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#hermanitodelalma

Guerra entre hermanos: Un Club de Cuervos en los Lakers

Lo que hoy viven los Lakers de Los Angeles con una guerra entre sus hermanos, pareciera como sacado de la serie Club de Cuervos. Te pareces tanto a miiií, que no puedes engañarmeee
Jayne Kamin-Oncea / USA Today

Son los Lakers de Los Ángeles. El equipo con una de las bases de fans más grandes del mundo; el segundo equipo con más campeonatos en la NBA después de los Celtics. El equipo legendario que nos ha dado jugadores como George Mikan, Jerry West, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson, James Worthy, Nick Van Exel, Eddie Jones, Kobe Bryant y Shaquille O'Neal. Sí, ese equipo que siempre estuvo en la cima, de una u otra forma. El que si no estaba ganando un campeonato, se estaba armando para hacerlo la próxima temporada pero siempre estaban ahí.

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Todo eso, hasta ahora.

Hasta ahora que los Lakers se han convertido en una especie de Club de Cuervos. Es la época en que Los Angeles se convirtió en una versión gigante y glamorosa de Nuevo Toledo, la población que es la casa de los Cuervos en la popular serie original de Netflix. Y además, al igual que los Cuervos, los Lakers viven su guerra fratricida. Una descarnada lucha de poder entre hermanos, que ha terminado por sumir al equipo en una crisis.

Y así como los Cuervos se fueron al descenso, hoy los Lakers son un desastre. Bueno, un desastre un poquito mejorado, un desastre con moño. Se tocó fondo el año pasado con la peor temporada en la historia de la franquicia, tras el final de Kobe Bryant y la decepcionante off season en la que no lograron firmar a ningún gran talento para jugar en el Staples Center. Ahora, contrataron a Luke Walton como entrenador y hay mucha promesa con la base de jugadores jóvenes que incluye a Julius Randle, D'Angelo Russell y Brandon Ingram. Uno esperaría que los dejen crecer como jugadores y que logren firmar un muy buen veterano para ser la pieza que falta, sin embargo, dudo mucho que eso ocurra con todo lo que ha pasado en los altos mandos del equipo.

Los Lakers tuvieron su última época ganadora en los ochenta y primera década de los dos mil, con el Dr. Jerry Buss como propietario del equipo. Más o menos igual que don Salvador Iglesias, el patriarca de los Cuervos, el Dr. Buss empleaba a varios de sus hijos en los Lakers ya que quería que fueran ellos quienes siguieran con la tradición amarilla y púrpura cuando él ya no estuviera.

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Buss moriría en el 2013. Dejó a su hijo Jim como vicepresidente ejecutivo de operaciones del equipo y a su hija Jeanie como presidente. Jim, como arquitecto del área deportiva, sería el encargado de volver a formar una franquicia digna del morado y amarillo e inclusive garantizaría que para esta temporada, serían contendientes al título. Spoiler: eso no pasó.

Los símiles siguen. Cuando en la historia de Club de Cuervos muere don Salvador Iglesias, hereda a sus hijos Chava e Isabel el control de la operación del equipo. Por un lado, Chava es el estereotípico junior. Le gusta la buena vida, es superficial. Es decir, un mirrey hecho y derecho. Parece poco inteligente pero es terriblemente manipulador. Y tiene una extraña suerte para regarla en grande y aun así, salirse con la suya. Por el otro lado, está Isabel. Terca, dominante y controladora, tiene más habilidad como gestora para hacerse cargo del equipo. Al igual que Chava tiene cierta habilidad para la intriga, pero aunque gana un par de batallas a su hermano, usualmente es quien termina comiéndose su orgullo ante las tretas de Chava. Al final, son dos hermanitos bastante peluditos, que terminan enfrascados en una pelea de niños, para ver quién jode a quien.

Los hermanos Iglesias, Chava e Isabel. Foto: Netflix

Como en los Lakers. Jim Buss, el hio varón del viejo patriarca, es la versión lakeriana de Chava Iglesias. Jim iempre estuvo seguro que gente como LeBron, Carmelo, Durant y Westbrook terminarían firmando con su equipo cool, los Lakers, pero no consiguió a nadie. Así como a Chava se le ocurrió la genialidad de fichar para los Cuervos a Aitor Cardoné, el crack del momento, que terminó causando una implosión en los Cuervos, y los llevó al desastre. Y a ser removido de la presidencia de los Cuervos, por iniciativa de su hermana Isabel.

