‘Tom Terrific’, el extraño 199 de la lista

Dicen que "más sabe el diablo por viejo que por diablo", un dicho ad hoc para las finales de conferencia de la NFL. Después de varias semanas de sudor y sufrimiento en el emparrillado, por fin hemos llegado al penúltimo tramo de aquel camino sagrado rumbo al Super Bowl 50, en donde se verán las caras cuatro de los mejores quarterbacks de la temporada y de la liga: Peyton Manning, Tom Brady, Cam Newton, y Carson Palmer.

De los cuatro invitados de lujo antes mencionados, Cam Newton de las Panteras de Carolina es el más joven con 26 años, un claro contraste con la edad de sus contrincantes, cuyo promedio ronda los 38 años. Sin embargo, las edades de los mariscales de campo no es lo más inquietante y curioso del caso.

La cantidad de récords que Manning, Brady, Newton y Palmer han superado y establecido en esta campaña —y a lo largo de sus carreras— nos hacen creer que los cuatro amos del emparrillado siempre fueron vistos como prodigios en sus años mozos como universitarios. Resulta que sólo uno de los cuatro jugadores en cuestión no fue seleccionado en primera ronda en el draft colegial como casi todos pensaríamos. Ese "alguien" es considerado por muchos como el mejor quarterback de todos los tiempos: Tom Brady.

No, no es broma, ni tampoco se trata de un dato capcioso. El señor Thomas Edward Patrick (verdadero y real nombre de Tom Brady) o también conocido como "Tom Terrific, jugó para la Universidad de Michigan y apenas pintaba para ser un jugador "bueno" a secas. Durante sus primeros dos años, fungió como quarterback suplente y vio muy pocos minutos de juego, hasta el punto de querer transferirse a California para tener un poco más de relevancia. A diferencia de Newton y Palmer , ganadores del Heisman Trophy —el premio al jugador colegial más valioso— en 2010 y 2002 respectivamente, y Manning, quien quedó en segundo lugar en 1997, Brady cosechó muy pocos logros con los Wolverines.

Cabe destacar que Carson Palmer, después de jugar para los Cincinnati Bengals y Oakland Raiders sin mucha gloria, fichó por los Arizona Cardinals en 2013 y le tomó dos temporadas colocarse como uno de los mariscales de campo más valiosos de la NFL, ganándose la candidatura al MVP junto con Brady y Newton. La actual temporada ha sido la más fructífera de su carrera, ya que en la ronda divisional logró 25 de 41 intentos para 349 yardas, 3 touchdowns, y sólo dos intercepciones en la victoria en tiempo extra ante los Green Bay Packers, de esta manera obteniendo su primera victoria en playoffs de su carrera.

Los cazatalentos fueron muy duros con él. Sus reportes indicaban que su movimiento de pies era demasiado lento —una habilidad fundamental para evitar capturas y poder correr cuando se necesitara—, su complexión demasiado pequeña (1.93 m), su brazo muy débil, incapaz de lanzar un espiral perfecto, y pésimo para improvisar si una jugada no salía como se esperaba. Hoy en día, esta lista de defectos nos parece muy absurda considerando el legado que el 12 de los Pats ha formado a lo largo de su carrera.

Nadie imagino en el Draft del 2000 que el seleccionado 199 en sexta ronda llegaría a convertirse en uno de los mejores mariscales de campo de la NFL. En aquel Draft hubo seis quarterbacks seleccionados por encima de Brady: Chad Pennington (New York Jets), Giovanni Carmazzi (San Francisco 49ers), Chris Redman (Baltimore Ravens), Tee Martin (Pittsburgh Steelers), Marc Bulger (New Orleans Saints), y Spuergeon Wynn (Cleveland Browns), de los cuales el primero fue el más destacado en cuanto a logros como jugador profesional. Las posiciones que arrasaron en primera ronda fueron linebackers, alas abiertas, y tackles ofensivos.

Las estadísticas —una valiosa herramienta para los deportes venerada en los Estados Unidos más que en cualquier otro lugar— no siempre son lo que parecen, ya que el deporte en general es caprichoso por naturaleza, y más cuando crees tenerlo en la bolsa con una serie de números y probabilidades. El ejemplo más reciente de ello es el pase "Hail Mary" de Aaron Rodgers al final del último cuarto en contra de los Cardenales de Arizona, y aunque no lograron colarse a la final de conferencia, el mero acto de algo tan poco probable puso a más de un número a temblar.

Las alegrías que Brady le ha dado a Nueva Inglaterra desde su llegada al primer equipo en su segunda temporada después de la lesión de Drew Bledsoe en 2001 son innumerables, dentro de los que destacan sus cuatro Super Bowl conquistados en 2001, 2003, 2004 y 2014, todos jugando para los Patriotas. Sin duda, la experiencia es uno de los factores más valiosos para el nacido en San Mateo, California, especialmente de cara a su décimo séptimo encuentro en la final de la AFC con su rival de toda la vida, Peyton Manning, quien no tiene (casi) nada que envidiarle.

En caso de que te encuentres este domingo sentado frente al televisor en compañía de amigos o familiares para disfrutar de las finales de conferencia, tendrás algo interesante qué comentar y poder sonar como todo un erudito del futbol americano, "¿sabían que Brady…?", es una buen forma de empezar la conversación y ganarte el respeto de tu suegro, o de la amiga de la amiga a la que no has dejado de ver en toda la tarde.