Italia es conocida por su vasta herencia cultural. Su historia está plagada de peculiares personajes —genios en su mayoría— que han ayudado a formar el mundo como lo conocemos hoy en día.La lista es extensa y las disciplinas también, y aunque para algunos la nacionalidad italiana aún no existía como tal en sus tiempos, sí podemos afirmar que los cifrados barrocos de Vivaldi y Monteverdi, los versos de Petrarca y Dante Alighieri, y los trazos renacentistas de Botticelli, Rafael, y Miguel Ángel son más italianos que el risotto.Pero dentro de la letanía de personajes ilustres que la nación con forma de bota ha dado al mundo, se encuentra uno al que apodan de varias formas, "Il Maestro", "Professore", "Arquitecto", (nótese la grandilocuencia de los apodos), y cuya profesión es una que despierta más pasiones entre el pueblo italiano que ninguna otra: el futbol.Su nombre de pila es Andrea Pirlo y es un genio de las canchas. Los has visto en todas partes, alzando trofeos con aquella peculiar y varonil barba seductora, y orquestando el mediocampo en cualquiera de los equipos en los que ha participado como pocos lo saben hacer y lo han logrado. Como homenaje a su exitosa carrera, los creadores de "Draw My Life" decidieron plasmar la vida de Pirlo con unos cuantos plumones en mano y un fondo en blanco. El resultado es maravilloso, pues se trata de una síntesis gráfica de la carrera de uno de los mejores mediocampistas de toda la historia del futbol.Andrea Pirlo lo ha ganado todo como futbolista y a pesar de que su retiro es inminente, será recordado como uno de los jugadores creativos con más clase en el futbol. Tal vez si Pirlo se hubiese dedicado a la música, habría sido un virtuoso director de orquesta, pero optó por el esférico y decidió dirigir con los pies.