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Por regates como este, Ricardinho es el mejor del mundo

El astro portugués del Inter Movistar es noticia cada semana por cómo deja sentados a sus rivales... hasta el punto que se inventa sus propios regates nuevos.

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Nos gusta ver que los jueces de los trofeos individuales aciertan, seguramente porque rara vez lo hacen. Vale, sabemos que no es fácil y que reciben presiones de todas partes, desde los presidentes de los clubes hasta las abuelas de los jugadores, pero no es óbice para hacer según qué listas para el Balón de Oro.

Precisamente por lo difícil que es que acierten nos alegramos especialmente cuando volvieron a elegir a Ricardo Filipe da Silva Braga —conocido por todos como 'Ricardinho'— como el mejor jugador de fútbol sala del mundo.

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Este jugador portugués es de lo mejor que hay en la Liga Nacional de Fútbol Sala. Cada partido suyo es un espectáculo. Si no, pasen y vean.

Creo que ese regate no lo había visto en mi vida. Madre mia Ricardinho, va sin calidad por la vida eh. pic.twitter.com/R0p31w9lpZ
— Pablo Ortega (@pablitodemivida) 19 Ottobre 2015

Lo de menos de esta jugada es el misil que puso como asistencia y que se convirtió el empate entre el Inter Movistar y el ElPozo Murcia. Los de Torrejón de Ardoz, por cierto, iban perdiendo 2-0 en casa de los murcianos… y sin embargo se acabaron imponiendo por 2-3.

Fijaos en el regate de Ricardinho. Creo que no somos conscientes de la elasticidad, velocidad y agilidad que se necesita para mover así al pierna y no dejar de controlar la pelota.

Pero Ricardinho nos ha dejado muchas otras jugadas que el mismísimo Ronaldinho hubiera firmado como suyas.

Aunque no se vea todo el vídeo con la mejor calidad posible —sobre la canción de fondo mejor no hacemos comentarios—, la pieza demuestra por qué ya fue el mejor jugador del mundo en 2010 cuando jugaba en el Benfica portugués.

No nos atrevemos a decir que sea el mejor de la historia, porque hay un señor en Brasil de nombre Falcao —mejor jugador del mundo tres veces— que pone muy difícil la decisión; pero entre ellos dos andará la cosa. Qué lástima no haberles visto nunca jugar juntos.