubes mexicanos y en el Chicago Fire; el ídolo latino que necesitaban lo encontraron en su determinación y trascendencia durante los 65 partidos que disputó. En tres temporadas, Blanco marcó 16 goles, uno de ellos, ante Salt Lake City, fue el mejor del 2007 y se ganó un sitio en la selección del equipo ideal en 2008.

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Hugo Sánchez, junto a ellos, es referencia de la conquista del futbol estadounidense. Tenía 37 años y su mejor época se había cerrado, aun así, su lugar en la historia del futbol vecino lo hizo una contratación inteligente para el entonces llamado Dallas Burn en los primeros años de la MLS, tanto dentro de la cancha como en el poder de atracción. Estuvo solo una temporada, marcó 6 goles en 25 partidos y nadie quiso perderse la oportunidad de ver al ídolo mexicano en 1996, poco antes de su retiro en el Atlético Celaya.

Después de ellos, hay una lista de fracasos y traspasos intrascendentes. Quizás el mayor de ellos fue el de Rafael Márquez, quien dejó La Liga tras la mejor época de su carrera para buscar un reto menor en la Major League Soccer. La diferencia en el nivel de juego se tradujo en insatisfacción e indisciplina en el New York Red Bulls; sus acciones no pasaron desapercibidas para los aficionados y compañeros que esperaban a un ídolo procedente del Barcelona y reclamaron con abucheos su falta de compromiso. Permaneció por dos temporadas y media, jugó 56 partidos, demasiado tiempo, a juzgar por sus comentarios al quedar fuera: "todavía veo un futbol amateur en los Estados Unidos".

Nery Castillo protagonizó otro de esos episodios olvidables. Su contratación no se anunció por los aires como de la de Márquez, Blanco había dejado un sitio vacante en el Chicago Fire y aunque Nery nunca tuvo el perfil que mereciera la expectativa de cubrirlo, tampoco imaginaron que su presencia sería invisible para el equipo. Las lesiones lo limitaron a ocho participaciones y ningún gol. La palabra arrepentimiento seguramente definió el sentimiento de los dueños del club.

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Si bien el desempeño de Carlos Hermosillo no está en la lista negra de contrataciones mexicanas, tampoco consiguió afianzarse como lo hizo Jorge Campos en el mismo periodo y equipo. Su cartel en el futbol mexicano, especialmente en Cruz Azul, lo vistió de ídolo. El club alcanzó la final gracias a sus 14 goles, pero la perdieron ante el D.C. United. El resultado: Hermosillo volvió al futbol mexicano y se enfiló al retiro.

Omar Bravo fue la nueva cara del Sporting Kansas City en 2011, se despidió de Chivas en un buen momento de su carrera. El club necesitaba a un hombre que se echara al equipo al hombro, lo fue en la medida de sus posibilidades y las de la plantilla porque en 27 partidos, jugando casi todos los minutos, solo anotó 9 goles. Fue elegido el jugador latino de la temporada y volvió a México.

Luis Hernández (2000-01), Paco Palencia (2005-2006), Ramón Ramírez (2005), Pavel Pardo (2011-12) pasaron entre uno y dos años en la Major League Soccer sin llamar la atención. La contratación del "Matador" representó altas expectativas, relacionadas a sus actuaciones goleadoras en la Copa América del 2007 y el Mundial del 98, que no pudo llenar del todo; en 40 participaciones anotó 15 goles y volvió a México.

Francisco Palencia se fue de Chivas para colaborar con el posicionamiento de la filial del club en Estados Unidos, el Chivas USA. Marcó 8 goles 33 partidos y, junto a Claudio Suárez, vivió una temporada positiva para el club, aunque no se tradujo en títulos entre 2005 y 2007. Palencia volvió a México, el contrato de Suárez expiró y allí puso fin a su trayectoria.

Ramón Ramírez y Pavel Pardo también eligieron al futbol estadounidense como la última estación de su carrera defendiendo las camisetas de Chivas USA y Chicago Fire, respectivamente, con pocas actuaciones para destacar.

Varios más han tenido oportunidad en la Major League Soccer. De las historias de de las figuras nacionales al nivel de los hermanos Dos Santos y Carlos Vela, solo unas cuantas hablan de éxito, el resto, de una liga que sirvió para alternar con la actividad en el futbol mexicano o como anticipo del retiro. La imagen actual de la competencia está alimentada por las estrellas de pasado europeo que aceptaron colaborar en la seducción del público futbolero, el nivel todavía es cuestionable; pero las condiciones de vida en el país ofrecen garantías que fueron irresistibles para dos referentes de la Selección Mexicana, ¿de qué lado se apuntarán las experiencias de Jonathan y Vela en un momento de plenitud en sus carreras?