¿Pueden Anthony Joshua y Wladimir Klitschko revivir la división de los pesos completos en el continente americano?

Fotos por Esther Lin/SHOWTIME

Nadie promueve una pelea después de admitir que es irrelevante. Bajo está lógica, las declaraciones de Anthony Joshua (18-0, 18 nocauts), campeón completo de la FIB, para describir la defensa de su campeonato ante Wladimir Klitschko (64-4, 54 nocauts) este sábado no fueron del todo pirotécnicas al asegurar que será "un momento trascendental para el boxeo".

El hecho que 10 mil asientos adicionales fueron requeridos para superar el récord de la posguerra de 90 mil asistentes para la pelea de este sábado en el Estadio de Wembley en Londres, deja ver, de una forma contundente, que Joshua tiene razón.

Sin embargo, aún no queda claro cómo es que la pelea histórica del fin de semana cambiará al boxeo.

Para muchos espectadores en los Estados Unidos, donde el boxeo lucha por competir con deportes de mayor audiencia, el choque Joshua-Klitschko tiene el potencial de revivir la división de los pesos completos; división que los estadounidenses dominaron por décadas.

Obviamente, ninguno de los dos protagonistas es estadounidense (el ucraniano tiene un hijo con la actriz estadounidense Hayden Panettiere, su pareja de toda la vida). No obstante, una victoria de Joshua marcaría probablemente el final de la exasperante y aburrida era de los Klitschko que inició cuando su hermano mayor Vitali, ahora alcalde de Kiev, reinó las filas de los más pesados a principios de los 2000. Incluso el mismo Wladimir admitió a Associated Press que la división recibió una bocanada de aire fresco con su derrota vía decisión unánime ante Tyson Fury en 2015.

"Puedes odiarme o quererme, pero cuando una persona lo gana todo es aburrido", Klitschko comentó para AP. "Lo entiendo completamente".

De acabar con el espectro de Klitschko en los pesos completos, el campeón de 27 años, Anthony Joshua, por fin podría darle mayor relevancia a la división de esta lado del mundo: una pelea potencial con el campeón del CMB y oriundo de Alabama, Deontay Wilder.

"Creo que hay ciertas diferencias que la división de los pesos completos siempre ha tenido", dijo el vicepresidente ejecutivo de Showtime Sports y gerente general Stephen Espinoza. "Lo que a Deontay Wilder le ha faltado son rivales buenos, de calidad. Nadie se hace famoso por sí solo. Se necesitan peleas y momentos trascendentes en las carreras de los peleadores. Klitschko representa esa oportunidad para Joshua. Se podría decir que Deontay jamás la ha tenido".

Tampoco es como si Wilder (38-0, 37 nocauts) no lo haya intentado. El ex medallista de bronce olímpico estuvo dispuesto a viajar a Rusia para enfrentar a Alexander Povetkin en mayo de 2016, pero su rival, ex medallista de oro, dio positivo por la sustancia prohibida meldonium.

Para mantenerse ocupado, Wilder noqueó a Chris Arreola y Gerald Washington frente a una modesta audiencia en Birmingham Alabama, pero jamás ha estado tan cerca de una oportunidad como la de Joshua.

"Si dependiera sólo de mí, estaría 100 por ciento seguro que la pelea se haría", comentó Wilder, quien estará presente el sábado en Wembley. "Es lo que quieren los fans. Toda mi carrera he querido consentir a los fans. Desafortunadamente, soy uno de esos peleadores que siempre recibe la peor parte. Sólo puedo trabajar con lo que tengo".

El simple hecho que los fans de Joshua son en su mayoría británicos aporta a la causa de Wilder.

El boxeo está experimentando un renacimiento en el Reino Unido, el cual presume 11 medallas en los últimos tres Juegos Olímpicos y 10 campeones en el ámbito profesional.

Pero conforme sus compatriotas han mejorado en el ring, los fans británicos se han vuelto más exigentes fuera del mismo. A diferencia de lo que ocurre en América, donde los derechos televisivos lucrativos pueden compensar la venta de boletos, la industria británica del boxeo depende de las entradas.

"Tienes que apostarle", dijo el promotor de Joshua, Eddie Hearn. "Y conforme los fans conocen mejor este deporte, no permitirán malas peleas".

Por su parte, Joshua parece agarrar ritmo.

"Wladimir Klitschko, Deontay Wilder, el que sea", dice. "Hay que empezar a mezclarnos porque estamos en la misma división, y es nuestra época. En qué tipo de época estamos si no nos podemos juntar para pelear y tener trilogías o algo emocionante. Estoy dispuesto a todo, por ello quise aceptar esta pelea".

Por supuesto, todo tipo de cosas pueden evitar que Wilder sostenga su prueba de fuego y, por ende, la oportunidad del continente americano para aprehender la división de los pesados de nuevo.

Aunque perdió sus campeonatos ante Fury, Klitschko sigue siendo Klitschko. Con 1.98 metros de altura y 114 kilos es una maravilla física. Se defiende bien, tiene potencia como pocos en los puños, y cuentan con la experiencia de 68 peleas profesionales.

Pero más allá de esto, las dudas aún rondan en torno a Wilder.

"Me gustaría estar en una posición donde Anthony Joshua se convirtiera en un pelador de pago por evento en los Estados Unidos", Hearn dijo. "Creo que una pelea entre Joshua y Wilder, bien armada, podría ser de PPV. He platicado con el promotor de Wilder [Lou DiBella] sobre esto. No creo que Wilder tenga un perfil tan grande para esto. Tampoco digo que Joshua lo tenga. Wilder es un excelente peleador que nos emociona ver pelear".

DiBella no respondió inmediatamente las solicitudes de réplica.

La buena notica, según Espinoza, es que Wilder vs. Joshua no es la única pelea que puede generar expectativa. La división de los pesos completos ha mejorado gracias a boxeadores como el campeón de la OMB, Joseph Parker (22-0, 18 nocauts) y el oriundo de Brooklyn, Jarrell Miller (18-0-1, 16 nocauts) que han despertado el interés del público.

"Una vez que tienes un Joshua, Wilder, Parker, Ortiz, y un jovencito como Jerrell Miller, entonces de la nada tienes una división interesante", comentó Espinoza. "No sólo un tipo interesante, sino una serie de peleas interesantes".