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Tras la serie de fracasos, Jeanie Buss, la versión lakeriana de Isabel, no tuvo otra opción más que correr de los Lakers a su propio hermano. Además, por si fuera poco, Jeanie se convirtió en pareja de Phil Jackson, el legendario entrenador que llevó a los Lakers a sus últimos títulos. Igualito que lo hizo Isabel Iglesias con Rafa, o el Chivo, que en algún momento era el entrenador de los Cuervos y esposo de su jefa.

En los Lakers, Jeanie corrió también a Mitch Kupchak, el gerente general del equipo que estuvo 17 años y quien fue responsable de firmar jugadores como Pau Gasol, Derek Fisher, Metta World Peace, Andrew Bynum y Lamar Odom, entre otros. Jeanie recurrió a un histórico de la franquicia, como Magic Johnson para ser presidente de operaciones, y ser la cabeza del área deportiva. Contrató también a Rob Pelinka, el agente de gente como Kobe Bryant y James Harden, como gerente general.

El mayor reparo que creo tiene que hacer la gerencia del equipo, es volver a convertir a los Lakers en un destino al que grandes jugadores se quieran ir. Desde que firmaron a Pau Gasol (porque lo de Dwight Howard y Steve Nash no cuenta y se callan) no han logrado traer otro jugador estrella al equipo. Los Lakers solían ser un equipo donde todos querían jugar y de repente ya no. El problema era claro, era Kobe Bryant, de quien se decía que era un psicópata con el que no se podía jugar y por lo tanto, varias estrellas prefirieron hacer su nombre en otros equipos que ser el plato de segunda mesa en California.

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Pero ya sin Kobe, tampoco lo lograron. Fallaron con LaMarcus Aldridge con quien tuvieron dos juntas desastrosas y ni hablar de Kevin Durant que ni siquiera les concedió una. Sí, es cierto que Pul George expresó sus intenciones de ser un Laker cuando acabe su contrato en Indiana pero Paul George, por más gran jugador que sea, no es la súper estrella que puede darles otro título. Es aquí donde tal vez Magic Johnson pueda hacer algo, es alguien cuya mera personalidad atrae talento de donde sea. Es alguien acostumbrado al éxito y que tiene los contactos y verbo para traer buenos jugadores. Desafortunadamente, también es alguien con experiencia nula dirigiendo un equipo, alguien que creo se va a meter demasiado con el entrenador (como Cameron Diaz en Any Given Sunday) y alguien que creía que Michael Carter-Williams sería el siguiente Jason Kidd.

Jeanie hizo lo correcto al deshacerse de Jim, era momento de un cambio drástico en la franquicia y está bien que lo haya hecho. La contratación de Pelinka es buena pero la de Magic, pfff, solo espero estar equivocado, estas han sido palabras que me encantaría comerme en unos años.

Y es que con la contratación de Magic, Jeanie Buss parece ceder a la tentación de que el equipo funcione con la pura inercia de tener una leyenda de casa en la oficina. Que con su luminosa sonrisa, y sus palabras siempre tribuneras, el equipo resurja. Vamos, quiere que Magic haga magia. Isabel también cedió a una tentación así cuando fichó al entrenador argentino para dirigir a los Cuervos en segunda división, con su acento bonito, sus palabras poéticas, su aire bohemio.

¿Podrá Jeanie Buss devolverle el esplendor a los Lakers? ¿O seguirá en segunda división como Isabel Iglesias con sus Cuervos? ¿Se quedará el hermanito Jim cruzado de brazos, o buscará el dulce sabor de la venganza como lo hizo Chava Iglesias?

Por lo pronto, Jeanie Buss ya sobrevivió a un fallido golpe de estado orquestado por Jim quien intentó recuperar control de los Lakers al votar en contra de que Jeanie fuera uno de los cuatro directoress que representan los intereses de la familia Buss en el Consejo de Directores de los Lakers, pero el golpe falló porque la liga sostiene que la persona a cargo de la operación del equipo tiene que ser un director de la empresa. Los abogados de Jeanie consiguieron una orden de restricción en contra de Jim para mantenerlo fuera de las reuniones. Así como cuando Chava Iglesias chantajeó a la querida de su difunto padre (¿o madrastra?) y socia del equipo para que votara por él y convocó a una asamblea para remover a Isabel de la presidencia, pero a la hora de la votación la querida no asistió a la asamblea, y a Chava Iglesias se le frustró su golpe de estado contra Isabel. Así como a Jim con Jeanie.

Y esto, amiguitos, apenas comienza.