Chelsea vs. Leicester: Cómo han cambiado los tiempos para Ranieri y Mourinho

Cuando Chelsea se enfrente este sábado a Leicester City, el choque será un eco histórico evocador e inquietante. El primer partido entre ambos la temporada pasada los catapultó en direcciones muy diferentes; el Leicester avanzaría varios lugares hasta la cima de la liga y sus oponentes se hundirían cada vez más cerca del descenso. Apenas 72 horas después de aquel fatídico día decembrino, José Mourinho salía en secreto de la instalaciones de entrenamiento del Chelsea, asediado por los medios y desorientado por los flashazos de las cámaras. Había sido despedido como director técnico del equipo "Blue", y Claudio Ranieri había conectado un golpe fatal.

El balance cósmico de todo ello fue bastante exquisito, a tal punto que todo se sintió irreal. Por supuesto, Mourinho había superado a Ranieri después de su exitosa primera vez como entrenador del Chelsea, aunque muchos creyeron que su contraparte italiana había sido tratada con cierta ingratitud de parte del club. Aunque la influencia mesiánica del joven Mourinho había justificado, indudablemente, la decisión en un nivel práctico, quedó la sensación de que algo se había hecho mal y que tenía que ser recompensado porque así lo dictaban las fuerzas del universo. Ya sea porque el karma existe o porque las fuerzas desconocidas se juntaron, el ciclo se cumplió. Ranieri estaba destinado a superar a Mourinho, y la serpiente metafórica devoraría su propia cola.

Lo que sucedió después de ese encuentro fue algo increíble y sorprendentemente distante considerando que pasó apenas unos meses atrás. La coronación del Leicester en liga parece una secuencia difuminada de un sueño, una fantasía surreal que se concretó en una parte indeterminada del tiempo y espacio. En nuestro turbio subconsciente, podemos ver a Wes Morgan alzar el trofeo de las Premier League, el autobús de la gira del triunfo donde aparece Marc Albrighton, y Jamie Vardy le dice a su doble "eres un payaso con el uniforme completo", mientras sujeta la botella de una cerveza lager barata. Claudio Ranieri no llama para despertar de esta absurda somnolencia. Pero no podemos despertar, no podemos abrir nuestros ojos porque la realidad y la ilusión se han convertido en una misma.

Ahora nos parece un poco más cómodo que las cosas hayan sido devueltas a su estado normal esta temporada; el Chelsea está en el séptimo lugar, Leicester en el 12. Es muy posible que el partido del sábado termine con una rutinaria victoria para el equipo de Londres, y que para el verano estará dentro de los primeros cuatro equipos. Por su parte, los zorros azules regresaron a ser los mismos de siempre. Bueno, dejando de lado que llevan dos partidos consecutivos sin perder en Champions League y muy probablemente sumen su tercera la próxima semana.