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Mexicanos en la Serie A

Pedro Pineda en el Milan: El primer mexicano en la Serie A no jugó un solo minuto

Esa temporada pudo ser la suya, la de los Invencibles de Fabio Capello, el equipo con el gen campeón heredado de Arrigo Sacchi, pero algo falló y el mexicano Pedro Pineda no pudo ser el primero en jugar en la Serie A en 1991.
Foto: Apuntes de Rabona

El futbol le sonrió muy pronto a Pedro Pineda, cuando fue visoreado en los Halcones de Neza en la Tercera División, y luego Pineda fue llamado a la Selección Mexicana para disputar el Pre-Mundial Sub 20 en Guatemala y después, el Mundial de la categoría en Portugal, en donde brilló.

En ese certamen, México fue eliminado por el anfitrión en Cuartos de Final, pero los cinco goles marcados por Pineda le abrieron las puertas del futbol europeo. Los visores notaron su desempeño y el Milan lo firmó por cinco años. Ese Milan que solo pensaba en devorarse al rival era la herencia de Sacchi que Berlusconi confió al entonces joven estratega Fabio Capello, cuya única experiencia a ese nivel era el interinato del 87 durante seis partidos previos a la llegada de Arrigo.

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El panorama era difícil para Capello, el fin de la era de Sacchi se presumía desastrosa tras la espectacularidad de un equipo que terminó con la sequía y se hizo leyenda por ser los mejores en el continente, sin embargo, su pasado rossonero le permitió el beneficio de la duda. De su lado estaban Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Mauro Tassotti, Ruud Gullit, Frank Rijkaard, Roberto Donadoni, Marco Van Basten. Pedro Pineda fue firmado para pertenecer a esos días de gloria, cuando conquistaron el Scudetto en ediciones consecutivas, pero nunca pudo compartir la cancha con ellos.

El Milan en la temporada 1991-92. Pedro Pineda no sale en la foto.

Una vez que aquella edición del Mundial Sub 20 en Portugal terminó, el mexicano viajó a Europa y entrenó como parte de esa plantilla. Ese es un recuerdo que todavía permanece en su memoria entre la fortuna y la frustración porque después de dos meses, el Milan lo regresó a México en calidad de cedido con el club que lo había firmado antes, Chivas; ahí debutó, marcó dos goles, pero nunca recibió un sueldo por la omisión del club rojiblanco.

"Que me pagara Chivas era un acuerdo que tuvo con el Milán, pero no lo cumplió. No me pagaron un solo peso, que porque no tenía un solo peso. Y nadie me ayudó en esto. Ninguna autoridad me respaldó", relató para ESPN en agosto del 2006.

Cuando volvió a territorio europeo, fue solo para diluir la relación fugaz porque no le interesaba continuar y una vez en libertad, firmó con América, el segundo de once equipos que defendió en su carrera. ¿Qué falló? Pineda acusa que Chivas lo abandonó: "Me traicionó la directiva de Chivas, que representaba González Paul, y el promotor Memo Lara. No me cumplieron económicamente. Ellos hicieron su 'bisne' y adiós", dijo en la misma entrevista. "Me dejó en un hotel de Milán sin aviso ni nada. Pregunté por él en la recepción y me dijeron que se había ido a Los Ángeles. Imagínense lo que sentí a mis 20 años".

Ante la pregunta de si existe arrepentimiento por la decisión de no volver al futbol italiano, respondió: "No me arrepiento de las decisiones que tomé. Sé que a mi corta edad me di mi lugar; eso es lo que me hace sentir bien".

Sin embargo, de la experiencia, le queda un gran recuerdo, la sencillez con la que el mediocampista Roberto Donadoni lo trató en su breve paso por el club.

"(Donadoni) Pasaba por mi al hotel y me llevaba a las canchas de Milanelo para entrenar y luego me regresaba".

Ese Milan agresivo en el que predominaba la disciplina característica de los equipos de Capello y al mismo tiempo, la libertad que, a juzgar por Baresi, era más dosificada en la gestión de Arrigo, continuó el dominio de la liga italiana al ganar cuatro veces el Scudetto y con una racha invicta de 58 partidos que se volvió histórica. Fabio se fue al Real Madrid en 1996 después de entregar una cuenta tan exitosa como inesperada para quienes criticaron su nombramiento.