Los Falcons de Atlanta "contratan" a entrenador de rugby para evitar lesiones cerebrales

El problema de la conmociones cerebrales en la NFL —y su supuesto desencadenamiento en encefalopatía traumática crónica (ETC)— toma cada vez más relevancia en los medios de comunicación y entre los miembros de la comunidad de futbol americano amateur y profesional —aunque nos gustaría que la liga mostrará mucho más interés en buscar una solución al asunto—.

Las investigaciones en torno al padecimiento detectado en una escalofriante cifra de ex jugadores —análisis realizados post mortem, desafortunadamente— siguen esperando en los archiveros a que sean desempolvados y tomados en serio por el comisionado y su séquito de dueños que optan ignorar la preocupante situación con su retórica barata.

Somos conscientes de que la premisa sobre el emparrillado dicta que habrá contacto de todo tipo, pero esto no significa que no se puedan tomar más y mejores medidas —desde cambios en la reglas hasta multas y suspensiones más severas— para evitar graves lesiones en los jugadores. O también podrían seguir el ejemplo de los Falcons de Atlanta.

Hace unos días el equipo de Atlanta requirió de los servicios del ex entrenador de la selección inglesa de rugby, Stuart Lancaster, para aprender de su vasta experiencia en torno a los tacleadas. El inglés pasó tres días con la franquicia de la NFL enseñando las diferentes técnicas puestas en práctica desde las fuerzas básicas de rugby en Inglaterra.

Su presencia pretende ayudar a prevenir lesiones cerebrales al momento de realizar tacleadas y también evitar que los contrincantes ganen yardas adicionales una vez que han recibido el contacto. "En el rugby te enseñan a taclear efectivamente desde pequeño, y es justo lo que quería transmitir al futbol americano, ya que ambos [deportes] son similares en muchos sentidos", explicó Lancaster.

En entrenador en jefe de los Falcons, Dan Quinn, se mostró contento y optimista por la contribución del inglés, "En un partido de rugby los jugadores se taclean constantemente, así que creímos que podíamos aprender mucho de Stuart".

Por más diminutas que parezcan este tipo de medidas para un problema tan grande como lo es la encefalopatía traumática crónica, más equipos en la NFL deberían seguir el ejemplo de los Falcons de Atlanta.