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FIGHTLAND

Mayweather vs. McGregor es el triunfo de las fuerzas del dinero

Dos maestros del marketing conspiran para traernos la pelea más grande que jamás pedimos.
Foto vía Instagram/Conor McGregor

Sí, por fin se oficializó. En contra de todos los pronósticos y toda lógica, Floyd Mayweather Jr. y Conor McGregor se enfrentarán en una pelea de boxeo en Las Vegas el próximo 26 de agosto. El día de ayer empezaron a circular rumores en los medios deportivos de que algo estaba por concretarse, y mucho antes de lo esperado ambos peleadores anunciaron la noticia en redes sociales. McGregor se adelantó al anuncio de su rival con un toque de su característico humor:

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La ansiada, maligna y descalificada pelea es algo completamente diferente a lo que Mayweather está acostumbrado. De hecho, la pelea, la cual se disputará en 154 libras (peso perfecto para McGregor, campeón de UFC en 155, pero igual de bien para Mayweather, quien se llevó la que quizás sea la victoria más significativa de su carrera en 2007 cuando tuvo que subir de peso para derrotar a Óscar de la Hoya) no tiene precedentes en la gloriosa y larga carrera de unos de los mejores pugilistas de la historia.

Primero que nada, Mayweather es un boxeador de 40 años de edad que pretende subirse al ring con un hombre en el punto exacto de su vigor; el tiempo es indiferente a la arrogancia y confianza de cualquier hombre, y particularmente cruel con artistas de la evasión como Mayweather, quien depende de su velocidad de cuerpo, ojos, y mente para salvarlo del peligro. Sumemos también el hecho que "Money" saldrá de un retiro de 23 meses para pelear con alguien que ha estado activo cuatro veces durante esa misma cantidad de tiempo.

Pero tampoco perdamos de vista que Conor McGregor es un peleador de artes marciales mixtas, y no un boxeador. En teoría, por supuesto, y posiblemente también sea cierto en la práctica, esta situación parecería una ventaja para Mayweather, ya que ambos se verán en un cuadrilátero y no en una jaula. McGregor jamás ha estado en una pelea de boxeo. Pero quién quita y su supuesta desventaja no pueda cambiar las cosas a favor del irlandés. Mayweather es un genio para quitarse golpes y contragolpear boxeadores a los que ha enfrentado toda su vida; tal vez la inexperiencia y el estilo de McGregor no sean suficientes para derrotar a Mayweather pero sí para darle una oportunidad. Nadie lo sabe. Desde luego, Floyd es el boxeador superior, pero si McGregor fuese más listo ignoraría los susurros que le dicen que consiga un buen entrenador de boxeo y se meta a un curso de tres meses de la ciencia dulce en lugar de seguir haciendo lo que sabe hacer mejor: boxear como un practicante de artes marciales mixtas. Cuando estás maldito con inexperiencia pero bendecido con talento y confianza lo mejor que se puede hacer en estos casos es ser fiel a uno mismo. Un estilo poco ortodoxo podría ser suficiente para confundir la mente de un boxeador tradicional y devoto como lo es Mayweather.

Pero, principalmente, McGregor es el primer hombre que "Money" enfrentará que es igual de fanfarrón, obsesionado con su imagen, y consumido por el dinero que él. Después de todo, fue la boca de ambos lo que dio pie a que la pelea se realizara. Desde el primer momento que McGregor mencionó durante una entrevista en el programa de Conan O'Brien en 2015 que boxearía con Mayweather, lo que antes era una mera suposición ha evolucionado de una fantasía a un hecho palpable por la fuerza pura de la voluntad y creatividad de dos showman obsesionados con su simple existencia. Mayweather criticó a McGregor por ser pobre, McGregor criticó a Mayweather por estar viejo. McGregor se burló de Mayweather por tener miedo, Mayweather tachó a McGregor de ser un don nadie que usaba su nombre para promocionarse. Durante dos años estuvieron así, ida y vuelta, pero aguardaron pacientemente hasta que el circo se inflara solo y los dos poetas del solipsismo le dieran a entender a los demás que la demanda se puede crear donde no existe.

Y esto es precisamente lo que esta pelea manifiesta: no es una necesidad atlética o cultural, sino un acto de marketing que se sostiene solo. Olvidemos el boxeo, y las artes marciales mixtas, olvidemos los deportes y los legados, los récords y las reputaciones. Olvidemos todo. Esta pelea es el triunfo de las fuerzas del dinero, el gran dios a quien Mayweather y McGregor le besan los pies.